La web de Jam!Music ha charlado con Scott Anderson y James Black, vocalista y guitarra, respectivamente, de Finger Eleven sobre «Them VS You VS Me«, su nuevo álbum.
Casi cuatro años han pasado desde que los canadienses editaran su disco homónimo, con el que cosecharon el éxito en cuanto a ventas (otra cosa es el favor de la crítica). Asegura Black que «hemos estado fuera (de la atención) tanto tiempo que era importante volver con algo diferente.»
«Sales por ahí,» prosigue el guitarra, «y tocas durante dos años; si no te gustan las canciones, vas a querer estrangularte con una cuerda de la guitarra.»
Añade el frontman que «teníamos estas ideas y decíamos, 'OK, ya tenemos el disco'. Luego, tres meses después nos juntábamos y dábamos con algunas ideas más y nos quedábamos en plan, 'OK, OK, ya tenemos el disco'. Y cuanto más tiempo te das para pensar eso, mejor será el álbum.»
El quinteto ha vuelto a repetir la experiencia de grabar con Johhny K (Disturbed, 3 Doors Down) en Chicago, y sin duda fue una colaboración prolífica, en tanto y cuanto, llegaron a componer más de 100 canciones.
Según Anderson el grupo no ha querido ponerse límites: «Somos una banda de rock: bajo, batería, guitarras. Pero ahora, más que nunca, creo que nos divertimos siendo experimentales. Coger una guitarra hawaiana o un banjo, si tiene sentido en el disco, lo haces.»
«Si hubiéramos tenido una idea más clara de a donde queríamos ir, probablemente lo habríamos hecho mucho más rápido,» argumenta Black sobre los cinco meses que estuvieron grabando el disco. «Fue una gran reunión de ideas al azar. Pero muchas ideas buenas llegaron, naturalmente, a la superficie. Aquellas con las que todos nos sentíamos fuertes, confiados, se separaban del resto.»
El tema que han elegido como single, «Paralyzer» es sin duda uno de los temas que más se alejan del sonido habitual del grupo. «'Paralyzer' es algo diferente,» reconoce Anderson. «Pero no podemos hacerle nada. Cuando te enamoras de algo nuevo, ¿qué vas a hacer? De cualquier banda que te encante, siempre quieres lo mismo pero diferente. Hay mucho menos grito de rabia y angustia porque pienso que ya hemos cubierto eso. Si yo siguiera haciendo eso sería una estupidez.»
«La vida de nuestro último álbum fue extraña,» reconoce Black. «Porqué, justo cuando tendríamos que haber dejado la carretera y empezado a componer, la canción 'One Thing' le dio más vida (al disco). Y había tal construcción heredada de tocar las mismas canciones cada noche que tuvimos tantas ideas de las que escoger, tantas direcciones a las que dirigirse. Lo único que no queríamos es que la gente dijera, 'Oh, os habéis ido cuatro años y lluego hacéis lo mismo'. ¿Qué sentido tendría eso?«