La revista Revolver ha charlado con el batería de Metallica, Lars Ulrich, sobre los avances con respecto al nuevo disco del grupo, que se espera esté en las tiendas este año.
«Es bonito entrar en el estudio y que no hayan tres cámaras delante tuyo y tener que sentarte a hablar durante cuatro horas sobre como te sentías anoche,» afirma el batería, recordando como fue la grabación de 'St Anger', en la que fueron grabados para el documental «Some Kind Of Monster». «Hemos pasado de esa fase. Nos llevamos todos bien ahora. Ahora es divertido bajarnos al estudio – es algo de lo que tenemos ganas en vez de tenerlo miedo. Y creo que eso es un reflejo de lo lejos que hemos ido.»
Asegura el músico de origen danés que lo que llevan grabado -con la tutoría de Rick Rubin (Slipknot, System Of A Down)- le recuerda a los Metallica primerizos. «Somos James (Hetfield) y yo pasando por cintas con riffs y eligiendo los mejores, y entonces amoldando sonidos a su alrededor. Hay dos procesos separados -el proceso de composición y el de grabación.'St. Anger' fue un experimento componiendo y grabando a la vez. Pero esta vez es como solíamos hacerlo antes: ponernos, componer un puñado de canciones, luego arrancar e ir a algún lado, y grabarlas.
(Rick Rubin) no quiere que empecemos a grabar una canción hasta cada canción que hagamos esté lo más cerca del 100% de estar terminada.»
Los de San Francisco tienen unos 25 temas que deberán reducir a 12 o 14 para el disco. «La cantidad de material es un poco aplastante. Así que tratamos de ser lo más autocríticos posible. Es genial con Rick porque él no tiene ningún pasado con nosotros. Viene y dice, 'Eso es genial. Eso no es tan genial'. Creo que tras 15 años con Bob (Rock), era hora de reinventar la rueda. Creo que lo pasó con Bob era que llegó a un punto en que nos conocíamos demasiado bien. Y necesitábamos una dinámica diferente.«