The Orange County Register ha entrevistado a Marilyn Manson, aprovechando el paso por la zona del artista en el marco de la gira que comparte con Slayer.
El músico habla de su fallido matrimonio con Dita Von Teese: «Empecé a sentirme mal por ser quien era. Empecé a sentir que tenía que apagarme de alguna manera para probar que encajaba en este convencionalismo en el que sabía que no encajaba. No es que piense que no pueda volver a casarme. Creo que he asumido -y era mi idea de proyectar el romanticismo en Dita- que ella creía igual que yo. Creo que llegamos a un punto donde ella sentía como, 'Bueno, doy por hecho de que llegará el momento en que superarás esto'. Y yo digo, 'Pero este soy yo'. Mi matrimonio empezó a transformarse en algo demasiado preocupado por el resto del mundo, por como iba a ser retratado por la revista Vogue -toda esa clase de cosas contra las que siempre había luchado en contra. Pero me perdí entre el amor y mi autoestima. No sabía quien se suponía que era.
No ando buscando a alguien que esté de acuerdo conmigo en todo o alguien que quiera agradarme creyendo en lo que yo creo. Pero necesito a alguien que tenga los mismos oscuros anhelos románticos. He estado viendo todas estas películas como 'Amor a quemarropa' y 'Harold y Maude', y 'The Hunger' y 'Bonnie and Clyde', y empecé a pensar donde había ido a parar esa clase se sensaciones. Pensé que mi vida estaba en ese punto, y no podía entender porqué no me sentía la misma falta de miedo.»
Sobre su relación con la actriz Evan Rachel Wood, a la que Manson dobla en edad, explica que «para mi, la calve de la longevidad -y de algún modo, la inmortalidad- tiene que ver con la transformación. En su momento, mi idea de ser un camaleón -como Bowie, como Prince, como Madonna, como toda la gente que verdaderamente me ha influido- empezó a mezclarse en mi cabeza. Así que me fui de mi mismo y caí presa del escrutinio que siempre había evitado porque no sentía que nadie pudiera creer en mi. Y no necesitaba tener una razón…Y luego el álbum ('Eat Me Drink Me') acabaron siendo estas canciones que establecieron una nueva y fuerte relación, una relación verdadera que tenía la clase de romance que yo quería. Creo que puedes oír literalmente el proceso de como resucito, por dramático que eso suene. No es una postura, eso se nota.»
La gira con Slayer está unida por un intangible ajeno a su estilo musical: «Es una cosa natural porque la única cosa que mantenemos en común es esta extrema y brutal dedicación a decir y hacer lo que queremos sin amilanarnos…Además, hacemos el 'show' más teatral que nunca hayamos hecho, trayendo de vuelta algo de fuego y sulfuro al rock and roll…Al menos mantenemos la maldad en el rock and roll.«