La revista Playboy incluye en su número de abril una entrevista con el frontman de Nickelback, Chad Kroeger, que incluye algunas revelaciones sorprendentes.
En su juventud, el cantante y guitarra hizo toda clase de trastadas, entre ellas «llegué a entrar en mi instituto como once veces y di con la combinación de la caja fuerte. Dios, era como mi cajero automático personal.»
Las tendencias cleptómanas de Kroeger no terminaron ahí; confiesa que robó una camioneta y que incluso pasó un tiempo en un correccional: «Simplemente pensé que era divertido ser malo.»
El frontman admite que su historial delictivo no termina ahí y que robó en tiendas, tuvo varias peleas de consideración, condujo borracho y traficó con drogas. Sin embargo la confesión más bizarra (en la acepción inglesa del término) es la referente a lo que hizo en una ocasión por una lata de cerveza: «Me metí mi propia polla en la boca. Tenía 14 años y era mucho más flexible que ahora. Era suave y requirió mucho estiramiento. Quería esa lata de cerveza si o si.»
Kroeger se encuentra a la espera de juicio por su detención el 22 de junio de 2006 por conducción temeraria.
En lo que respecta al futuro de su banda, el músico reconoce que tiene tal nivel de «apalancamiento» que no anda muy por la labor de grabar material nuevo. En anteriores entrevistas, sin embargo, se apuntó como septiembre sería el mes en que los canadienses se pondrían manos a la obra con nuevo material para su próximo disco.