Lars Ulrich, batería de Metallica, llamó el viernes al programa de radio por satélite «The Opie & Anthony Show», para explicar como va la grabación del nuevo disco de su banda y recordar como fue la experiencia de telonear a The Rolling Stones, cosa que hicieron hace un par de años.
«Hemos estado en Los Angeles durante las últimas cuatro semanas haciendo algunas pistas de fondo con Rick Rubin (productor),» explica el batería de origen danés. «Hemos terminado hará una semana haciendo todas las pistas de fondo y luego me vine a San Francisco y tuve un hijo el lunes (21 de mayo) -yo no tuve un bebé pero mi media naranja si- así que esta es mi primera noche en mi casa, así que tengo un bebé de tres días ahí en la otra habitación con la señora. Así que nos hemos tomado un descanso por eso y entonces empezaremos a ensayar en un par de semanas y nos marcharemos a Europa y hacer tres semanas de conciertos en algunos festivales y todas esas cosas y luego de vuelta a Los Angeles en agosto para terminar el disco.»
En otro orden de cosas, Ulrich recuerda como fue telonear a The Rolling Stones, en San Francisco. «Si, fue el año pasado -hace año y pico en San Francisco. Estábamos en medio de una temporadita de relax tras la gira del 'St Anger' y fue, 'Los Stones quieren saber si queréis abrir para ellos en San Francisco', y fue, 'Oh, por supuesto que lo haremos. Di el día y la hora y ahí estaremos'. Obviamente no habíamos abierto para nadie desde hacía unos años pero si vas a abrir para alguien, abre para los Stones. Es decir, ¡venga!
Estábamos en el segundo concierto -hicimos dos seguidos- y vino una asistente con, como cinco 'walkie talkies' y un portabotellas de agua, y viene antes del concierto y dice, '¿Queréis una foto con los Rolling?' Y nosotros, '¿Sabes qué? Claro, ¿por qué no?' Así que tras nuestro concierto, estaban preparándose para entrar y viene la asistente y dice, 'Vale, estad preparados en cinco minutos' o algo así. Viene y nos escolta a ese sitio en el túnel que lleva al estadio y nos dice, 'Esperad aquí'. Y ahí estábamos, literalmente de pie en el túnel, y estaba esa otra banda, Everclear -que también tocaban- como en su sitio marcado con una X. Estando ahí, fuimos a decirles 'Hola' a los tíos de Everclear, 'Ey, ¿como os fue el concierto?', y la asistente viene y nos dice, 'No, los tíos de Metallica se quedan aquí y los tíos de Everclear se quedan ahí'. Nos quedamos en plan, 'Uaaaaau'. Y cinco minutos después vienen los Stones y te juro que no pararon -ralentizaron el paso lo suficiente para que les hicieran dos o tres fotos, dos o tres instantáneas con Everclear y vinieron a donde estábamos esperando y nos miraron…No, de hecho Charlie Watts dijo, 'Hola', y creo que Keith (Richards) asintió o algo y Mick (Jagger) miraba como si le fuésemos a pasar una neumonía o algo -tenía esa cara de asco. Y ralentizaron lo justo para que el fotógrafo hiciera dos o tres instantáneas, y se fueron. Y nos vino la asistenta, y dijo, 'Si la banda aprueba la foto, os mandaremos una copia'.
Esa fue la experiencia Rolling Stones (risas). Pero estar en el escenario, eso fue maravilloso y la leyenda y todo eso pero eso me dejó con un sabor de boca raro…¿Si alguna vez hacemos eso, vendrás y me pegarás un tiro? Lo digo en serio. Pero fue una noche magnífica y tener la oportunidad de ser parte de ella…Si puedes sentarte y contarles a tus hijos, 'Yo abrí para Iron Maiden, abrí para Deep Purple, y abrí para The Rolling Stones', entonces como que ya los has hecho todo, ¿sabes a lo que me refiero?«