Page Hamilton (Helmet): «Me dijeron que no era guay que se supiera que tenía estudios de música»

Hablar con Page Hamilton es hacerlo con una auténtica institución de la música alternativa de los 90: Helmet lograron con su particular sonido dejar de lado la imagen que tanta importancia parecía tener en el metal para sacar de la chistera una arsenal de riffs que construían un bloque monolítico impenetrable.

Sin duda su debut para una multinacional fue un puñetazo sobre la mesa y sirvió para poner sobre el mapa un sonido que posteriormente influyó a multitud de bandas de lo que vino a llamarse 'nu metal'.

El paso por Barcelona de Helmet en la gira conmemorativa del vigésimo aniversario de «Meantime» sirvió como excusa perfecta para poder hablar con Hamilton que desde la atalaya que da la experiencia y su inimitable talento repasó como fue la creación de tan importante álbum además de detallar como es un día en su vida.

pA: ¿Cómo está yendo la gira?

Page Hamilton: Está yendo bien. Parece que es temprano ahora mismo. Estamos con jet lag todavía, tenemos el sueño jodido: despiertos desde las 4.30 de la mañana durante cuatro o cinco horas. Pero está bien, los conciertos están siendo divertidos.

pA: ¿Por qué decidiste salir a la carretera y tocar este álbum?

PH: Fue hace tiempo, un promotor en Alemania nos lo preguntó y dijimos, 'Sí, nos encantaría hacerlo'.

pA: ¿Hay planes dentro de 2 años de hacer una gira con “Betty”?

PH: No de momento no hay planes eso, no.

pA: Volvamos a la época en que el escribiste el disco. ¿Recuerdas como lo hiciste?

PH: ¡Oh, Dios! (piensa) Teníamos un sótano en Nueva York. Vivía con mi novia de esa época e iba al sótano y escribía canciones. Estaba tres pisos bajo la tierra. Era muy frío y había un pequeño calefactor. Tenía calcetines de los que corté el talón y la puntera para tocar la guitarra con un cuatro pistas. Compuse las canciones hace mucho tiempo, en 1991. No recuerdo que pensaba cuando escribía muchas de las canciones. Usé mucho la técnica de la lluvia de ideas al escribir las letras, el poeta e. e. cummings, ya sabes, que me gustaba mucho. No son canciones necesariamente narrativas.

pA: ¿Las compusiste tú solo?

PH: No. Todas son mías. La banda tuvo mucha importancia en darles forma en la grabación una vez que nos metimos allí (a grabar), con los rellenos de batería y ritmos de John (Stainer, batería). Siempre trabajó muy bien conmigo. Pero sí, compuse las canciones yo solo.

pA: ¿Hubo contacto con los que grabaron el disco para que hicieran la gira?

PH: No.

pA: Háblanos sobre el artwork del disco.

PH: Elegí la foto de un libro de fotos de catálogo de una compañía llamada Wreiner Design. Mi manager dio con ella. Tenían un montón de fotos guays y me gustó esa. Encontré la foto de la gota de agua que he olvidado de donde la saqué. Esa sale en el mismo CD. También salía de un libro de fotos de catálogo. La he visto en otros sitios. Por aquel entonces no la había visto. Son fotos de catálogo que puedes comprar.

pA: ¿Es algo que tenía relación con alguna canción?

PH: Es algo separado. Es sólo artwork que está guay. Teníamos la idea de dos colores para el álbum, azul y rojo y al sello le gustó así que gastó un poco de dinero extra. Terminó quedando bonito. La idea del logo en el lomo del CD fue idea de la gente de Wreiner Design y me pareció precioso. Desde entonces habrás visto montones de cosas más creativas…

pA: Pero para la época que era…

PH: En 1992 la cosa estaba bastante anquilosada. La industria musical no tenia esa influencia del indie-rock. Nirvana explotó y nosotros fuimos una de las primeras bandas en sacar un álbum con tanto apoyo para una banda que era underground. Fue guay.

pA: ¿Crees que fue un hito para el underground?

PH: No lo sé. Fue genial para nosotros, fue divertido. No sé si abrimos el camino a otras bandas. Muchos grupos firmaron contratos con grandes compañías después. Muchos amigos me preguntaron y les aconsejaba que no era buena idea. Estábamos en una posición excepcional al tener una canción de éxito y el disco fue un hit. Vendimos discos suficientes para poder devolver el dinero. Era una cosa cíclica. Jawbox, Quicksand, Melvins, The Jesus Lizard…Todos firmaron con grandes sellos, hicieron un disco, los echaron y la cosa no funcionó para ellos. Con todas las bandas con las que hablé les dije que no me parecía una buena idea. (Steve) Albini me dijo que no deberíamos hacerlo. Sabía que estábamos en una posición excepcional: éramos una banda que estaba en un sello joven que acababa de empezar y estaba hambriento por lo que sabía que lo iban a promocionar mucho.

pA: ¿Qué función tuvo Steve Albini en el disco?

