Maynard James Keenan recuerda cuando le confundieron con Moby

La gente de AV Club le ha hecho 11 preguntas poco corrientes a Maynard James Keenan, frontman de , que las ha contestado pacientemente.

Su peor trabajo:

Diría que empacar heno en Michigan porque no llegué a hacer bien la conexión entre los agujeros de mis pantalones y la actividad de empacar heno. Soy bajito así que tenía que usar las rodillas para subir los fardos al carro, y se me acababan gastándo los pantalones con los fardos. Cuando terminaba de hacer los fardos, me tenía que ir a comprar pantalones nuevos con el dinero que sacaba de empacar heno (risas) Empecé a darme cuenta de que el sueño americano estaba vivo y coleando en mi mundo.

Cuando se dio cuenta por primera vez de que estaba teniendo éxito:

Creo que fue en el instituto. Me había mudado de Ohio a Michigan para quedarme con mi padre, que es entrenador de lucha libre y fútbol americano. Así que fui a hacer fútbol en mi primer año pensando, «vale, supongo que haré fútbol. No es lo mío pero voy a ver si no puedo hacerlo para complacer al viejo». Bueno, quitaron el equipo B y lo trasladaron todo al equipo universitario, y yo con 50 kilos pensaba, «¿como demonios voy a hacer esto?» Eran tíos grandotes. Hijoputas de tirar fardos de heno. Aguanté una semana o así y entonces vi a esos chavales con sus pantalones de correr y sus zapatillas de deporte y pensé, «eso parece mucho más divertido aunque solo sea para escaparme de estos tíos que me sacan una cabeza. No paran de tirarme al suelo y esto es de tontos». Así que cambié a correr campo a través e inmediatamente lo dominé. No llegué al equipo universitario en mi primer año hasta las competiciones regionales y estatales. Mis tiempos me metieron en el equipo universitario y me habría calificado mejor que algunos de mis compañeros de equipo de haber corrido en la competición estatal porque el equipo B había corrido la semana anterior y mis tiempos eran mejores que la mayoría de mis compañeros de equipo. Como debutante me habría metido en el top 100 así que de algún modo pensé, se supone que debería estar ahí, contra lo que pensaba que querría mi padre, y fui y lo peté. Cuando tomé la decisión de hacerlo, mi padre va y dice, «Sabes, iba a decirte que te están tirando como a un pelele así que quizá mejor debas probar lo de correr» (risas)

Hace tres meses me reemplazaron la cadera y no sabía que llevaba siete años sin ninguna protección ahí. No entendía porqué cada vez que iba a correr o a hacer jiu-jitsu siempre terminaba como si estuviera lesionado. Pensaba que estaba fuera de forma, que había algo mal o que había forzado demasiado y estaba una semana de baja. Finalmente me hicieron una resonancia y me dijeron, «Llevas casi una década sin ningún ‘cojín’ en la cadera derecha» (risas) Yo que pensaba que el dolor de espalda que tenía era por ser un cascarrabias gilipollas. Volví a hacer jogging y volví a estirarme en la alfombrilla de jiu-jitsu. El abuelo está bastante fresco.

De ser un supervillano quien sería:

Déjame que lo piense (usa voz siniestra) Si. ¡Hay tantos! Sale humo de mis oídos. A mi viejo amigo del instituto y a mi, no nos gustaba nuestro barrio por lo que trazamos un plan maestro de comprar una emisora de radio y poner cosas que la gente no quisiera oír. No sé porqué, más allá de cabrear a la gente. Una de las maneras en las que íbamos a comprar la emisora de radio era alquilando fugonetas blancas cerca de barrios donde sabíamos que la gente iba a cotillear y simplemente íbamos a ir cargando cajas vacías en las furgonetas día y noche. Sabíamos que al final alguien vendría y gritaría, «¡Algo está pasando con esas furgonetas!» Acabaríamos demandándole por intromisión en la intimidad porque no había nada en las cajas y no estábamos haciendo nada ilegal. A decir verdad, hubo muchas setas para sacar este plan (risas) Pero si, plan maestro: alquilar una furgoneta, pillar a la gente por pensar que algo estaba pasando cuando no era así, pillar la pasta, comprar una emisora de radio, hacer enloquecer a la gente con música que no le gustara y no sé como pero nuevamente hay drogas por en medio y de alguna manera terminábamos pavimentando toda la ciudad y construyendo un Taco Bell en el centro con media pista de baloncesto y muchos parquímetros, de los que sacaríamos partido. No sé si es un plan de villano pero fue una noche bastante buena. Y ni siquiera juego a basket o como en Taco Bell (risas) Me dan bastante igual pero la idea de ver toda la ciudad pavimentada y que de lejos se vieran todos esos parkímetros y el Taco Bell con media pista de basket sería de ser bastante capullo (risas)

Como era de niño:

Casi un supervillano. Siempre estábamos pensando cosas fuera de lo corriente. Tenía mis amigos del barrio y siempre nos andábamos picando. Siempre jugábamos a guerra o a superhéroes o cosas así pero siempre teníamos una semana completa para hacerlo así que hacíamos bandos y nos peleábamos de una u otra manera. No íbamos directamente unos contra otros. Nuestro equipo se iba hasta el final de la calle, se metía en el bosque y hacíamos cosas raras. Hacíamos de todo antes de que fuésemos a atacar a nuestros amigos. Había todas esas historias a la vez casi como si fuera un rollo Kelly’s Heroes. Pero si tuviera que resumirlo supongo que era muy creativo, tenía mi propio mundo.

