El poco convincente comportamiento de Slash a la hora de hablar sobre un suceso que ocurrió hace un par de años y que le situaba en casa de Axl Rose, a altas horas de la madrugada, despotricando contra sus compañeros de banda en Velvet Revolver, se aclara.
Primero negó haber faltado al respeto a sus compañeros de Velvet Revolver aunque sin desmentir que hubiera estado en casa de Rose ; al cabo de un par de días aseguró que haría público un comunicado aclarando todo lo ocurrido (que aún se espera) y ahora sabemos que si, que estuvo en casa de Axl pero que no habló mal de sus compañeros.
Al parecer Slash y Duff McKagan en 2005 demandaron a Axl por haber cambiado los beneficiarios de los royalties de las canciones de Guns N Roses, presentando Rose a su vez demanda reconvencional.
En medio de esa trifulca jurídica, el guitarrista decidió una noche acercarse a casa de su ex-compañero para tratar de llegar a un acuerdo. Según la versión del vocalista, Slash llamó a Scott Weiland un «fraude«, que el bajista Duff McKagan era un tipo «sin carácter» y que odiaba al batería Matt Sorum.
En declaracones al Home News Tribune, el guitarra explica su versión de los hechos. «Es una larga historia. Si que fui a casa de Axl pero nunca le vi. Nunca hablé con él. Dejé una nota con su nombre a su asistenta personal referente a la demanda en la que estábamos metidos. No sé como se convirtió en lo que se convirtió.»
Pese al primer impacto que produjeron el el seno del grupo las declaraciones de Axl la banda se mantuvo unida. Al fin y al cabo habían superado tantos rumores que más que separarles, les unió más.
«Desde el final de la gira de 'Contraband' al principio del nuevo disco, pasaron muchas cosas. En un momento la cosa estuvo bastante perjudicada porque la cosa era tan insoportable que no parecíamos ser capaces de escapar. Pero todo era asunto de estar más unidos y superarlo, y lo hicimos. Será interesante con qué vendrán ahora. La banda está fuertemente unida así que no creo que sea fácil romper eso, de debilitarnos.«