De los muchos discos que en verdad deseaba escuchar desde hace algún tiempo, sin duda el de Tantric era uno de ellos.
Tras la magnifica declaración de intenciones que supuso aquel 1º disco de titulo homónimo, que publicaban en 1999, con temas tan redondos como «Breakdown», «Mourning» o «Paranoid», habian dejado el pabellón lo suficientemente alto como para generar más esperanzas que otra cosa de cara a su segundo disco.
Hubo que esperar casi 5 años para escuchar la continuación de «Tantric«; y, lo reconozcan o no, la presión (sobre todo por parte de su sello, Maverick Rec.) no debió de ejercer una buena influencia en el resultado final de «After We Go«, ya que los de Lousville entregaron un disco irregular en su conjunto, donde, siendo benévolo, tan solo 4 ó 5 temas están realmente a la altura de una banda que había generado tal cantidad de expectativas. Ni el mismo Toby Wright (productor de Alice In Chains) pudo salvar al disco de la medianía general.
Para las multinacionales las ventas mandan, y muy a pesar de que Tantric gozaban de un excelente y gran éxito en sus giras, las ventas del disco no fueron precisamente las esperadas, y eso que «After We Go«» salió al mercado vendiendo muchisimas copias, aunque como si del cava se tratara, pronto estas fueron decreciendo considerablemente.
Así que con estos antecedentes el tercer disco del grupo suponía algo así como la hora de la verdad, el ser o no ser; vamos, que debían confirmar todo lo que apuntaron en su debut o convertirse en un ‘hype’ más de los muchos que han crecido al amparo de las modas musicales.
Las cosas comenzaron a torcerse muy pronto, mientras la todavía formación original de la banda trabajaba en la composición de este tercer disco, del que incluso se ha especulado sobre la existencia de una versión anterior que jamás ha visto la luz. La banda es expulsada de Maverick Rec. y se produce el abandono general de toda la formación por diversos motivos, quedando únicamente Hugo Ferreira (cantante) al frente del grupo.
Todo ello sin duda ha terminado por afectar de un modo determinante al resultado final, ya que con este «The End Begins«, lejos de disipar posibles dudas, ¡las aumentan!
Quizá pueda servir de justificación que H. Ferreira ha tenido que completar una nueva formación para dar forma a este album, que en los momentos de menor inspiración haya tenido que recurrir a su amigo Kevin Martin de Candlebox para componer algunos de los temas de este disco, y por último, que seguramente el mismo Ferreira era el músico menos dotado de los Tantric originales para componer excelentes canciones.
Dicho esto solo resta comentar que «The End Begins«, es un disco muy irregular, donde la banda interpreta los temas sin demasiada convicción. Ni siquiera la incorporación de un violinista y las secciones de viento o piano contribuyen a dotar a los temas de la carga emocional que seguramente pretendía. Y tan solo el magnifico dueto que nos entrega junto a K. Martin en el tema «The One» salva finalmente al disco de la más absoluta mediocridad.
Hugo sigue cantando a un muy buen nivel, pero la aportación de los nuevos músicos, todos ellos con un importante bagaje musical a sus espaldas, no está a la altura.
Ojalá en directo la banda ofrezca mejores cosas, pues si no, mucho me temo que no tendremos a Tantric por mucho tiempo.