Tras ofrecer un disco que no fue demasiado bien recibido por la crítica («Worlds Apart«), And You Will Know Us By The Trail Of Dead vuelven con un nuevo trabajo el próximo 3 de octubre. El público tampoco respaldó el disco obteniendo en unas ventas discretas (menos de la mitad del aclamado «Source Tags And Codes«).
El frontman Conrad Keely reconoce a Billboard.com que aún sigue bajo los efectos de todos los problemas que envolvieron el lanzamiento del anterior disco: tenía que haber aparecido en otoño de 2004 pero debido a los cambios sufridos en su sello discográfico, no fue hasta principios de 2005 que vio la luz. «Puse todo en ese disco, y grabarlo fue un calvario miserable. Después de como fue recibido estaba preparado para retirarme de la música y encontrar otra carrera, convencido de que no quería tener nada que ver con hacer música para nadie. Pero cuando empecé este nuevo álbum, que tenía que haber sido un EP, tuve una actitud diferente. Principalmente, traté de pasar de todo, y afrontarlo con una visión en plan 'Me importa una mierda'.
Por supuesto que me es imposible pasar de todo, y cuando el trabajo iba adelantándose con este álbum me involucré emocionalmente tanto como antes, y fue otro calvario miserable. Pero al menos no trabajó en una cafetería.»
En el disco habrán colaboraciones de gente como Amanda Palmer de Dresden Dolls y miembros de Brothers And Sisters. Ello, opina Keely le confiere al trabajo «una diversidad que me gusta. Hemos usado muchos sonidos de catálogos de muestras, como instrumentos nativos y así, y nos hemos apoyado mucho en Logic Audio como herramienta de composición.»
Uno de los cortes, «Wasted State Of Mind», «se basa en ritmo de batería de Tahití que involucra a un montón de registros de batería.» Para grabar la batería contaron con la ayuda del ex King Crimson, Pat Mastelotto.
Orgulloso del nuevo material, Keely, explica, como a su juicio, la nueva forma de consumir música ha perjudicado a su banda. «Componemos álbums, o cosas, que se supone que deben escucharse de punta a punta, de cara A a cara B. Pero no vivimos en esa época – esa época ha pasado. Soy tan víctima de la cultura desechable como cualquiera y mi arco de atención ha sido hecho añicos en muchísimos trozos de cristal, sin esperanza de que vuelva a centrarme. Nuestra cultura es fragmentada. Creo que el tono esquizofrénico de nuestro nuevo álbum lo refleja.«