La gente de Blender.com han querido conocer diversos aspectos de la vida actual de Chris Cornell y el futuro de Audioslave.
Recuerda el vocalista como «hubo un tiempo, en medio de mi depresión, en que dejé de comer. No lo hacía para perder peso ni nada – solo me olvidé de comer. Bajé a 65 kilos, lo cual es muy flaco. Mido 1,90. Y luego leí un artículo de un médico hablando de sus experiencias con la anorexia, y todo empezó a tener sentido – los dolores en las articulaciones, los dolores de cabeza, como sentía los huesos que parecía como si pudiera atármelos a las manos. Empecé a comer de nuevo. Eso fue mucho mejor.»
También rememora Cornell su paso por rehabilitación: «Fue en mi segunda semana en rehabilitación en que otro cantante de una muy bien conocida banda llegó con pinta de aturdido. Por un momento pensé si no me había muerto, y si eso no era el vestíbulo al que llegaban los nuevos invitados, y cuando conocería a Elvis.
Tuve la experiencia rehabilitatoria quintaesencial del rock and roll en unas semanas. Me recogieron del hospitl, me metieron en una limusina y me llevaron al set de grabación del vídeo de 'Cochise', donde me colocaron en una estructura de nueve metros y empecé a hacer 'playback' de la canción, aún aturdido por la incongruencia de todo ello. Miré alrededor: Rage Against The Machine estaban tocando por ahí abajo y los fuegos artificiales explotaban a mi alrededor. No pude pensar en otra cosa que, '¿Realmente debería estar aquí?'.»
Antes de poder dedicarse satisfactoriamente al mundo musical, Cornell trabajó como pescadero. «Empecé haciendo el trabajo más bajo de la industria de la comida. Cuando tenía 17 años, limpiaba la baba de los pescados para el legendario vendedor al por mayor Jon Rowley. Y era literalmente – había un tío quitando las espinas, y el lugar estaba lleno de tripas de pescado y escamas y babas. A veces, cuando nos llegaba rayas, estaban recubiertas de espinas duras, pegajosas y rebosantes, y era casi imposibles de limpiar. Un día, Jon trajo ese polvillo especial para limpiar la cámara frigorífica. Lo esparció por todas las paredes y lo roció con agua, y produjo un gas caústico que se suponía que haría que se quitara toda la roña de las paredes. Y era mi trabajo entrar y limpiar el sitio pero me llegó el olorcillo y casi me muero. A día de hoy, aún no estoy seguro de quien terminó limpiando la cámara.»
Felizmente casado en segundas nupcias, el cantante rememora como fue conquistar a su actual esposa: «Realmente me tuve que cortejar a Vicky al estilo clásico. Era una experiencia nueva para mi: citas para comer, flores, tonterías…Es tan bonito, tan juntos. Y su hermano es el típico celoso y protector, y tiene mucho genio. Se ha roto la nariz al menos una docena de veces.»
Preguntado sobre si escucha música Cornell reconoce «sé que sonará muy mal pero me encanta mi iPod. Es una gran manera de oír música. Y sé que está llevando por el camino de la amargura a las compañías discográficas como si ya no fuesen necesarias. Quizá ya no lo sean. Este ('Revelations') es el último disco de nuestro contrato y no estamos seguros de qué hacer después: firmar otro contrato, sacar los discos por nuestra cuenta o ponerlas directamente en internet. Es una pregunta interesante. Son tiempos interesantes.«