Los 10.000 días de la herramienta

Vuelven Tool. Tras cinco años de silencio una de las bandas más enigmáticas a la vez que veneradas del rock se presentan con «10000 Days«, un disco que nos devuelve al grupo en su vertiente más dinámica y multitexturada.

El disco sigue la estela que ha encumbrado en el olimpo de los elegidos al cuarteto. A saber: un denso manto de heavy rock polimétrico; sinuosas líneas de guitarra y bajo espesadas por estribillos, distorsiones y efectos retardados, a veces encerradas y tocadas al unísono, otras, con parones entre una y otra, mientras Danny Carey aporta esos extraños y oscuros tempos que acentúan cada acorde; y a la vez que eso sucede Maynard James Keenan añade agudas melodías y arias demoníacas. Para conseguir el particular sonido del álbum como curiosidades decir que Adam Jones usó una caja de voz (un altavoz encerrado en una caja con un solo agujero por el que sale el sonido), un pedal Gig-FX Chopper junto con otro pedal de sonido/wah para controlar el efecto; también usaron un micrófono artesanal: un tubo de hojalata con una pastilla dentro a modo de micrófono. Además, tanto Jones como el ingeniero y productor, Joe Barresi, hicieron cientos de modificaciones en los diversos pedales que usaron en el disco.

La gente de Beat.co.au tuvieron la oportunidad de oír el disco en exclusiva semanas antes de que se filtrara en la red, y por si fuese poco, pudieron pulsar las opiniones de dos de los miembros de Tool sobre el esperadísimo disco.

El bajista Justin Chancellor considera que este nuevo trabajo es como un resumen de todos los discos del grupo. «Pienso que el último álbum era una flipada grande. Y complicado. Incluso más que los álbums que lo precedieron, mientras que este, tiene elementos de los tres, casando lo viejo con lo nuevo.»

Explica Maynard James Keenan los motivos por los que en esta ocasión no han contado con Dave Botrill como productor: «Queríamos probar algo nuevo. Usar alguien diferente. Ver qué tenían que ofrecer y qué podían aportar«. «Era agregar un ingrediente fresco,» afirma Chancellor. «El nuevo material tenía un montón de elementos diferentes. Siempre hay el peligro de que podría no haber funcionado lo de traer una persona nueva pero nos metimos en ello deseando que esto se convertiría, de algún modo, en un nuevo sonido para nosotros.»

Se pregunta la gente de Beat sobre como demonios son capaces de componer unos arreglos tan intrincados y complejos. Maynard echa luz al asunto: «La mayoría viene de Justin y Adam, que traen diferentes cosas pero hay canciones que empiezan con un ritmo o una particular idea vocal que yo saco en un teclado o en una guitarra, a partir de lo que se empieza. Es un proceso de improvisación orgánica. Lleva su tiempo pero de algún modo es intuitivo.»

Otra cosa que ha servido para engrandecer el mito de Tool son sus vídeos. El del primer single de este nuevo trabajo ha sido dirigido por el guitarra Adam Jones junto a Alex Grey, el habitual colaborador artístico del grupo. «Será algo que molará, sin duda,» afirma Maynard que en el momento de la entrevista aún no había visto el clip por lo que no pudo profundizar más.

Grey creador del artwork de los discos, se ha destacado como un defensor del uso de alucinógenos como el LSD o DMT para liberar la mente de sus grilletes. Maynard comparte la visión de Grey aunque añade un método natural para conseguir hacer volar la mente. «Pienso que en general el estado mental en el que la gente entra cuando persiguen una forma de arte más centrada, de algún modo, es como tomar psicodélicos (sic). Cierto es que la meditación natural es otra forma de encontrar un lugar tranquilo dentro de uno mismo, sin sustancias químicas, ya que hay gente que necesita esa sacudida fuera de la realidad para poder ver las cosas en una perspectiva auténtica, y eso es válido siempre que cuando estés en ese estado lo respetes, y no lo uses como un sostén.»

Chancellor amplia la teoría: «Si estás atrapado en el día a día, y quieres acceder a algo más creativo quizá necesites algo de ayuda. Pero si te mantienes sano, cuando te vas haciendo mayor, lo necesitas cada vez menos.»

El grupo angelino evita lo más posible las apariciones públicas: en sus vídeos ellos no aparecen, no hay anuncios televisivos para sus discos, ni singles radiables. «Es un rollo de nivel de comodidad. Cuando empezamos como banda, no estábamos demasiado cómodos vendiendo nuestras 'cabezas' para vender la música. Es decir, no empezamos en esto con 20 años. Ya estábamos acabando la veintena, así que ya nos había pasado la clase de cosas que hacen que a alguien le implosione el ego. No estábamos tan enamorados de la parte de 'fama' que comporta estar en una banda. Y pienso que también era el deseo de mantener la música 'pura'. Fue una decisión natural.

Además, somos tipos gruñones – no nos gusta que haya gente en nuestro espacio. Así, tan pronto empiezas a vender tu cabeza y tu personalidad, tienes que enfrentarte a ello. El trabajo creado por nosotros cuatro, musicalmente, está socavado. Socavas ambas cosas, el proceso (compositivo) y tu vida personal.»

Extraño es que la banda, en unos tiempos como los que vivimos, no tengan manager ni intermediarios. Quieren mantener la integridad artística asegura Keenan. «Si las bandas se limitaran a ir a la suya y preocuparse por la música y no en hacerse famosos, sería lo normal en cada banda. En lugar de eso, se trata de conseguir que su canción aparezca en el próximo anuncio de la Superbowl, o ser guay por salir por ahí con Madonna o quien sea, eso compromete el proceso artístico.»

