Pese al buen aspecto final que muestra el vídeo de «Failed Creation», primer single del disco debut de Divine Heresy, la filmación del mismo no fue lo que se dice un camino de rosas.
«Lo filmamos en el Salton Sea (el lago salado situado en el desierto de Colorado, en California),» explica el guitarrista Dino Cazares. «Allá por los años 30, el río Colorado se desbordó… en esta cuenca, creando este gigantesco lago en California. En los 50 solía ser un sitio turístico: ibas ahí, aparcabas tu caravana y te ibas a nadar al lago.»
Pero esa época ha pasado a la historia y las aguas residuales y los desechos de las industrias contaminaron el Salton Sea, matando millones de peces. De hecho, la arena que rodea el lago está compuesta por esqueletos de pez machacados.
«Todo el mundo estaba vomitando y enfermo porque el olor de ese sitio es terrible,» asegura el guitarra a MTV.com. Y pese a que el sitio está lleno de hoteles y apartamentos abandonados, aún hay algunos habitantes por la zona. «Gente extraña, en plan 'Las colinas tienen ojos',» bromea.
El olor llegaba a ser tan desagradable que la grabación del vídeo tuvo que detenerse varias veces para que tanto los integrantes de la banda como el equipo de rodaje pudiese vomitar.
«En un momento ves a Joe alejándose de la cámara, y la cámara le sigue y él empieza a vomitar. Y luego, Tim (Yeung, batería) está tocando y le ves levantarse de la batería y empieza a vomitar. Pese a que en la edición final del vídeo no se ve, Cazares espera poder incluir algún día las imágenes en un DVD como extra.
Pese a que ha habido que esperar a este año para oír el primer disco del grupo, Cazares lleva trabajando en él desde 2002. Sus compromisos con otros proyectos (Brujería y Asesino) le mantenían ocupado por lo que se dedicaba a ir acumulando 'riffs'`para, en cuanto tuviera el momento y los músicos adecuados, desarrolarlos en canciones.
Fue en el año 2003 que el guitarrista conoció al batería tim Yeung cuando este estaba en Nile. «Intercambiamos números y nos mantuvimos en contacto pero él estaba liado y yo seguía componiendo canciones con una batería automática y con otros baterías. No fue hasta 2005 que Tim se mudó a Los Angeles que me dije, 'Vale, debo ponerme con esto en serio y hacerlo'. Así que Tim y yo empezamos a ensayar juntos en 2005, y cuando teníamos tiempo nos juntábamos y componíamos canciones.»
Con la ayuda del fundador del sello Century Media, Robert Kampf, el guitarra dio con el cantante que el grupo necesitaba: Tommy Vext. «Le mandamos algunos CD's y él se metió en el estudio y grabó las voces y lo mandó de vuelta. Lo escuché y supe que él era el tipo que necesitábamos: necesitaba trabajar con ese tío. Quería un batería que pudiese llevar la música a otro nivel y que la diversificara. Quería un cantante que hiciera lo mismo: gritara, cantara, hicera todo. Y estos tíos eran exactamente lo que buscaba.»
Pese a que en el disco es el propio Dino el que se encarga de tocar el bajo, para la ira y las futuras grabaciones, será el ex-Nile, Joe Payne, el que se encargue de ello.
Trabajar con Vext y Yeung ha hecho que Cazares haya progresado en su forma de hacer música. «Disfruto haciendo metal, y ahí tengo mi corazón, y eso es lo que haré. No puedo componer canciones pop con un batería como Tim Yeung. He aprendido al trabajar con estos tíos y mi forma de tocar se ha hecho más técnica, más musical…He elegido los músicos adecuados para explorar más estilos, si eso es lo que quisiera. Lo principal cuando compongo canciones es que trato de hacerlas lo más pegadizas y memorables posible.»
El grupo va andar muy liado con giras lo que queda de año y el próximo aunque no hay planes de salir de EEUU, más allá de un primer concierto en México este mes de septiembre (más detalles). Y según comenta Cazares no descarta tocar algo de material de su ex-banda pese a su tormentosa salida del mismo.
«Creo que viéndolo a largo término, salí siendo el ganador y siento que ellos han bastardizado el nombre, y es una banda completamente diferente, un estilo diferente. Sin duda yo me llevé la pasión de esa banda, y mis 'riffs', mi estilo, eran cosas muy distintivas. No me arrepiento de nada de lo que hice con Fear Factory. Será parte de mi memoria lo que me queda de vida. Creo que continuo con el legado y mantengo esa antorcha del metal viva trayéndola de vuelta con DH. Puedes notar el hambre y la pasión en DH que creo falta en Fear Factory, y que hoy día aún se echa de menos.
Divine Heresy será una banda que se desarrollará en algo aún más grande a medida que estos tíos tengan más que ver y sigamos tocando juntos, y mientras más salgamos de gira, viviendo ahí, respirando. Pienso que el siguiente LP va a ser algo tremendo.«