Steven Wilson: «Las nuevas generaciones han perdido la curiosidad»

La gente de la edición neoyorquina de la revista Time Out ha entrevistado a Steven Wilson, líder de Porcupine Tree, a quien preguntan sobre si realmente se está produciendo un resurgir de la escena progresiva o no es más que cháchara mediática.

«Realmente no creo ni que se llegase a ir pero ciertamente ahora se vuelve a abrazar una música rock ambiciosa y más orientada al álbum. Eso, para mi, es lo que es, en definitiva, la música progresiva. En eso puedes meter lo que sea: The Flaming Lips, Radiohead, Muse, Massive Attack. Para mi, esos son todos artistas muy en la tradición de la en su día llamada ola de bandas progresivas. No olvidemos que ninguna de esas bandas, en su momento, nunca se autodefinió como bandas progresivas; simplemente eran bandas que salieron de un clima que crearon The Beatles y Beach Boys con álbums como 'Sgt. Pepper' y 'Pet Sounds', música ambiciosa que no necesariamente se conformaba con el formato de tres minutos de la canción pop. Bandas como Jethro Tull, Genesis, Pink Floyd, ELO, Pink Floyd, tenían muy poco en común aparte de eso. Trataban de hacer algo más conceptual, más ambicioso con el álbum y quizá ponerle más atención -no todos, no creo que Pink Floyd lo hicieran pero algunos le ponían más atención a la habilidad musical, que quizá las bandas de pop de los 60. Aún con eso, es un asunto debatible porque una banda como Pink Floyd no eran grandes músicos y se puede discutir si no es la más progresiva de todas esas bandas. No eran grandes músicos pero mucha gente piensa en ellos como la banda de rock progresivo por excelencia, en el sentido de que su música ha demostrado ser más atemporal que muchas de las otras banas progresivas, principalmente porque no habia ese énfasis en la habilidad musical. Era puramente un juramente para hacer algo más creativo con el álbum, de la idea del álbum como un continuo musical, un viaje musical. ¿Se ha marchado eso completamente? Ciertamente tuvo sus años oscuros con el grunge y todas esas cosas. Pero creo que la idea de un álbum como un viaje musical siempre ha estado ahí y probablemente ahora sea más popular que antes -o no como nunca antes pero desde la ola original- porque la música ha sido liberada de la radio comercial y la MTV.»

Wilson acusa a las radios y a la MTV: «Los mayores responsables de confinar la música popular a una canción pop de tres minutos estos últimos 25 años son estas dos cosas. Si sacas esas dos cosas del circuito, no hay necesidad de conformar una canción de formato pop de tres minutos, y creo que esa es una de las razones por lo que hemos tenido un resurgir en la música que no piensa necesariamente en formatos de música comercialmente popular. La otra razón es que ahora es posible hacer música para un mercado mucho más pequeño y sobrevivir de vender directamente a los fans a través de internet. Así la gente no tiene que pensar tanto en términos de radio comercial del modo en que lo hacían en los 80, que es cuando empecé. Tenías que pensar en sacar las cosas en la radio porque no iban a hacer carrera de otra manera. Eso ya no es verdad. Creo que en ese sentido, una banda como Rush de los 70 es un gran modelo, una banda que no para de girar y hace constantes álbums de calidad, nunca tuvieron grandes singles de éxito, nunca fueron a la moda, nunca salieron en la MTV y son más grandes que nunca. Creo que realmente son el modelo lo que está pasando ahora mismo. »

Porcupine Tree sería otro gran ejemplo de banda que ha ido creciendo sin ayuda de radios o televisiones. «Una de las cosas de las que me di cuenta bien pronto al empezar a hacer música como Porcupine Tree -que fue a principios/mediados de los 90, y lo andaba haciendo en solitario, haciéndolo, por mi cuenta porque no pensaba que nadie más quisiera oírlo- es que siempre hay público ahí para música con integridad, música que o cumple necesariamente con las reglas comerciales del 'mainstream'. Yo me considero una de esas personas. Cuando crecía, siempre andaba buscando la música más intencionadamente poco comercial: ya fuese Captain Beefheart o Frank Zappa o King Crimson, era lo que me atraía. Y si notaba que uno de esos artistas empezaba a intentar cortejar con el 'mainstream', eso era el principio del fin de mi relación con esa banda. Aquí vuelvo a Rush como ejemplo. Floyd es otro, Led Zeppelin…Ambas bandas nunca sacaron singles en sus buenos tiempos. Creo que Porcupine Tree es sin duda una banda de esa clase de tradición que ha mantenido la fe en la base de fans no asustándola con esta idea de que vayamos en busca del todopoderoso dólar. Así que ha sido muy orgánico, muy lento pero siempre ha sido una trayectoria ascendente; llevamos 20 años y sigue subiendo, y no hay muchos artistas que puedan decir eso. Ha sido una curva ascendente muy lenta pero siempre ha ido en la dirección correcta.»

