Propósito de cambio

Los suecos In Flames han ido cambiando con el paso de los años. No es la primera banda que lo hace. De hacer un 'death metal' clásico han ido evolucionando a uno mucho más melódico, experimental a veces y con tintes 'nu-metaleros'. El cambio no ha sido solo sonoro: el grupo se ha desmarcado en su nuevo disco con una portada colorista y poco habitual para el 'death metal', donde los grupos suelen usar tonos oscuros y dibujos que se repiten (calaveras, sangre, etc.)

«Para nosotros es importante hacer algo diferente con el artwork,» declara el guitarra Björn Gelotte a MTV.com.

Y para ello han echado mano de Alex Pardee, que hizo la portada basándose en un juego con un tablero laberíntico con 36 agujeros y una pequeña bola de metal. El objetivo del juego es evitar esos agujeros. Según una nota del management del grupo, el juego «representa la vida y los agujeros las dificultades que uno se puede encontrar durante la misma«. En la portada vemos a un chaval con una máscara que trata de salir del laberinto y que, obviamente, mientras lo intenta, se encuentra a diversos monstruos y variados personajes.

«Es demasiado fácil ser categorizado solo por el artwork del álbum,» prosigue Gelotte. «Me gusta que tenga tantos colores porque nos hace más fácil hacer artwork que mole para los conciertos y nuestro merchandising. Y la portada, de hecho, tiene sentido cuando escuchas las letras. Pero si, la gente no está habituada a que las bandas de metal agresivo usen colores en sus álbums. Se supone que debería ser en blanco y negro, con un cadáver y sangre, y eso es 'death metal', ¿sabes? Pero no siempre funciona así. Nosotros hemos hecho eso pero ahora seguimos adelante. »

Los de Gotemburgo llevan ya más de 15 años en el mundillo, algo que «me hace sentir viejo a veces,» bromea Gelotte. «Muchas de las bandas que sonaban como una copia chapucera de In Flames en sus primeras demos han evolucionado hacia algo propio, y eso es todo lo que importa. Siempre tienes que tomar aquello en lo que te inspiras, mezclarlo con tu propio zumo y venir con algo que nadie haya oído antes. Siempre ha sido guay, el ser una influencia para alguien y es bastante halagador. Uno siempre quiere ver evolucionar esas bandas y que tengan su propio sitio.»

Hablando del nuevo disco, «A Sense Of Purpose«, el seis cuerdas cuenta que lo han grabado en su nuevo estudio, «un sitio guay para estar, con retretes limpios,«, bromea.

«Ha sido cómodo para nosotros. Era fácil marcharnos a casa una vez terminábamos de grabar. Y tampoco había ninguna banda tocando en la puerta en plan, 'Es nuestro turno'. Fue muy relajado y casi no hubo fricciones. Todo el proceso fue como la seda y estamos super-flipados con el resultado. »

Esa relajación y buen rollo habrá influido también en el hecho de que la banda haya grabado más temas de los que suelen grabar. «Esta vez hemos grabado 16 canciones. Normalmente solo grabamos las que pondremos en el disco. Pero esta vez hemos estado muy inspirados lo cual nos ha dado material para EPs.»

Sobre el sonido de las canciones cuenta que «teníamos una clara idea de como queríamos que sonaran, así que en lugar de tener este sonido estático de batería, queríamos que fuese muy orgánico. Toda la producción tenía que sonar orgánica, como una banda tocando en directo. También queríamos centrarnos un poquito más en las guitarras, lo cual siempre me divierte. Hay muchos más solos de los que solemos poner. Estoy emocionado por eso porque no somos de aquellos que machaquen ('shredders') – hacemos melodías y riffs.«