Crónica Vans Tour 2011 (NOFX), Sala Apolo 2, Barcelona (20-04-11)

Los barceloneses (y no tan barceloneses) no tuvimos mejor forma de celebrar la Semana Santa que con el paso del Vans Tour 2011 por estas tierras, que para la ocasión habían preparado un cartel con tres grupos del sello Fat Wreck Chords, encabezados por los jefes del mismo: NOFX.

Para empezar, les tocó abrir a Old Man Markley. Desde el comienzo, el octeto o noneto (al final perdí la cuenta de cuantos eran) se metió en el bolsillo a la audiencia que empezaba a llenar la sala Razzmatazz a base de sonidos countries con aires punk. Todo el movimiento que desplegaban en el escenario se fue transmitiendo al público y disfrutamos de un gran concierto. Ataviados con instrumentos tan diversos como un banjo, un violín, una mandolina o una tabla de lavar, presentaron temas de su único álbum «Guts n Teeth» y dieron muestras de sus buenas tablas en directo con canciones como el single «For Better For Worse» o «In A Circle Going Round», en el que su cantante/guitarrista pidió que se hiciera un circle-pit entre el público y este respondía a la perfección.

Tras estos, la noche empezó a tomar tintes más punk rock a cargo de Teenage Bottlerocket. Con sonidos más cercanos a los cabezas de cartel e incluso cierto aire ramoniano, no terminaron de agradar tanto como sus predecesores. Los descompasados saltos de su cantante y un desafortunado «¡Viva España!» no ayudaron a ganarse al público que acabó aburriéndose de la monotonía del grupo sobre el escenario, aunque dejaron detalles de buenas canciones como «Skate Or Die» o «Bigger Than Kiss».

Tras finalizar este concierto, llegó el momento que todos allí estaban esperando. Con un leve retraso y acompañados de un teclista, salió a escena el cuarteto californiano. Después de una corta Intro con El Hefe a la trompeta, comenzaron a sonar los acordes de «We Called It America», tema que abre su último disco «Coaster«.

Desde el primer momento, la sala, que ya presentaba un lleno hasta la bandera, se entregó totalmente a Fat Mike y compañía. Estos respondieron como era de esperar con clásicos como la coreadísima «Leave It Alone».

Tras «I'm Telling Tim», «Eat The Meek» y «Murder The Goverment», todas ellas de su genial «So Long And Thanks For All The Shoes«, vino el momento sentimental de la noche, en el que interpretaron «My Orphan Year».

Todos estos instantes en que los clásicos atronaban la sala y la gente no paraba de moverse, tenía su contrapunto con los denominados por su cantante/bajista como «momentos siesta», en los que sonaban canciones más cercanas al reggae o al ska como «Straight Edge», «Scavenger Type», «Reeko» o una versión de «Radio» de Rancid, incluida en un split que ambos grupos sacaron 2002 interpretando canciones del otro.

Para no perder la costumbre, entre canción y canción no faltaron los parloteos de Fat Mike con El Hefe y el público. Así pues, tras una hora justa de concierto y después de que sonaran temas como «Franco Un-American» o «Stickin' In My Eye» se retiraban con «Linoleum» para el consabido paripé de los bises.

Tras el parón, volvieron con el que para Fat Mike es el mejor tema de la banda: «The Separation Of Church And Skate». Con «The Bag» y «Theme From A NOFX Album» se retiraban para no volver, acabando Eric Melvin al acordeón en un solo interminable (y ahorraré más adjetivos).

Correcto concierto el ofrecido por los punkrockers californianos en el que, seguramente, más de uno se fue con la impresión de que su paso por Barcelona no fue más que un mero trámite y con el sabor amargo de que algo mejor podía haber ocurrido esa noche en la Razzmatazz. Es obvio que nadie espera el mejor sonido en uno de sus conciertos, pero sí algo más un trabajo bien hecho. Aún así, el trío de grupos de Fat Wreck Chords dejó una sensación agradable tanto a grandes como a pequeños.