Ha charlado un rato Marilyn Manson con la gente de la revista Revolver sobre su nuevo disco, «Eat Me Drink Me«, que se espera para finales de primavera-inicios de verano.
«He trabajado toda mi vida por tener un disco como este. Siempre tienes que transformarte o no puedes continuar como un artista, y este disco ha sido mi mayor transformación.»
Casi cuatro años han pasado desde «The Golden Age Of Grotesque» y como en aquel, la producción vuelve a ir de su mano y del bajista Tim Skold.
Según su autor, el disco «adopta una postura musical totalmente diferente.» Hay quien lo ha oído y lo ha comparado con Queen aunque según Manson «es mejor oírlo, que describirlo. En este disco quería cantar realmente, y eso tiene que venir de un sitio desnudo, emocional. No es un disco en el que esté llorando, o canciones en plan, 'pobre de mi', pero creo que este disco probablemente le hablará a la gente de diferentes formas por su total elemento humano.»
Confiesa el artista (el calificativo no es gratuito ya que además de músico, anda liado dirigiendo su primer largometraje y hace poco inauguró una colección de sus pinturas) que 2006 ha sido «el año más jodido de mi vida.» Se supone que el divorcio de su esposa, la 'stripper' artística, ha influido mucho en lo mal que le ha ido el año. «Con todos los lugares oscuros por los que he pasado en mi vida y en mi música, este pasado año…Es un verdadero milagro que esté vivo. No quería volver a hacer música pero esta era la única salvación para mi. Así que, de alguna manera salí de eso componiendo una canción, y esa canción se transformó en un disco. »
Del tema en cuestión, «Just A Car Crash Away», cuenta Manson que «comparo el amor con el fuego, y como consume todo, y agrieta todo, y cambia todo. Un par de personas a las que se la he puesto ha llorado pero no creo que sea triste, solo pienso que es terriblemente romántica, a lo Bram Stoker.»
Otro de los temas, «The Red Carpet Grave» «es el pilar del álbum. Me levanté el día de Navidad y la compuse. Es como mi muerte fantasiosa. »
Explica que «si tuviese que hacer una crítica del disco, diría que tiene un ángulo caníbal, consumido, obsesivo, violento-sexual, romántico pero con un débil compás.»
Aparte de la lógica inspiración recibida por la obra de Lewis Carroll y Jesucristo, cuenta el músico otra historia que le sirvió de acicate fue la historia del caníbal alemán (historia que Rammstein ya usó en uno de sus temas): «Esa historia de hace unos años de un hombre alemán que puso un anuncio donde decía que quería ser comido, y el hombre que le comió. Aunque no puedo identificarme con la relación que esos dos tenían, la historia me pareció muy convincente desde un punto de vista romántico. Pienso que mucha gente no lo vería como algo romántico pero para ellos, de forma muy enfermiza, lo era y para mi también lo es, de alguna enfermiza forma.«