Mientras veo el metalcore morir

Al referirnos a la etiqueta «metalcore» una de las bandas que se nos vienen a la cabeza es As I Lay Dying. Pero el grupo pretende salirse del decaído género, según ha comentado a MTV.com su frontman Tim Lambesis.

Los de San Diego publicarán el 21 de agosto «An Ocean Between Us«, disco que comenzaron a componer a finales del año pasado después de «pasar algo de tiempo escuchando nuestro último disco ('Shadows Are Security') y, solo de estar de gira, empezamos a hastiarnos un poquito por como el género -todo él- se ha copiado una y otra vez. Decidimos que queríamos ser más diversos, hasta el punto que sentimos que debíamos centrarnos en componer canciones en diferentes categorías y luego escoger las mejores canciones de cada categoría y usarlas para el disco.»

Adam Dutkiewicz, guitarrista de Killswitch Engage (y productor de grupos como Every Time I Die o All That Remains) se ha encargado de producir el disco. Cuenta Lambesis que el disco ofrecerá un carrusel de estilos encontrando temas caóticos, otros más melódicos u otros más directos.

«En el aspecto del 'tempo' queríamos que en general fuese un disco bastante rápido, así que hemos compuesto algunas canciones realmente 'thrash'. Incluso hemos compuesto canciones que tienen más profundidad emocional – canciones que no son un puñetazo en la cara todo el rato.»

Trabajar con Dutkiewicz «ha sido bueno para tener una perspectiva de fuera,» reconoce el frontman. «Nos hemos salido de nuestro camino de tener el disco completamente grabado y hecho antes de que Adam llegara, así que cuando llegó, era el momento adecuado para esa perspectiva fresca. Tiene unas magníficas orejas y aunque termináramos con una de las ideas originales que teníamos desde la pre-producción, servía para confirmar que sus orejas le daban el aprobado.»

En el aspecto letrístico Lambesis cuenta que el álbum trata la idea de que «ya no tenemos los mismos sueños que el resto del mundo, que todas las cualidades de la vida en las que nos enseñaron que debíamos concentrarse, ya sea el dinero o un cierto tipo de educación o un cierto tipo de trabajo -los sueños que nos enseñan- es como que ya no tenemos nada en común con esos sueños. Es sobre toda la idea de estar saciado -si haces todas esas cosas y sigues esos pasos, serás feliz- y como, la salud, el prestigio de estar en una banda, todo ese rollo es, al final, inútil.»

Sonríe el vocalista cuando recuerda las desgracias sufridas durante la grabación del álbum: «Tuvimos toda la mala suerte del mundo. Cuando estábamos grabando la batería, el ordenador se colgó. Cuando empezamos con las guitarras, tuvimos problemas con los cables así que los primeros días de guitarras tuvimos notas distorsionadas. Y luego, un mal lote de cuerdas, hacía que zumbaran los trastes.

Luego, un día, me desperté y bajé abajo, y dentro de la cabina para grabar las voces, habían moscas en toda la pred -quizá 30 ó 45. Y no hay ventanas en esa cabina así que no lograba hacerme una idea de como lograron entrar ahí. Fue todo algo bastante surrealista. Eso nos confirmó que tuvimos una mala suerte tremenda durante este disco. Parece que mientras mejor sea una cosa, más oposición hacia eso hay.«