La revista Rocksound (en su edición británica) ha charlado con Daryl Palumbo, para saber en qué situación está Glassjaw.
Recuerda el vocalista como en los principios del grupo fue malinterpretado. «No me importaba una mierda, no hacía discos para incordiar pero la gente se sintió molesta y entonces yo me sentía mal. Nunca pensé que fuese sexista, yo solo estaba cabreado por cosas que habían pasado. Supongo que dije muchas cosas relativamente humillantes y dada la gran cantidad de gente joven que compró el disco, quizá si debería no haber dicho todo eso pero es que estaba cabreado. Y las cosas son diferentes cuando tienes 18, 19 o 20 años. Es lo que es. Lo veo como un periodo de mi vida. No sé. Mucho de eso fue grosero pero ese era el sentido en ese momento.
No sabía que mi público era impresionable porque yo aún era lo suficientemente joven para ser impresionado también. Me das el poder de subirme a un podio con esa edad y ten por seguro que no diré toda la mierda correcta. Si me das el escenario diré algunas cosas equivocadas. Yo era joven, ¿como coño iba a saber que había chavales aún más jóvenes que yo haciéndome caso? La gente me viene y me habla sobre estos discos y me dicen que los pillaron cuando eran unos quinceañeros y que dicen algo denigrante referente a las mujeres o sobre una mujer que hay ahí mismo. No dije esas cosas para mantener conversaciones con gente más impresionables que yo y así poder ser malos.»
En su día, hubo peridoistas que llegaron a entrevistar a ex-novias de Palumbo para conocer el porqué del cabreo del cantante. Fue una de las razones por las que decidió darle un descanso a Glassjaw. «Bueno, explicado así haces que suene demasiado profundo y la cosa no fue tan profunda. Yo no explico mis letras así que no trato de ser profundo de esa manera. La gente pensó que estaba tomando partido, haciendo esto o aquello. Y no era así. Estaba enfadado con mi ex-novia. Y como un tío joven seguía teniendo malas experiencias con las mujeres. Ser 'straight edge' (n del R: una forma de entender la música -primero el 'punk' pero luego traspasada a otros géneros- libre de drogas o alcohol, e incluso el rechazo a comer carne) y tener 18 años era el problema de mi vida. Estaba enfermo y tenía problemas para salir con chicas. No era un drogadicto, no tenía 40 años y me estaba muriendo de cáncer. Simplemente tenía algunos problemas de salud y un par de mujeres que me fastidiaron. La gente lo convirtió en algo tan profundo…Si hubiese tenido 30 años cuando hice esos discos de Glassjaw, entonces probablemente habría acabado tocando esa clase de música el resto de mi carrera. Con los años que teníamos era algo tan diferente y raro que la gente hiciera una montaña de eso, que unos chavales tan jóvenes fueran contra esas cosas en ese momento se consideró como la gran cosa. Y no lo era. Simplemente éramos una banda de post-hardcore.»
Preguntado sobre como espera que reaccione la gente al oír el nuevo disco de la banda, Palumbo deja claro lo que piensa: «Imagino que la gente lo criticará severamente. A mi solo me preocupa lo que (Justin) Beck, nuestro guitarrista, piense del disco y sé que a él solo le preocupa lo que yo piense del disco así que me importa una mierda lo que cualquier otro humano del planeta piense sobre él. Sabemos como queremos que suene el disco. Los cuatro vamos a meternos en una habitación y lo haremos, no voy a pagarle un millón de dólares para que un puto pelele de productor se siente en otro cuarto y no haga un cojón. Solo grabaremos lo que tenemos en nuestras cabezas. La gente está esperando para ponerle la lupa encima pero a mi me trae sin cuidado.»
