Abe Cunningham, batería de Deftones, ha confesado a AOL Music que «Saturday Night Wrist«, el nuevo disco del grupo, estuvo cerca de no llegar a hacerse.
«No fue nada divertido, ni placentero. Era horrendo y me entristeció,» reconoce el batería sobre las sesiones de grabación con Bob Ezrin (Pink Floyd, 30 Seconds To Mars) que derivaron en uno de los peores momentos del grupo.
«No nos comunicábamos. No nos gustábamos. No habían consejeros de 45.000 dólares a la semana,» indica Cunningham en referencia a lo que hicieron Metallica. «Tuvimos esta gran reunión y Chino (Moreno, vocalista), llegaba tarde. Le dijimos a nuestro management que se fuese.
Podía haber sido tan, tan brutal -señalándonos y atacándonos, y toda esa mierda- y acabó siendo una de las más bonitas y fluídas conversaciones que nunca hayamos tenido los cinco. Dijimos, '¡Joder! ¡Llevamos haciendo esto 18 años!«.
El álbum de los de Sacramento estará en las tiendas el 31 de octubre.