Anders Fridén, frontman de In Flames, ha hecho un aparte para charlar con la gente del Toronto Sun sobre su nuevo disco, que muchos consideran como un cambio de rumbo en el sonido característico de los suecos.
Así, el tema «The Chosen Pessimist» podría ser una prueba de ese cambio: «Teníamos muchas ideas y juntamos ocho o nueve piezas instrumentales. Les dije a los chicos que me dieran una hora para poder ordenarlas y que fuera todo fluido. Esa canción era simplemente un proceso constante de todas las sesiones de estudio.
Habíamos hecho canciones lentas, habíamos hecho canciones en plan balada pero nunca habíamos hecho algo como eso. Normalmente tenemos la fórmula de componer desde la fórmula pop normal, verso-estribillo-verso-solo. Pero esto era otra cosa.»
«Lo grabamos todos juntos, tenemos nuestro propio estudio ahora y fue un proceso creativo genial,» reconoce el vocalista sobre la grabación del disco. «Los últimos tres discos fueron divididos entre tres estudios diferentes y no estando nosotros ahí juntos. Este ha sido mucho mejor. Pasábamos por cada canción y probábamos mierdas diferentes con diferentes micrófonos y amplis para conseguir un caluroso sonido analógico.»
Muchos de sus fans primerizos han mostrado su malestar porque el grupo no toca temas de sus primeros discos. Fridén cuenta los motivos: «Cuando tocas en directo, ves la fuerza de una canción. No tocamos mucho material viejo porque fuimos super inocentes cuando nos pusimos a grabar cosas. Pusimos capas y capas de guitarras en nuestros primeros discos y luego dijimos, 'Oh, mierda, tenemos que producir esto en directo. Joder, solo somos cinco personas y solo dos guitarristas.»
Lo de las etiquetas no va con los suecos: lo de 'death metal melódico' no es más que un cuento de los periodistas: «La gente dice que In Flames es esto o In Flames es aquello pero nosotros nunca hemos declarado pertenecer a un género ni nada. Simplemente queríamos crear un buen álbum de heavy metal y apoyarlo.«