PH: Grabó 2 o 3 demos de canciones. Creo que eran ‘In The Meantime’, una llamada ‘Rock Messiah’ que más adelante salió en un ‘bootleg’ y un esbozo de 'FBLA II' que no fue lo que terminó siendo la final con todos los arreglos pero era la que estábamos haciendo por entonces. No tenía todas las partes el ritmo, solo el más directo. No volvimos a grabar ‘Rock Messiah’ pero sí las otras dos y prefiero la versión de las demos. Por eso usamos esa versión en el disco.

pA: Su única función fue grabar, no ayudó con la producción…

PH: Por lo visto no es lo suyo. Sólo queríamos grabar con él porque me gustaba mucho Big Black y Rapeman y fue antes de Shellac. Le pedías la opinión y lo único que decía es ‘suena pussy good’ (risas) Hacía broma con él, le daba capones y tal. Es un poco nerd, ahí con sus gafas. Es muy bueno en lo que hace. Se considera a si mismo ingeniero, que es alguien que graba.

pA: ¿No te dio ninguna opinión sobre las canciones?

PH: No lo recuerdo. No me dio ningún consejo sobre composición. Compuse yo solo las canciones, hice los arreglos en el estudio y escribí las letras, esas letras de lluvia de ideas en la habitación de la batería. Hago los arreglos de la canción y toco con una cosa que tengo, que se llama Zoom. Le enchufas unos auriculares y tocas la guitarra y le dije a la banda, ‘Id a ver el partido’. Creo que era un partido de los Washington Redskins. Es gracioso porque a mi me gustan los deportes y a los otros 3 no les puede traer más sin cuidado pero necesitaba tiempo para hacer los arreglos de las canciones y dije: ‘Vale, así son las cosas’. La cosa era algo complicada y Peter (Mengede, guitarra) y no lograba pillarlo, así que toqué mi guitarra con John y Henry (Bogdan, bajo) en directo y lo grabamos. Guitarra, bajo y batería para tener una buena toma y luego toqué la guitarra de Peter en su amplificador e hice la segunda guitarra. Creo que él se encargó de doblar luego las guitarras. Y eso fue. Creo que escribí las letras en la misma habitación de la batería de la Chicago Recording Company.

pA: ¿Hubo alguna banda o música que te influyera mientras hacías las canciones?

PH: No lo sé. Todo lo que que escuchas te influye pero no era algo que intentara imitar. Era muy importante para mí tener mi propio estilo. Creo que hay muchas bandas que no intentan crear su propio vocabulario para la guitarra. Hay mucha redundancia e imitación en las cosas que están saliendo. Ya no escucho demasiada música rock, me hago mayor. Escucho mucha música jazz y música clásica. A la gente del indie la miraban mal. A finales de los 80 no era guay… Band Of Susans no querían que le dijera a nadie que tenía un máster de guitarrista de jazz, ‘no se lo digas a nadie, eso no es guay’.

pA: ¿Hay muchas diferencias entre grabar hace 20 años y ahora?

PH: Por entonces teníamos un presupuesto y la gente nos daba dinero. El último disco lo pagué de mi bolsillo y mi manager me prestó algo de dinero, recuperamos el dinero pero ya está. Quiero hacer otro disco pero no tengo el dinero. A menos que alguien invierta no vamos a poder hacerlo. Es duro. Es el mismo proceso para mí: compongo las canciones, tienen más arreglos, son más complejas, quizás las letras sean más narrativas. Me he desarrollado como cantante y como guitarrista. He mejorado en los armónicos, en los solos y cosas que no hacía antes. Oigo escalas de tonos, tríadas y esas cosas que hacía entonces. Ahora uso mucho la escala menor melódica, el modo dórico, intercambios entre el intervalo séptimo y sexto. Lo oiréis esta noche, uso el ‘flat five’ todo el tiempo. Mi oído se ha desarrollado con el paso de los años. Tengo bastante buen oído que se ha ido desarrollando más al tocar jazz y así. Música que requiere que la escuches.

pA: Es decir, has crecido…

PH: Sí, como músico y como cantante. Creía que tomar lecciones de canto me arruinaría pero empece a trabajar con un tipo en Los Angeles para el ‘Size Matters’ y me encantó. Había tomado lecciones de canto antes en Nueva York pero parecía más como Mambo Jambo y no tenía sentido, no podía entenderlo… No estaba componiendo… Bueno, si que estaba componiendo en ese momento pero aún estaba muy metido en el rollo ese staccato intenso vocal y el rollo melódico que siempre doblaba. Con el paso de los años he aprendido a hacer más con mi voz.

pA: ¿Quizás cuidarla más?