Wilson reconoce que la oscuridad y melancolía de sus letras se basan en el mundo que nos rodea. «Como cualquiera, miro alrededor el mundo en el que vivimos, y me es muy difícil ser completamente positivo sobre todo lo que ocurre. Una de las cosas que más me ha tocado el nervio en estos últimos cinco años, en el último par de discos en particular, es como ha cambiado lo de ser joven, de cuando yo era joven, que tampoco hace tanto. Crecí en los 80, y el ejemplo que le doy a la mayoría de gente es que la idea de que yo, de adolescente, pudiera irme a mis padres, o incluso más joven, y decirles que quería mi propia TV, habría causado carcajadas en la habitación. Mira la situación de ahora: los niños tienen su propia TV, teléfonos móviles, iPods, Sony Playstations, conexión de internet, que, de alguna manera, es una puerta a…Bueno, todo. Nunca oí a la gente hablar de que los niños tomaran medicamentos con receta cuando era niño. Si tus padres tenían problemas contigo, eso era un problema en la familia, no era porque tuvieras un trastorno de déficit de atención o uno de esos latiguillos que oyes. Es bastante fácil ser -y aquí está la cosa, esta es la palabra que para mi resume todo- parece bastante fácil hoy en día vivir sin, y en mayúsculas, curiosidad. Y la curiosidad, es el más grande, el atributo humano más infravalorado. Sin curiosidad, nunca miras más allá del 'mainstream'. Nunca miras a lo que no te están mostrando, en términos de productos, TV, films, música, lo que sea. Y nunca tienes la ambición de viajar fuera de tus inmediaciones. Y estas son todas las cosas, para mi, que eran tan importantes de niño. Me moría de ganas de terminar la escuelo, me moría de ganas de irme de mi ciudad, me moría de ganas de viajar. Me moría de ganas de devorar todo, todos los libros, toda la música, todo el cine – mientras más oscuro, mejor. Me pregunto si todas las cosas de las que hemos estado hablando, con internet particularmente, esa misma sensación de curiosidad ya está muerta para cuando los chavales dejan el instituto. Y de eso escribo. Sé que estoy generalizando; no todo el mundo es así, y he conocido a muchos chicos que son muy apasionados y muy curiosos. Pero yo era un gran fan de Bret Easton Ellis y él resumió el aburrimiento de la vida moderna mejor que nadie.»

Pero claro, internet no es el mal personificado. «No hay solo blanco o negro. En muchos aspectos, internet es un gran libertador. Desafortunadamente, el modo en que yo lo percibo, y el modo en que escribí de ello en 'Fear Of A Blank Planet', era que tienes esta increíble herramienta de sabiduría e información, y el 99% de nosotros lo usa para bajarse pornografía y música. De nuevo estoy generalizando, pero así parece funcionar la raza humana. La otra clase de síntoma de esto para mi es que crecí con un periodismo musical genial. Leía a periodistas musicales y comprando revistas musicales; gente que podía entusiasmarte sobre música por como escribían articuladamente, informativamente, con contexto y todas esas cosas. Ahora puedo meterme en internet y encontrar millones de críticas de mi último disco – ¡literalmente, un millón de críticas de Porcupine Tree! (risas) Y no es más que ruido. Es simplemente, 'este álbum es una mierda', 'este es el mejor álbum que han hecho nunca', 'este es el peor álbum que han hecho nunca'. Es simplemente gente expresando sus opiniones como un hecho, sin ninguna clase de perspicacia o entendimiento. Y eso también lo encuentro algo deprimente. Así que supongo que estoy chapado a la antigua en cuanto a que me encuentro algo alienado en este mundo moderno. Retrocede 15 años y tenías 'OK Computer', que iba de lo mismo. Retrocede otros 15 años y tenías el 'Dark Side Of The Moon', casi de lo mismo. Así que no me es nueva esta sensación, llegando a cierto punto de mi vida y sentir esa clase de alienación y confusión de estar en esta clase de mundo moderno.