Siempre era acusado por el padrastro de arruinar la foto familiar. Tenemos una opinión divergente al respecto porque no creo que la arruinara. La mejoraba. Fuese lo que fuese, ya fuese poniendo caras o metiéndome toda la fruta del frutero en los pantalones o disfrazándome de Billy Jack y usando un látigo para darle a quien hiciera la foto de modo que la cámara se moviera al hacer la foto por haberle dado en la pierna un latigazo. Ya sabes, cosas así.

Su enamoramiento de un famoso de joven:

Fue cambiando. Siempre fui fan de Jackson 5 pero no creo que fuese un amor platónico de un famoso. Probablemente debió ser Cher. Solía ver The Sony & Cher Comedy Hour y esto a toro pasado pero lo veía junto con toda la otra mierda que ponían como Hee Haw, Porter Wagoner y toda esa clase de cosas. Pero recuerdo años más tarde ver a Cher en una película y cuando la vi pensé, «oh, la conozco» y luego como, «no, no la conozco. Es Cher». Es como si creyera que la conocía de haber crecido con ella pero, claro, no era el caso. Solo que la vi en un programa de TV. Supongo que es la sensación de enamoramiento de famoso donde sentí que conocía a alguien por haber estado mirando su cabeza durante muchos años seguidos.

Nunca me sentí en una situación en la que me sintiera forzado a acercarme a hablar a algún músico famoso, algún actor famoso o alguien conocido. En el instituto era un gan fan de KISS y tuve algunas oportunidades después del instituto de tenerlos cerca y no pensé ni siquiera en acercarme a hablar con ellos y molestarles. Simplemente pensaba, soy un idiota. ¿Qué voy a decir? No hay nada que pueda decir pero es que ni siquiera eso me pasó por la mente. No fui hacia la luz. No se me ocurrió.

No pienso en la gente de esa forma. Haces algo y quizá seas ese algo o quizá estés haciéndote pasar por ese algo pero no me conoces. Si alguien nos presenta, tendrás ese momento de «Gran fan de tu obra» y luego pasas a otra cosa.

De tener música de presentación cual sería:

Vale, vamos a tener que tomar un atajo. Quiero encontrar un genio en una botella que me conceda tres deseos. Da igual los otros dos, el que me gustaría es ser un luchador imbatible de UFC. No me puedes ganar. No pierdo. Siempre gano así que cada vez que entrara sonaría algo como el «Do You Really Want To Hurt Me?» de Culture Club o «It’s Raining Men» (de The Weather Girls). Una canción tan contraria a todo eso y no podrían decirme que no porque estaría ganando. Pero el único motivo por el que me gustaría tener ese deseo es para poder usar esa música de presentación.

¿Qué ha hecho hoy?

He procesado tres toneladas y media de fruta para hacer un rosado. Será un rosado Grenache-Syrah-Mourvedre que probablemente acabará en las bodegas Merkin. Acabo de sacar del botellero algo de Sangiovese Cabernet del bloque de Marzo así que eso será un vino Caduceus. Eso fueron dos toneladas de vino. Ya fue fermentado y ahora se exprime. He reorganizado las barricas y por la mañana me levantaré a las 6:30 para poner en barricas lo que se ha exprimido así que hay mucho Tetris hoy con la logística. Todo ello acompañado por el sonido de Joni Mitchell. Casi su catálogo entero. Ayer fue The Chemical Brothers. Hemos tenido que lidiar con tantas cosas, y solo estamos yo y mi amigo en la bodega así que tenemos que escoger una banda sonora basada en el que consideramos nuestro nivel de puzzle. Si hay mucha logística, con mucho movimiento aquí y allá, tratando de no molestarnos o hacer cosas extraordinarias que nos provocarán más retrasos, a veces ponemos a Joni para mantenernos en la buena senda.

