Problemas internos, variadas adicciones de alguno de sus miembros y el desencanto general con su sello provocó que Candlebox se separaran en 1998. Los de Seattle saborearon las mieles del éxito con un disco debut que logró vender más de 4 millones de ejemplares, solo en EEUU, siendo el primer grupo en darle beneficios a Maverick Records, la discográfica fundada por Madonna.
«A la mierda; vamos a romper nuestro contrato (con Maverick),» fue lo que dijeron en su momento, rememora el frontman Kevin Martin a The Daily Aztec. «Sabíamos que era el final de lo que teníamos que hacer en ese momento pero no pensamos que nos llevaría siete años volver a juntarnos.»
La publicación en 2006 de un grandes éxitos volvió a encender la llama y la banda se embarcó en una gira por EEUU. Por esos tiempos, recibieron una oferta de Silent Majority Group, la compañía de management presidida por Jeff Hanson, que en su día representó a Creed y Sevendust. El trato recibido era equitativo, explica Martin: la banda puede decidir sobre la música, la producción del disco y el artwork, sin que la compañía pueda imponerles nada.
El caso es que el grupo empezó a trabajar en nuevo material durante la gira de 2006. «Tiramos un montón de mierda mientras estuvimos componiendo (para el disco). Pero ahora podemos centrarnos en las habilidades de cada uno, esquivando malos hábitos pasados y nuestras características individuales. »
Martin dice que su banda no hace «grunge«, etiqueta que la prensa les puso en su día sino simplemente «rock and roll«.
¿Y tiene ese rock and roll cabida en el actual mercado discográfico? «No hay duda de que hay mucho helado de vainilla por ahí ahora mismo. El (nuevo disco) es más como uno napolitano (chocolate, vainilla y fresa) – no es como nada de lo que hay por ahí. »
Pese a no tener aún un título para el disco, un amigo le ha sugerido usar «In Spite Of You» (A pesar de ti), como respuesta al trato recibido durante años por la prensa.
La edad ha servido para que los miembros maduren por lo que se puede esperar que el grupo siga al pie del cañón los años que hagan falta: «Creo que ahora, 18 años después, todos tenemos nuestras ansias e idiosincracias y hemos tenido mucho tiempo para darnos cuenta de eso.«