PH: No. Ya no fumo, es algo que dejé hace 5 años, lo que ha sido de gran ayuda. Pero todavía bebo mucho alcohol, probablemente demasiado. Como verás, no hay bebidas fuertes en el camerino. No sé cuanto podré aguantar, ha pasado una semana sólo con cerveza. En cuanto tengamos una noche libre vamos a bebernos hasta el agua de los floreros. Será esta noche en Barcelona porque tenemos hasta las 6 de la mañana antes de irnos. Me encanta beber, es parte de estar en una banda. No es para todos, pero es algo que disfrutamos.

pA: ¿Cómo es un día normal en tu vida?

PH: Es la hostia de aburrido de acuerdo a los estándares de las estrellas del rock normales. Probablemente Axl Rose tenga jardineros y limpiapiscinas limpiándole las cosas. Creo que tiene un Maserati y que le gusta conducir deprisa por la estatal de California. Yo tengo un monovolumen (soccer mom wagon). Vivo en un duplex de una habitación, tengo unas 20 guitarras y mi salón es un estudio de composición/grabación. Me despierto, me hago café, enciendo el ordenador, el teclado, el amplificador y todo eso y me siento. Tengo como tres atriles y la música delante de mi. Trabajo en canciones jazz, sobre todo las primeras horas del día a no ser que esté componiendo. Acabo de hacer la banda sonora para una película, pero incluso cuando la estaba haciendo mi prioridad era trabajar en temas de jazz. No le digas a la gente de la película esto (risas) Mi parte de trabajo de la banda sonora está hecho. Voy a hacer otra banda sonora ahora con otro compositor, Patrick Kirst, alemán, que da clases en la USC (Universidad del Sur de California) de Los Angeles. Fue muy divertido pero aún así mi prioridad en casa es trabajar en jazz. Trabajo en voicings. Tengo un cuaderno lleno de partituras en las que estoy trabajando (en este momento busca en su maleta el cuaderno). Trato de aumentar el número de canciones que tengo. Tengo las canciones y trabajo en melodías y cambios. Esto es algo que he escrito, una canción jazz, que hice con la hija de Tony Bennett (Antonia Bennett) que no hemos terminado todavía porque ella está escribiendo la letra. Trabajo en esta mierda todos los días. Tengo también cosas de acordes en las que trabajo para Jazz Wannabes, que es mi grupo de jazz en Nueva York. Creo que tengo algo de eso por aquí (sigue revisando el cuaderno). Mira, aquí tienes acordes complejos, representaciones del mástil… En fin, mierdas super ‘geeks’ (risas) Escribo todos estos diferentes ‘voicings’: trabajas en diferentes acordes y melodías y encuentras diferentes acordes complejos. Así tienes tus propios acordes complejos, ¿sabes?

pA: ¿Cuándo estás de gira también compones?

PH: No, sólo toco.

pA: Entonces…

PH: Así es mi vida básicamente. A veces me voy a cenar con amigos o me emborracho con mi vecino que toca la batería en The Cult (se refiere a John Tempesta). Y nos emborrachamos y hacemos el idiota…

pA: Te tomas la música como un trabajo.

PH: Sí. Eso es lo que me gusta hacer. Me siento afortunado de que me paguen por hacerlo.

pA: ¿Tienes que poner tu mente en ‘modo composición’ o todo fluye?

PH: No, tengo que sentarme. Si hago un disco de Helmet es algo distinto. Aún me despierto y toco jazz durante un par de horas pero después me pongo a trabajar en Helmet. Son sonidos muy diferentes. Todo se basa en tu sonido. Si tocas jazz enchufas la guitarra directamente al amplificador usando las pastillas del mástil y un poco de reverb, hacer que los acordes suenen bien, tocar un acorde de baile en una guitarra con distorsión no va a funcionar. Pero los acordes de Helmet son ‘drop tuning’ sin casi terceros. Es un sonido totalmente diferente. Tengo otro ampli que enchufo que tiene pedales, pre-amplificadores logrando un sonido más distorsionado. Y todo sale como un ritmo de hi hat.

pA: Bueno, eso es todo.

PH: Excelente. Tengo que cenar algo. Gracias.

pA: Te vemos en una hora en el escenario.

PH: ¡Oh, Dios! ¿En serio? (risas)