El vocalista tiene fama de huraño o cuanto menos, poco accesible inclusive con los fans del grupo o los cazautógrafos. «Lo encuentro muy… poco natural. Lo que pasa es que quiza me esté tomando una copa con un amigo en un bar, tratando de lo mío, cuando de golpe viene alguna persona, me dice lo genial que soy, y se ofrece a pagarme una copa, sin importarle si estoy en medio de una conversación. O puede ser que quizá esté en el parque con mi hijo, y es 'Ey, ¿tu eres Maynard de Tool?'. 'Bueno, no – ahora mismo, soy el padre de este niño y quiero estar solo'. De golpe me han puesto una trampa. Porqué si no acepto la copa, o le ignoro, o digo que estoy en medio de una conversación con un amigo, ¿me convierte en un gilipollas pretencioso?. Solo porqué esté en una banda no me hace un sirviente público. Es muy raro estar en esa posición porqué veo mi rol en esta banda, estando entre estos cuatro tipos. Nadie más. No pasa siempre pero como que pasa, te pone a la defensiva. Eres muy cauteloso. Siempre piensas, '¿Esto va para ese tipo que tiene grandes expectativas sobre como debería actuar?'.»

La música de Tool se ha considerado desde siempre como poseedora de cierto nivel intelectual, con letras intrincadas y de difícil comprensión de buenas a primeras. «Estamos en un sitio entre rock y hard. Sin que quiera hacer un juego de palabras. Estando en una banda que podría decirse que ofrece algo más inteligente, tenemos un montón de chavales que no son necesariamente unos lumbreras, que no lo pillan. Pero la cosa también se trata de 'canciones de odio', bien por ellos. No es lo que quise hacer pero mola.»

Preguntado Maynard sobre las diferencias entre su grupo y el resto de bandas de rock, responde: «Tengo muchos amigos que son músicos y a veces salgo de gira con ellos. Es gracioso porque cuando voy a una nueva ciudad, probablemente vaya a probar algo de la cocina local, echar un vistazo a las bodegas, pasear por los jardines botánicos, ¿sabes? Pero en lugar de eso, lo primero que hacen es ir al Hard Rock Café para comerse una hamburguesa y mirar a ver si alguien los reconoce. Yo me quedo en plan, '¿Qué coño estás haciendo?'. Es como si, 'Oh, me olvidé – ¡¡eres el niño del divorcio, y tu padre se marchó cuando eras joven y eres un puto egomaníaco que necesita atención todo el día!!»

Añade Chancellor: «No somos esa clase de banda. Es decir, cuando hacemos cosas como esta (se refiere al acto en el que presentaron el disco a la prensa australiana y donde se realiza la entrevista) está como aceptado que se te acerquen contínuamente a preguntarte cosas. Pero no cuando estás haciendo tus asuntos. O sea, no somos la clase de tipos que vamos con Harley Davidson por Sunset Strip.»

Preguntados sobre alguna banda actual que les despierte interés, Chancellor indica que «la mayoría del material que nos inspira no es la música más popular. Pero supongo que en términos de bandas más grandes, serían Radiohead, The Mars Volta y las cosas de Mike Patton como Tomahawk y Fantomas.» Keenan añade algunos nombres más: «Nine Inch Nails, Meshuggah, Isis. Artistas en general pero bandas que prestan atención a lo que hacen, y que hacen que los arreglos sirvan a la música de la mejor forma posible.»

Bandas las citadas, todas ellas caracterizadas por ser originales. «Si tenemos un objetivo principal es el de crear algo original,» explica el cantante. «Algo que hayamos experimentado y que hemos hecho crecer y desarrollado juntos, y que de alguna forma podemos comunicar.»

«De ahí viene la motivación y la emoción,» afirma el bajo. «Hacer algo que nadie haya oído antes.»

Con dos proyectos a los que alimentar, Maynard responde a como afronta cada uno de ellos: «Son conversaciones diferentes. La misma técnica que desarrollas cuando estás en un sitio todos juntos, trabajando en lo que necesita una canción, sirve para las dos bandas. Si miro a alguien en esa habitación, tenemos que trabajar en eso juntos. Cualquier consistencia o diferencia que haya en lo que hago vocalmente, si hago mi trabajo correctamente, debe haber algo familiar ahí, además de algo completamente nuevo. Lo que consigo, personalmente, si eso es lo que me preguntas, es pulir mis habilidades e ir más allá como individuo.»

Una de las preguntas que sin duda muchas veces habrá recorrido la mente de muchos de los fans de Tool es de donde les viene la inspiración para crear música. Y la respuesta no puede ser más obvia y común: «De la vida en general. Cada día trae nuevos estímulos y experiencias. La situación del mundo, que puede catalogarse como macabra, como poco. Sin duda que estamos bendecidos por hacer lo que hacemos. No estamos tan afectados por lo que pasa globalmente a nivel político, social y ambiental como le pasa a otra gente, y lo agradecemos de verdad, pero puede ser bastante aislante e insular. Mira a Iraq o incluso a New Orleans. Quizá suene banal pero es un privilegio poder estar manteniendo esta conversación – no es algo de lo que no estemos al tanto.»

Para terminar, se le cuestiona a Keenan sobre como catalogaría «10000 Days«, a lo que el vocalista responde con un simple: «Dos mil seis«.