Maynard James Keenan: creando que es gerundio

Coincidiendo con la presentación en directo de Puscifer en Los Angeles los días 4 y 5 de abril, ARTISTdirect ha entrevistado a Maynard James Keenan, sobre el proyecto y todas las motivaciones que lo pusieron en pie.

«Simplemente oír como se van juntando las diferentes ideas es extremadamente gratificante, ¿sabes a lo que refiero» cuenta el músico al respecto de trabajar con tantas personas distintas en Puscifer. «Hay todas esas conversaciones diferentes que tienen la misma base para un puñado de ritmos. Cuando pones a personas diferentes en una habitación, sus personalidades toman el control y a ti te entra otro rollo. Es super satisfactorio oír como esa pequeña semilla crece en árboles fruteros distintos.»

El directo le da otra dimensión a la música de Puscifer: «Toman otra vida completamente nueva. De hecho, las hemos desnudado a algo elemental y vuelto a construir de la nada más que no tratar de recrear la versión del álbum o un tributo programado. Me parece que es la trampa en la que cae la gente: trata de recrear lo que hicieron con Pro-Tools, lo cual es bastante inútil. Se preocupan demasiado de tratar de imitar algo que fue hecho en un ordenador por otro músico. No me parece que se traslade (al directo) tan bien. No sienta igual cuando tratas de lograr eso. Lo que hacemos nosotros es abrirlo y que cada músico pueda estirar las piernas y aprender algo durante el proceso. No es que estiren las piernas sin escuchar a los otros músicos. Me aseguro de que estiro un poco de la correa para que estén atentos a lo que los otros tipos hacen y todos creen algo juntos.»

Lo cierto es que cada concierto es diferente, y en este caso no es un tópico. «En términos generales, esto es un trabajo en curso. Todas estas piezas continuarán transformándose. No para de crecer y expandirse. Nunca estará acabado. Es como ver uno de esos caóticos programas de tu ordenador. Aún así es bastante liberador.

He de decir que hay disciplina, hay trabajo y análisis, y también hay mucha reflexión. Es como preparar una situación y permitir que se transforme por su cuenta una vez hecho el trabajo. Está claro que la música tiene una naturaleza juguetona pero también tiene que haber conocimientos y debe afilarse, probarla y testarla. No vamos a salir ahí simplemente a improvisar. Tenemos que cumplir.»

Le indican que todo el proyecto tiene un aire de empresario hip-hop, en tanto en cuanto no solo es música: también tiene su apartado de marketing. «¡Qué palabra más horrorosa! (risas) La parte hip-hop, no la empresarial. Dios bendiga a Tommy Lee, yo no sigo ese camino. Pero si, hay una correlación entre negocios y música. En general adoro crear arte de cualquier tipo. Tengo ideas y quiero expresarlas. Soy un ser creativo. Me siento obligado a forzarme y explorar toda clase de cosas. Considero que la vida es demasiado corta como para no crear algo con cada bocanada de aire que tomas. Si resulta ser un gorro (risas), un cenicero, un aparato útil, una canción, una botella de vino, un par de zapatos o una película, todo es un proceso creativo.»

¿Qué parecidos podrían encontrarse entre componer música y hacer vino? «Bueno, el modo en que hago música y el modo en que hago vino es muy similar. Pienso que algunos de los mejores vinos del mundo son vinos de regiones donde el vinicultor permite a la tierra expresarse. El vinicultor se aparta: trabaja con lo que tiene, permitiendo que el sol y la lluvia dirija sus movimientos y que las uvas se conviertan en el vino que quieran ser. Es el mismo proceso que hacemos con la música. Permitimos que la música ocurra más que no forzarla.»

Keenan explica en qué consiste la mascota del proyecto. «Es la anfitriona. Miss Puscifer es el núcleo de todo esto. Es como la presunción (de lo que saldría de) mezclar ese extraterrestre desconocido con la figura de la fertilidad y la fuerza creativa. Tienes las figuras de la energía de la tierra y la de Venus. En eso consiste: esa fuerza emociona e impredecible, algo como el tiempo.»

¿Como pasar a formar parte del colectivo Puscifer? «La relación…Hemos creado una relación dentro de nuestro núcleo de gente. Somos muy protectores con nuestro proceso y no dejamos entrar a cualquiera. Tiene que ser gente en la que confiemos. Hemos hecho muchas giras así que conocemos a mucha gente. No mantenemos el contacto con todos pero con unos pocos si y es por una razón. Tienes que honrar esa oportunidad conociéndote -una especie de acercamiento ichi-go ichie-e de la ceremonia del té japonesa- y lo haces. »

Lo curioso es que mucha de la gente con la que colabora en Puscifer son personas con las que forjó amistad hace más de 20 años cuando empezó en el mundo de la música. «Si, de algún modo es completar el círculo, sobre todo volver a hacerlo con la gente de la comedia con la que solía trabajar hace años. Es refrescante ver donde han llegado y donde han acabado. Retomamos algunas de aquellas ideas guays que tuvimos en aquel entonces que nunca pudimos desarrollar. Hoy día con la tecnología parece como si las fuentes están disponibles para ver aquellas imágenes. Un sitio como Funnyordie.com es fantástico porque tienes a toda esa gente con ideas geniales de guiones que no llegaron más allá porque los ejecutivos no lo entendieron y los directores están en una posición en la que dicen, 'A la mierda, lo dirijimos nosotros'. Lo filman y lo suben sin salirse de presupuesto.»

