Pearl Jam han invertido 210.000 dólares en plantar árboles en Washington para ayudar a compensar la huella de carbono (el rastro de CO2) dejada por la banda en su gira estadounidense de 2009.
Además de tratar de enjuagar las aproximadas 7000 toneladas de dióxido de carbono generadas en su gira de 32 fechas, el proyecto busca también cubrir el daño causado por los fans que usaron sus automóviles para ir a los conciertos. Lógicamente, el causado por la propia banda es el primer daño a compensar.
«Pearl Jam es una banda pero también somos una empresa,» cuenta el guitarrista Stone Gossard a Reuters. «Nos vemos como una empresa de Washington, una empresa regional que es consciente de su huella de carbono y que espera sirva de inspiración a otras empresas.»
No es la primera vez que el quinteto trata de compensar el daño ambiental que provoca – directa o indirectamente. Así, en 2003 la banda donó 150.000 dólares para cubrir el daño medioambiental que provocó la fabricación y distribución de su álbum «Riot Act«.
La banda espera hacer iniciativas similares en Seattle, Kent, Kirkland y Redmond.