Milenio marciano

Los discos de The Mars Volta siempre se han caracterizado por relatar una historia: «De Loused In The Comatorium» narraba como un hombre llamado Cerpin Taxt trataba de suicidarse mediante una sobredosis de morfina; «Frances The Mute» se centraba en el diario de una persona que buscaba a sus padres biológicos y «Amputechture«, quizá el más disperso temáticamente, se centraba en asuntos como los inmigrantes o monjas poseídas.

El nuevo disco del grupo, «The Bedlam In Goliath«, ampliará la definición de disco conceptual. El álbum gira alrededor de un regalo que el guitarrista Omar Rodríguez-López le dio al frontman Cedric Bixler-Zavala tras volver de un viaje de Jerusalén.

«Hace un tiempo que hizo el viaje, y encontró una curiosa tienda…Es difícil de creer que algo así exista ahí. Lo que me trajo…Lo que en EEUU se llama un tablero de ouija, y empezamos a jugar con ella…Nos acostumbramos a jugar con la banda después de los conciertos, estando en medio de la nada. Y fuimos a dar con nuestra propia versión del capitán Howdy (de 'El exorcista').» La banda bautizó el tablero de ouija con «El adivino».

«Tiene la misma función que un tablero de ouija,» explica a MTV.com Bixler-Zavala, «solo que es algo más arcaico.» El tablero cuenta con una serie de poemas escritos en el dorso. «Esta versión tiene una especie de triángulo amoroso pegado -los poemas describían un triángulo entre madre-hija y otro hombre, y ocurrió que fuimos contactados por, al menos, tres personas que resultó ser una. Escribimos todos los mensajes que nos dieron y los usamos en las letras, y tratamos de convertir las letras en una especie de hechizo de la buena suerte, poniéndole elementos positivos. Hemos usado muchos elementos de santería (tradiciones religiosas afro-caribeñas) para que nos diera una especie de piel protectora para cuando el disco salga.»

A medida que la banda más experimentaba con el extraño juego, más raro se iba poniendo todo. Explica el vocalista que empezó a «conocer a diferentes personas a través del juego y recibía diferentes mensajes. Después de un tiempo, empezamos a tener mala suerte y es como si la hubiéramos dominado y en el proceso de usarla, descubrimos un montón de cosas raras al respecto. »

Cuando la banda dejó algo de lado la composición y grabación del nuevo disco por el tablero de ouija, «el estudio en el que trabajábamos se inundó, y entonces nuestro ingeniero jefe tuvo una crisis nerviosa, lo que provocó que tuviéramos que empezar de nuevo con todo porqué él sabía donde estaba todo. Yo tuve problemas en los pies lo que provocó que tuviera que acabar operándome.» Los problemas en el pie eran achacables a los zapatos que había estado llevando. La operación implicó que le tuvieran que romper algún hueso, limarlo y tras la operación, Bixler-Zavala tuvo que aprender a andar de nuevo.

«Caímos en un agujero financiero por los problemas con nuestro batería, y por tener que encontrar a uno nuevo a mitad de gira cuando estábamos por ahí con Red Hot Chili Peppers. Empezamos a atraer un montón de mala suerte. Omar no nos permitía decir su nombre mientras estuvimos haciendo el disco por miedo al mal fario.»

Cuando vieron que la mala suerte no les dejaba, decidieron deshacerse del tablero. Rodríguez-López quemó el objeto y juró no contarle a nadie donde enterró las cenizas.

«Debido al extraño impacto que nos provocó el usar el tablero, decidimos hacer un disco basado en…Las historias que recibíamos de las cosas o espíritus con los que estábamos contactando. El álbum es básicamente una especie de…Es como 'Cazafantasmas' cuando quieren cazar un fantasma y ponen esa pequeña trampa en el suelo y la abren. El disco sirve como un montón de pequeñas trampas, así que cuando salga el disco, la gente tendrá esas trampas y podrán jugar y probar de revertir la mala suerte que nosotros sufrimos. Es nuestra forma de crear una pequeña máquina infernal pero la hemos revertido a buena suerte.»

El tema es que la mala suerte que sufrieron y «algunos pequeños detalles algo más privados y embarazosos» explica Bixler-Zabala hicieron que «el disco no quisiera nacer» en septiembre. Pese a la mala suerte que les trajo el juego/tablero, la versión en vinilo del álbum traerá una versión propia hecha por la banda del mismo tablero para que todo el que quiera pueda jugar.

¿Y como suena el disco? Pues el frontman indica que los fans de la banda pueden esperar el material marca de la casa: canciones épicas de 10 o más minutos, muchas guitarras (colabora John Frusciante de Red Hot Chili Peppers) y experimentación por un tubo.

«Va en direcciones diferentes y tiene diferentes estados de ánimo pero para gente nueva, que no sepa nada de nosotros, hay esas canciones cortas que quizá atraigan a alguna gente. No fueron hechas en plan, 'A ver si salimos en la radio' pero supongo que ayuda (a salir). Todo el disco es interactivo con el oyente y hay algo concreto en lo que hincarle el diente. Hay una historia ahí, pese a que sea vaga a veces.»

El primer single será el tema «Wax Simulacra» pese a que el sello quería que fuese «Goliath».

«'Goliath' dura entre 9 y 10 minutos, y el final es tan interesante, y no queríamos que se usara como single. Se recortaría y quedaría realmente bien. Si editas nuestras canciones y le quitas el material extra, entonces esa canción quizá suene como Wolfmother – y nunca querríamos competir con eso. Ellos hacen lo suyo y nosotros lo nuestro.«