Recordaréis que el frontman de Machine Head, Rob Flynn, había sido robado en su propia casa aprovechando que había llevado a su hijo de 6 años a la escuela. Le desplumaron guitarras, ordenadores, dinero en efectivo y joyas cuyo valor ascendía a 30.000 dólares.
En declaraciones al Martinez News-Gazette (no es que el periódico sea de un tipo llamado Martinez sino que la ciudad en la que vive Flynn se llama así) el músico ha hecho saber la situación paranoica en que ha quedado su familia. «Entramos y nos dimos cuenta de que nos habían robado. Nuestro dormitorio había sido saqueado. Mi herramientas estaban en el suelo de la sala de estar porque las habían usado para mover de su rincón la tele. Tengo la sensación de que nos tenían marcados. Era un equipo de gente. Creo que me siguieron en el momento en que me fui de casa y hasta que volví a casa porque pararon a medias y soltaron todo, como si alguien les hubiera avisado de que venía. Lo más duro para nosotros -dejando de lado la sensación de que nuestra casa había sido violada- es que estamos paranoicos. Mi mujer quiere mudarse y mi hijo me pregunta por la noche si los ladrones van a volver y me matarán.»
Flynn se muestra extremadamente crítico con los policías que en primer término se ocuparon del caso. «No tengo la impresión de que hicieran un buen trabajo. Tuve que insistir para que sacaran huellas dactilares y les costó hacerlo. Solo sacaron huellas a tres guitarras – ni en las puertas ni en las ventanas, estuvo mal. Luego estuve dos días sin saber nada de ellos.»
Ahora, sin embargo, con un nuevo policía al cargo (fan del metal y de Machine Head), el cantante y guitarrista es más optimista aunque ello no ha hecho que dejara de instalar un sistema de seguridad del más alto nivel. Sigue ofreciendo una recompensa de 2000 dólares por la guitarra que le regaló Dimebag Darell.