Digamos que un chaval que descubre hoy el 'Trout Mask Replica' de Captain Beefheart hoy en internet. Bueno, este era uno de mis santos griales de cuando era niño porque oí de ese álbum en términos legendarios y me llevó meses dar con él. Para cuando encontré ese disco -y lo encontré como una importación americana y tuve que gastar mucho dinero de mi bolsillo para comprarlo- llevaba meses buscándolo. Y me llevó una inversión tan grande de tiempo, energía y dinero que incluso pensé que odiaba el disco la primera vez que lo oí (risas) -y la segunda y la tercera y la cuarta vez empezó a tener algo de sentido- puedes apostar hasta tu último dólar que iba a hacer todo y cualquier cosa para poder sacar todo de ese disco antes de desistir. Si un chaval hoy en día quiere oír 'Trout Mask Replica', puede ir a internet y puede encontrarlo sin esfuerzo, y probablemente descagárselo en poco tiempo. ¿Ha invertido el mismo tiempo y energía y dinero en ese disco? No, no ha hecho nada de eso. Así que probablemente si no te gusta la primera vez -y como nota personal diría que la mayoría de los discos que me encantan no me gustaron la primera vez- si no le gusta la primera vez, ¿va a perseverar con ello? Probablemente no. No estoy diciendo que internet sea una cosa mala; es el progreso y es genial quela gente pueda encontrar 'Trout Mask Replica]' fácilmente. Pero al mismo tiempo, además, en el fondo de mi mente pienso que es demasiado fácil. Ahora es demasiado fácil encontrar música, y por ello demasiado fácil desestimar música, particularmente música que no te gusta la primer vez que la oyes.»

Para concluir, habla de 'Insurgentes', en su formato documental que se editará en breve en DVD. «Salió porque decidí que quería hacer un disco en solitario. Bien es cierto que los primeros discos de Porcupine Tree, de hecho, eran discos en solitario así que no es la primera vez que he hecho un disco por mi cuenta. Lo que hizo diferente este proyecto, lo que hizo que esta fuera la primera vez que quisiera poner mi nombre real en un álbum, es que fue la primera vez que sentí que quería tratar de incorporar todos mi intereses musicales en un disco. Crecí escuchando bandas como The Cure, Cocteau Twins, Dead Can Dance – esas son las bandas con las que crecí y siempre tuve esas cosas en mi gusto. Además, también me encantaba la música industrial: escuchaba mucho Throbbing Gristle, SPK, Cabaret Voltaire. Y bandas 'shoegaze' como Slowdive y My Bloody Valentine. Todas estas cosas eran parte de mi mundo musical, que nadie había oído antes en mi propia música. Así que quería crear este disco que incorporara por primera vez todos los aspectos de mi personalidad musical. Y lo otro que decidí hacer, porque hacer un disco normalmente eso significa encerrarse en un estudio y mirando a las mismas cuatro paredes durante tres meses, es decirme, no quiero hacer eso; quiero viajar por el mundo y hacer este disco. Y tan pronto tomé la decisión pensé que sería genial acompañarme por un director y documentar el proceso. Fuimos a México unas pocas semanas; literalmente, lo fuimos haciendo mientras nos movíamos. Fuimos a Israel, Japón, América, Escandinavia, conociendo músicos, componiendo en la carretera mientras viajaba, inspirándome y haciendo el disco. Pero lo que era muy interesante es como el film fue más allá de un documental de un 'making of'. Se convirtió -en parte, pienso, porque soy bastante obstinado sobre la industria musical y tengo mucho que decir al respecto- en parte en un documento de lo que significa ser un currante de la música en la industria de hoy en día. No algo como Michael Jackson o U2; me refiero a un nivel de base con una pequeña pero dedicada base de fans. ¿Como reconcilias la cultura de las descargas? ¿Como reconcilias la muerte del producto comercial y la muerte de las compañías de discos? ¿Como reconcilias todo eso con ser un músico trabajador a principios del siglo XXI? Así que, se habla mucho en el film, sobre la cultura de las descargas, 'American Idol', el embalaje de los discos, el resurgir del vinilo. Y hablando con otros músicos, y en un caso un productor: hablamos de Trevor Horn, que fue una gran influencia para mi. Es un tipo que siempre hizo discos de gran sonido; ¿qué siento acerca de que sus discos sea comprimidos a mierda? ¿Qué siente acerca del hecho de que el 90% de la gente escucha música en mp3 en iPods, en pequeños auriculares para iPhone? Así que hablamos de esas cosas en la película, con otros músicos. Así que, la cosa tomó vida por su cuenta; se convirtió en mucho más que una película para mi. Se convirtió en un film acerca de ser un músico en estos tiempos.«