El debate de la semana: ¿debe una banda sacrificarse por contentar a sus fans?

Esta semana Muse anunciaban su intención de cerrar de alguna manera un ciclo y archivar los temas de sus inicios para iniciar una nueva etapa. Ya comentamos que no es la única banda que ha llevado a cabo una acción similar: hablábamos de Silverchair y la incomodidad que a Daniel Johns le provocan muchos temas de sus dos primeros discos, compuestos cuando era un adolescente; Pantera no se mostraron nunca demasiado orgullosos de sus discos pre-«Cowboys From Hell«; Pink Floyd llegaron a calificar su quinto disco, «Atom Heart Mother«, de «espantoso«…

En fin, casos hay muchos y seguro que recordáis más.

Pero, por otro lado, hay bandas que parecen vivir mejor de rentas y que sin buscar excusas en forma de un disco nuevo, salen a la carretera a tocar los temas con los que se hicieron famosos (lo ha hecho Aerosmith recientemente, The Rolling Stones son maestros en la disciplina, AC DC o el reciente caso de Roger Waters) sin que sus fans se quejen.

Considerándolo todo, ¿os parece correcto que una banda reniegue -por así decirlo- de sus orígenes? ¿Debe un grupo «sacrificarse» interpretando canciones que no sienten para contentar a sus fans? Aunque por otro lado, ¿serían esas bandas lo que son sin esos primeros discos? ¿Cabe entender las primeras obras de cualquier banda como de búsqueda de un sonido propio? ¿Significa el hecho de vivir tocando temas del pasado falta de creatividad al no ser capaces de componer nada nuevo que iguale o supere su trabajo inicial?