¿Puede interpretarse sus palabras sobre los productores como un ataque personal a Ross Robinson productor de los dos discos Glassjaw hasta la fecha? «No era una referencia a Ross, es una referencia a cualquier productor al que pagas para que no haga nada. No me referí a Ross. Lo único es que no voy a pagarle a nadie para que se entrometa, joda mis emociones, se presente tarde, que intente decirme qué tocar y todo eso. No escucharé a un puto productor de cuarenta años que no sabe nada de la clase de música que quiero hacer. No me importa nada lo que un productor pueda pensar sobre nuestra banda, no confío en su juicio. A menos que conozcamos a alguien desde hoy hasta el día que hagamos el disco, que nos deje flipados y nos haga reconsiderarlo a Beck y a mi, nadie va a entrar al estudio con nosotros. »
Sobre el sonido del disco explica que «no es pronto para saberlo pero si demasiado para comentarlo en una entrevista: es casi inútil. Ahora mismo, la mierda melódica es mucho más melódica y aumentando, y el material heavy es mucho más heavy. Es por lo menos cuarenta años más heavy. Brutal. El ambient y la melodía son algo más que una experiencia.»
Los años no han apaciguado el carácter de Palumbo: «La energía no se va. Se le va a gente como Elvis Costello pero no a gente como a mi. Estoy más cabreado en este momento. Estoy más rabioso que nunca lo que pasa es que en el primer disco había una sinapsis extraviada no pudiendo articularlo demasiado bien, yendo todas mis balas a una cosa cosa. Créeme. Simplemente soy un mocoso. Ese es mi carácter. Soy la clase de persona que está constantemente quejándose, enfadado con algo, de los nervios por cualquier cosa. Así soy yo. Sigo siendo feliz pero el descontento por algo está constantemente ahí. Y la cosa no se pone más fácil al hacerte mayor, el fuego quema más.»
Lo que no entra en el vocabulario del cantante de Head Automatica es el arrepentimento: «La lista se va ampliando pero no me arrepiento de nada. Uno no se hace mayor y ve como la vida se va haciendo más fácil: te vas haciendo mayor y ves como se va haciendo la hostia de más complicada. No soy ni de lejos un hombre rico que haya sacado mucho dinero de su música. No lo hice y entonces tengo que recordarme como cabrearme para salir de gira. Me levanto muy preocupado.»
Como bien sabéis, Palumbo sufre la enfermedad de Crohn, una enfermedad intestinal crónica. Le preguntan si también es motivo de enfado hablar sobre ello: «Los amigos no sacan el tema cada día pero supongo, en cambio, que gente como tu (en referencia al periodista) siempre preguntarán como me siento. La prensa sobredramatiza las cosas, eso es lo que hacen y en este país les encantan los dramas. La prensa americana también es jodidamente repugnante pero la prensa del Reino Unido es sensacionalista. Sensacionalizaron con mi enfermedad, lo cual es halagador pero ridículo a la vez.
También fue ridículo que llegara a la prensa que ya no era 'straight edge', y que la gente atribuyera mi enfermedad a eso. ¿Estás de broma? No trato de echar a perder el dinero de nadie. Si hago una gira no me hincho a Jagermeisters durante 15 días y noches esperando vomitar sangre en el primer concierto de la gira. No hago eso. Ni siquiera bebo. Ni pensaba en ello. Decían que estaba a tope de moral cuando era 'straight edge'. No era el caso. Nunca me importó un carajo, simplemente ocurrió que era 'straight edge'. Y la prensa lo vendió como que era una vergüenza que aún siendo tan recto estuviese tan enfermo pero entonces salta a la prensa que ya no soy 'straight edge' y la gente piensa, 'Que le jodan, está de fiesta todo el día en plan estrella del rock y cancelando conciertos a diestro y siniestro'. No, ni se acercaba a la realidad.
Yo estaba enfermo cuando era y cuando no era 'straight edge'. Era lo único que seguía ahí todo el rato. Y eso no provoca otra cosa que no poder comer ni dormir.»
