El antiguo sello de Radiohead afirma que la banda pedía demasiado dinero para renovar

De acuerdo a lo que publica el diario The Times, Radiohead exigieron un contrato de 10 millones de libras (unos 13 millones y medio de euros) para renovar por EMI y el sello Parlophone. El sello consideró desproporcionada la demanda por lo que optó por no renovar el contrato con la banda. EMI estaba dispuesta a pagar un máximo de 3 millones de libras (aprox. 4 millones de euros).

En declaraciones al periódico, un portavoz del sello asegura: «Radiohead pedía una cantidad de dinero extraordinaria y no creímos que el resto de nuestros artistas debieran subvencionar sus ganancias.»

Por su parte, desde el management del grupo afirman que el sello no se tomó en serio las negociaciones y que pueden perder otros grupos de importancia en el futuro. Entre las bandas más destacadas que tiene EMI-Parlophone se encuentran Coldplay, Supergrass, Interpol o Babyshambles.

El grupo exigía recuperar el copyright de su catálogo antiguo algo que el sello no quiso ni entrar a valorar. A ello habría que sumar la solicitud de un presupuesto de 3 millones de libras para marketing, información, sin embargo, negada desde el management de los de Oxford.

Bryce Edge, uno de los miembros del management de Radiohead, cuenta que «no pudimos seguir con EMI porque Guy Hands (accionista mayoritario) rechazó irrevocablemente entrar a discutir sobre el catálogo (antiguo) de ninguna manera. Hemos vendido 25 millones de discos y tenemos los derechos morales sobre esos seis discos. Queríamos tener algo que decir en como iban a ser explotados en el futuro. No buscábamos un anticipo monetario o un gasto garantizado en marketing ya que las conversaciones nunca llegaron tan lejos.»

Cuando las conversaciones con el sello llegaron a punto muerto, el grupo decidió publicar el disco por su cuenta. Este lunes 31 se pondrá a la venta en formato físico.

Bryce Edge cuenta también que cada vez hay más artistas descontentos con los sellos discográficos en tanto en cuanto les siguen reteniendo dinero de los royalties de las descargas digitales por conceptos como «gastos de embalaje«.