¿El hecho de quitar intermediarios borra el filtro cualitativo? «Creo que hoy día es más difícil llegar a más gente. Es más fácil llegar a poca gente, lo que, en mi opinión, es mejor. La idea de conquistar el mundo y tener algo grande inmenso en boca de todo el mundo es lo que no queremos hacer. A alguien se le ocurre una fantástica receta para unas galletas o una mermelada y de golpe creen que tienen que meterlo en todos los supermercados. Tu no. Tu simplemente puedes venderlo en tu pequeño mercadillo de tu pueblo, ganarte la vida y ser feliz. Es elegir un estilo de vida. Es una forma de vida mucho más satisfactoria más que no estar estresado sobre todos los dedos del pastel y los distribuidores y todo lo que conlleva hacerlo global. Manténlo local. Todo vuelve a centrarse en el arte, especialmente estos días en que es difícil vivir de tu música. Todo acaba reducido a que la gente hace música porque quiere hacer música y no por querer hacerse famoso.»

En cuanto al futuro del proyecto cuenta que «probablemente grademos unas cosillas pero lo más probable es que hagamos algunas fechas por el país. No vamos a hacer una gira. Estamos más centrados en hacer algo artístico, haciendo dos noches en una ciudad, en un club pequeño e íntimo, como el Club Nokia. Estamos mirando en sitios de Texas que tengan bonitos teatros como Austin o Houston. Hacemos eso dos noches seguidas y nos volvemos a casa. Eso no es una gira. Si, sinceramente no creo que Los Angeles sea el mejor sitio para algo como eso. Creo que el mejor sitio sería Las Vegas porque solo decir Las Vegas ya te ríes. Todo vale, es divertido, es fin de semana, es una fiesta y puedes divertirte. En Los Angeles estás bajo un microscopio y todo el mundo está tan hastiado. Es difícil venderlo. Creo que va a ser refrescante. Hay muchos grupos de teatro y clubs que han tirado la toalla por intentar impresionar a la gente y que ya van a lo suyo. Es genial. No los ves a no ser que te los encuentres en su barrio, club o teatro. Hay pequeñas panaderías aquí y allá haciendo lo suyo, lo cual está bien. Cuando es algo como esto hay tanta atención en ello debido a mis otros proyectos que termina bajo el microscopio. Si yo no estuviera involucrado y la gente se lo encontrara, a la gente le gustaría más porque no estarían midiéndolo con cualquier otra cosa que hubiera. Es injusto porque es algo completamente diferente a lo que he hecho antes pero ya sabes, la gente responde a un plan de marketing, somos americanos, lo llevamos dentro. Está convenientemente empaquetado, todo, para dar con algo como esto, es difícil para la gente entenderlo.»

Explica Keenan sobre el álbum debut de Puscifer, «V Is For Vagina» que «no son canciones terminadas. Son versiones terminadas en cuanto a que así se van a quedar pero la idea era plantar semillas. Eso es lo que Matt y yo hicimos en la carretera con un puñado de otros amigos músicos en habitaciones de hotel y en estudios en los días libres de la gira (de Tool). Esas son las versiones. Eso es lo que sale cuando tienes la garganta hecha mierda y estás cansado y no has dormido en tu cama desde hace dos meses, has estado en un avión o bus, y eso es lo que salió. Ramificándonos desde eso, hicimos lo de las remezclas. Supongo que lo llamamos remezclas pero son simplemente diferentes versiones de las canciones. No hay 'una versión' de una canción. Siempre irá cambiando.»

Sobre como eligió a los 'remezcladores', cuenta que «me puse en contacto con todo el que estuviera disponible dentro de nuestro pequeño círculo de amigos. Yo decía, 'Hey, ¿quieres hacer esto?' y la respuesta era 'Si' o 'No'. Ahí está. No rechazamos ninguna remezcla que llegó. Casi todos a quienes nos dirigimos y que nos mandó una remezcla acabó en el disco. No filtramos nada.»

Sin duda es un alivio no tener la presión de un sello discográfico detrás. «Cuando sigues el camino 'indie' no tienes el apoyo que tienes de todas esas otras entidades. Todo el mundo sigue convencido de que tienes que ir a través de esos grandes canales para hacerlo y al final no es otra cosa que vagancia de parte de los managers, agentes, sellos y todos los intermediarios. Toman el camino fácil y los artistas no suelen tener un postgrado en finanzas o marketing y no se dan cuenta de que podrían hacerlo de otras formas. O son demasiado vagos o están borrachos (risas).«