El escepticismo habitual que invade a cada uno cuando oye a una banda decir que su nuevo material es lo más heavy que han hecho nunca suele estar más que justificado ya que son pocas las veces en que eso se cumple. Así, no era ilógico que cuando se supo que el que fuese frontman de Coal Chamber, Dez Fafara, había puesto en marcha una nueva banda llamada Devildriver, a la que calificó como lo más duro que había hecho nunca, más de uno se rascara la cabeza y se dijera, 'Eso no es la primera vez que lo oigo'. Sin embargo, al oír el autotitulado debut y su continuación «The Fury Of Our Makers Hand«, estaba claro que el sonido de Coal Chamber palidecía al lado del maremoto sonoro que provocaba Devildriver.
El caso es que el nuevo disco del grupo se edita el 5 de junio (extrañamente aún no se ha filtrado) con el título de «The Last Kind Words«. ¿Y cuales son esas últimas palabras amables? Pues Fafara lo aclara a MTV.com.
«Podría ser 'jódete' antes de la aniquilación absoluta. Para mi, este álbum trata sobre aguantar el castigo de ser humano y tener el carácter de ir a la tuya cuando todo el mundo lo que quiere es hundirte.
En cuanto a letras, es oscuro y premonitorio. Pero te inspirará para pasar por esta experiencia terrenal y seguir luchando.»
No solo las letras han evolucionado: la música ha ampliado horizontes. Aparte de los riffs masacrantes, berridos guturales y ritmos leñeros las composiciones son más complejas y progresivas, con muchos cambios rítmicos. «Sabía que teníamos que dar lo máximo de nosotros como equipo y sacar algo que fuese realmente diferente. Los egos de cada uno debíamos dejarlos de lado, y aportar lo necesario al bien común. Ahora mismo, en América hay tanto metal de ese de cancioncillas tarareables que sabíamos que si hacíamos algo con un par de pelotas iba a ser bien recibido.»
El disco empezó a ser compuesto justo terminar la grabación de su anterior trabajo, y continuó cogiendo forma mientras la banda estaba de gira.
«No ha habido pre-producción, literalmente. Jason (Suecof, productor) nos dijo, '¡Uau tío, ya están listos! Y ni siquiera nos mantuvimos cada uno con su propio instrumento. Los tíos fueron cambiando mucho de guitarra y bajo -lo que mejor le fuese a la canción. A veces, si alguien compone la canción quizá no sea la mejor persona para grabarla, y tiene que ser capaz de dársela a otro. Y cuando ves que eso ocurre sin peleas, es una cosa maravillosa.»
Sin embargo, con quien Fafara si tuvo sus más y sus menos fue con el propio Jason Suecof, solucionados felizmente, todo sea dicho.
«Está como una cabra. No podíamos ser más contrarios, y le tuve que decir que hiciera el favor de cerrar la puta boca tantas veces. Llegamos a dos o tres veces donde él criticaba algo mío y yo le decía, 'Eres una mierda, no tienes ritmo'. Pero la fricción funcionó y al final terminamos siendo grandes amigos. Y aún más importante, capturó esta banda, y ahora tengo la sensación de que será difícil trabajar con cualquier otro.»
La ayuda de Suecof y el cambio de mentalidad de Fafara ha ayudado al crecimiento del grupo. «Hace años, solía pensar comercialmente como artista pero ahora pienso en el arte puro. Así que, con suerte, lo que sacamos sea una patada en la cara del metal actual. Esa es nuestra meta más importante.«