Mastodónticas historias

Brann Dailor, batería de Mastodon, ha recordado para Metalshire, como surgió la oportunidad de grabar su nuevo álbum con Brendan O'Brien como productor.

«A través de Myspace (risas) Facebook…No, realmente fue a través de Bruce Springsteen. Somo amigos desde hace tiempo de Max Weinberg (batería de la E Street Band) por su hijo. Su hijo debe tener trece años y es un gran fan de la música y ha ido viniendo a nuestros conciertos. Su padre lo lleva, así que su padre también acabó metido en este rollo, viendo a todos esos baterías de metal y eso, y a través de Max, el chaval puede conocer a cualquier estrella del rock que quiera. '¡Aquí está Danny de Tool! ¡Aquí está Joey de Slipknot!', ¿sabes a lo que me refiero? Así que, con el paso de los años, hemos mantenido la amistad con él y su padre y sabíamos quien era Brendan O'Brien pero no estábamos seguros…Teníamos la sensación de que nuestra banda era poquita cosa comparada con su curriculum y la lista de gente con la que ha trabajado. '¿Va a estar siquiera interesado en nuestras demos?' pero terminó siendo uno de los pocos tipos que volvió a decirnos, 'Me encanta este material y realmente quiero ayudaros a trabajar con él'. Se suponía que íbamos a hacer el disco con Rich Costey pero la cosa no pudo ser porque…Supongo que es un tío muy solicitado porque no iba a tener tiempo para nosotros y nosotros estábamos listos para grabar en junio y él no podía hasta septiembre / octubre. Si nos poníamos a esperar durante tanto tiempo sin grabarlo, la banda se rompería. Dijimos, 'Tío, simplemente necesitamos a alguien que pulse 'record' y que suene maravillosamente bien'. Las estrellas se alinearon, no sé que pasó pero de golpe, una semana después, estábamos en el estudio y el disco estaba casi terminado. Acabó saliendo genial.»

El productor no se limitó a poner su nombre sino que «aportó cosas en el aspecto musical, sin duda. Fue capaz de empujarnos más allá sin que fuese algo forzado. Fue capaz de que nos dirigiéramos ahí donde queríamos ir pero es que antes no sabíamos como llegar ahí. Él simplemente elevó la banda. Suena cursi pero nos hizo sentirnos bien con nosotros como músicos y era en plan, 'Haz eso, es genial', ¿sabes a lo que me refiero? Nos dio confianza y buenas vibraciones. Necesitábamos alguien así en ese momento. Acabó saliendo genial. Resultó que estaba trabajando en Atlanta en un maravilloso estudio que no sabía que estaba ahí. Está como a cuatro minutos de mi casa y pasaba a diario con el coche por lado. No lo sabía. Bruce Springsteen andaba ahí haciendo discos en Southern Tracks. Era maravilloso despertarse por la mañana, hacerse el café y luego tirar para el estudio. Poner una canción, 'Mola, ¡suena genial! ¡Nos vemos luego! ¡Fue asombroso!'»

Dailor explica el concepto detrás del disco. «Es multidimensional. Empieza en el planeta tierra, hay un viaje astral, va al espacio exterior, te pierdes y entras en un agujero de gusano y acabas explorando toda clase de teorías de Stephen Hawkings, el espacio continuo y todo eso, entrando en el reino del espíritu, para ser absorbido por otro agujero de gusano que te lleva a la Rusia de los zares y acabas metido en el cuerpo de Rasputín y Rasputín es asesinado, saliéndote de ahí a través de un hueco en el cielo, volviendo a estar en el espacio y entrando en los dominios del mal, para volver a la tierra y a tu cuerpo. Si, seguramente tomé demasiado ácido de adolescente (risas) La historia empieza con una semilla y va creciendo. Es todo realmente natural y todo acaba encajando. Nos gusta. Nos gustan los álbums conceptuales y nos gusta ser capaces de tener una historia tangible y algo a lo que mirar, algo que agarrar y ser capaz de zambullirte como oyente. Creo que es así y es lo que creo que nuestros fans esperan de nosotros, y creo que si hiciéramos un disco con canciones que no tuvieran nada que ver unas con otros sería algo así como, '¿Qué ha pasado? ¿No se os ha ocurrido una historia?'«