Palumbo, anteriormente había dejado claro que no se ha hecho de oro precisamnte en el negocio musical pero aún así le preguntan si esá bien situado económicamente: «Tío, la gente vió nuestros vídeos y pensó que era un vídeo de un billón de dólares y que eso era lo que habíamos conseguido. ¿Estás loco? Nada más lejos de la realidad. Y volvemos a lo mismo: no soy un puto millonario. La gente siempre vió cosas y pensó que la máquina nos funcionaba. Pero no, no era así. No hubieron anuncios para nuestros discos, nada de grandes promociones, nadie dio una mierda por mi banda. Cuando Glassjaw era una banda de gira a tiempo completo tampoco era algo inmenso. La gente no lo entiende. Había gente aprovechándose de nosotros todo el rato porque éramos jóvenes y nos estaban pegando sablazos todo el rato. De muchas formas, y tengo la sensación que constantemente, no éramos felices porque no veíamos los resultados de algo para lo que habíamos trabajado durante muchos años. Nos pasamos años comiendo, durmiendo, cagando Glassjaw y todo lo que conseguimos nos lo quitaron.»
De un tiempo a esta parte ha habido un cambio radical en la escena musical en la que se encuadraría Glassjaw, algo de lo que se lamenta el vocalista. «Ahora abres cualquier revista, especialmente una como Alternative Press, y hay cientos de bandas con las que Glassjaw podría salir de gira de ser una banda joven. Por aquel entonces no había ninguna banda con la que pudiéramos salir de gira, solían preguntarnos con quien girar y no teníamos ni idea, bandas como Quicksand se habían separado así que miramos a bandas como Filter o Foo Fighters. No habían bandas post-hardcore. Ahora hay un millón. Entonces éramos infelices casi todo el tiempo; veíamos bandas que habían sido cabezas de cartel ante 5000 personas por noche y nosotros no queríamos encabezar esos conciertos, solo queríamos ir. Pero no podíamos ni hacer eso. No queríamos ser ricos y famosos, solo ir tirando. Y no pudimos.
Siempre fuimos más grandes en el Reino Unido que en casa. No le dijimos a la gente de aquí que esto no era lo normal, simplemente nos partíamos de risa. Simplemente éramos una banda de hardcore. Doscientas personas venían a vernos como máximo allí en casa y nos hartamos. Tocamos en Chico con American Nightmare, y vinieron cincuenta personas. Imagínate el público que tendría ese concierto ahora. No sé qué hacíamos mal. Me pregunto si deberíamos haber pasado de firmar un contrato discográfico y haber ido por nuestra cuenta, a ver si eso hubiera salido mejor. La gente que no había firmado por multinacionales lo estaban haciendo de maravilla y nosotros no. Nos estábamos peleando todo el día mientras estábamos de gira, éramos atajo de mocosos de Long Island pasándolo mal. Pero la gente lo convirtió en una leyenda. Los concirtos más grandes que hicimos fue en el Warped (Tour) en New Jersey y New York. Recuerdo todos los conciertos que tocamos, cuanta gente había. Recuerdo cuantos discos vendíamos a la semana. Lo recuerdo todo. Te digo que todo es un mito y más ahora de lo que ya lo era por entonces. Es genial saber que hicimos una gira hace unos meses en EEUU y fueron los conciertos más grandes que hayamos hecho. Es bueno saber eso. De cualquiera de las maneras fueron los más grandes y es algo para ponerse histérico pero todo, desde la imagen a las letras fue engrandecido a algo mucho más grande de lo que era. Éramos cinco tíos de Long Island que queríamos tocar post-hardcore. Nada más. Queríamos tocar hardcore progresivo.
Ahora tratamos de que todo sea divertido. Todas las lecciones aprendidas nos las metemos en la maleta. Ya no hay razones para pelearnos, para estar en desacuerdo, y confundirnos o preocuparnos por un sello. Por esa razón, me importa una mierda lo que la gente piense de Glassjaw. Solo pongo en una cinta lo que nosotros como músicos queremos oír.«