Como se siente más realizado:

Siento que con la música hay demasiado ego enraízado en expresar tus pensamientos y tus experiencias. Siento que no hay verdadera innovación en hacer música. Es más cosa de una personalidad única y expresiones únicas, y ser capaz de contar tu historia y yo creo que eso lo he hecho bastante bien. Lo he hecho tres veces, siendo capaz de cambiar mi perspectiva sacando tres versiones completamente diferentes de mi. Con el vino es mucho más de quitarte de en medio y dejar que este sitio se exprese por si mismo, algo que creo que se me ha dado bastante bien hasta el punto de cambiar el panorama económico del estado. Así que toda esa mierda que oímos que sale de Arizona, espero que lo que estemos haciendo sea cambiar eso con nuestros dólares y nuestros votos, nuestro impacto económico, y nuestra disección sobre como se hace política en Arizona. La parte de arte, ser capaz de expresar un lugar y establecer algo que pasará a próximas generaciones, lo hace salir de ese tipo afligido que está sentado en la esquina con sus letras de pena. Es menos de mi y más de esta área y esa reconexión con la comida, el refugio, la ropa y las cosas que trascienden el tiempo y el ego.

¿Alguna vez le han confundido con otro famoso?

Esto es maravilloso. El Ritz Carlton. Cleveland. Hay un centro comercial pegado y creo que por entonces había un Sam Goody ahí. Estaba yo ahí y esa mujer bajita no paraba de seguirme y empecé a pensar, «¿Se cree que he robado algo?» Yo me empecé a poner nervioso porque la mujer no paraba de seguirme y me preguntaba si no me había metido una de esas pequeñas televisiones portátiles en el bolsillo al estar cansado del viaje en bus. ¿Por qué me sigue? Terminé en un pasillo sin salida y me quedé como, «Oh, estoy jodido». Se me acerca, me giro y digo, «Hey» (con voz nerviosa) esperando que me dijera, «Necesito que abra su mochila» pero en vez de eso me pregunta, «¿Eres Moby?» Pensaba que yo era Moby. Y le dije, «¿Te refieres al energético tío de dos metros? No, no soy ese tío».

De tener que buscar trabajo, ¿qué destacaría en su curriculum?

Lo primero que pondría es: «No soy Moby y cualquier habilidad que él pudiera tener que crees que podría ser perjudicial para este trabajo, que sepas que no soy ese tío». Tengo 51 años. No soy Ant-Man así que no voy a cargar cosas más grandes que yo (risas) Volvamos a lo del genio en la botella. Quiero ser capaz de hablar, leer, escribir y entender cualquier lengua que se hable o escriba, que exista y haya existido, cualquier lengua de la historia de la humanidad. Ese sería uno de mis deseos del genio así que debería poner «multilingue» en el curriculum en caso de que algún día encontrara el genio. Creo que el genio va a resolver muchos de los problemas.

¿Colecciona algo?

Creo que la mayoría de gente cae víctima de eso y no sé si es coleccionar más que no almacenamiento compulsivo pero abrí una caja el otro día y tengo todos esos cables, adaptadores y mierdas. Supongo que simplemente colecciono cables viejos. Aún tengo una caja de esa mierda en caso de que decidan rodar «Terminator 7» en mi casa y necesiten algunos cables para hacer un mundo mejor.

¿Cual sería su última comida?

Mi última comida espero fuese con mi familia, tengo algunas viejas botellas de vino de antes de que tuviera una bodega o que hubiera industria musical, y tuviera dinero, cosa que, por supuesto, ya no tengo. Pero tengo mierdas así en mi bodega que si viéramos una nube con forma de seta diríamos algo así como, «¡Rápido! ¡Coge los putos sacacorchos! ¡A la mierda las copas! ¡Vamos a beber de la botella!» No sé. ¿Estamos hablando del corredor de la muerte? Vale, corredor de la muerte. Tendría que ser comida casera. Me encantan los Golden Grahams así que pediría eso y leche de arroz para así poder explotar. Pringue de leche y Golden Grahams por todos lados. He comido muchas locuras en todo el mundo, he comido sushi en los sitios más locos de Japón de los que solo oyes hablar entre susurros en extraños cuartos traseros. He probado eso pero creo que si estuviera en el corredor de la muerte, no sé. ¿Sería el cocinero capaz de sacar lo que pido? No creo que fuesen capaces de recrear eso pero, ¿sabes qué? No hay manera de joder una caja de Golden Grahams y leche de arroz así que me quedo con eso.

Su casa está en llamas y solo puede llevarse una cosa:

Al ser hipotético, cogería al genio de la botella y usaría el tercer deseo para volver atrás en el tiempo y completar mi ‘lista de cosas para hacer en un día de lluvia’. El número tres de la lista era «hacer la casa inflamable». Si se descarta la hipotesis, cogería a mi esposa, que es muy fuerte y es parte de hormiga y puede cargar un peso cinco veces ella y es muy rápida. Para entonces ya habría cogido nuestros vinos favoritos, el bebé, algo de café -va a ser una larga noche- los perros, más vino, un bonito surtido de embutidos, queso, galletas saladas, aceitunas, mis trajes italianos y algo de vino.