Periodistas de las dos publicaciones de metal más importantes del Reino Unido tuvieron la oportunidad el pasado 4 de junio de escuchar un avance del nuevo disco de Metallica y ciertamente han quedado bastante impresionados.
Esto es lo que se lee en Rock Sound: «En primera impresión y con solo una escucha, Rock Sound puede confirmar que las canciones que hemos oído suenan mucho a los Metallica clásicos, volviendo a los días del 'Master Of Puppets' y 'And Justice For All' (pero con bajo) y el álbum negro – sin sonar pasados de moda o muertos.
De las seis canciones que Rock Sound ha escuchado este mediodía, solo una tenía título provisional, 'Flamingo'. Con una lenta intro, la canción recordaba al rollo de 'Battery', con dos solos de guitarra y una melodía y un ritmo de trasfondo.
El primer single es un (tema) rockero épico en la onda de 'The Unforgiven', 'Nothing Else Matters' y 'Sanitarium', con un tempo medio, una sección para hacer 'head banging' y una parte de riffs a lo Thin Lizzy.
Otra canción tiene una letra que dice, 'En el abismo, tu no existes, no puedes resistir el beso de Judas' otra tiene un ritmo de batería y bajo casi a lo Rage Against The Machine y una letra sobre 'suicidio' y 'cianuro', mientras que la última canción que escuchamos llamada 'The Song' dura menos de cinco minutos y es un galopante ataque 'thrash' con sus peculiaridades y una pizca de Testament.
Sospechamos que otros títulos de canciones podrían ser 'Die Hard', 'Show Your Scars' y 'My Apocalypse' pero no nos hacemos responsables si alguno de estos títulos o letras son incorrectos.
Gracias a Dios hay un montón de solos tradicionales de Kirk Hammett y un sonido de batería decente. La voz de Hetfield también está en buena forma. Todas las canciones tienen partes diferentes dando la impresión que el cuarteto está revisitando el rollo épico de su periodo clásico. »
Por su lado, Metal Hammer escribe: «¿Como suenan las canciones? El primer tema, conocido por el críptico título provisional de 'Flamingo' se abre con una batería tormentosa mientras llega la guitarra principal, con destellos de parada y vuelta a empezar antes de tirar adelante en un torrente rápido de clásico estilo 'thrash', con crujientes riffs a lo 'Fight Fire With Fire' y un ritmo de taladro. Dos minutos por lo menos tarda en llegar la voz de James Hetfield y aunque no es la vez que más acojonante suena, con un tono mucho más abierto, siguen habiendo líneas vocales memorables para el estribillo, y ocurren tantas cosas en la canción, y tantas ideas lanzadas y descartadas para la siguiente que es difícil a la primera escucha quedarte con un riff por el que vayas a recordar la canción. Pero con riffs galopantes y con el regreso de las pausas de guitarra surgiendo de los ritmos puedes oír el auténtico espíritu de Metallica, pese a estar todo reflejado en un mosaico de espejos.
La segunda canción es, en esencia, una balada tipo himno que recuerda a 'Fight Fire With Fire' y 'Nothing Else Matters' con una intro de guitarra repiqueteante, voces airosas y ciertos pasajes enrevesados de estilo progresivo que mutan en unos riffs más urgentes y acelerados y solos de guitarra. Nuevamente, la canción tiene un número de secciones diferentes pero aún así suena inmensa.
El tercer tema empieza con un riff de parada y vuelta a empezar con ciertos toques orientales, mientras otras rotas líneas de guitarra van superponiéndose unas a otras a la vez que la voz de Hetfield mantiene la fuerza de un viejo, como si de un profeta monolítico viera los acontecimientos desde la barrera, y los riffs van traqueteando sonando como un ejército marchando y disparando metódicamente a todo el que se cruce en su camino.
El cuarto tema es reminiscente de 'Master Of Pupetts' con más de un toque a lo Slayer. Tras una intro de batería digna de una artillería, rápidamente echa a andar, en modo 'thrash'. Hetfield rápidamente escupe melódicas digresiones mientras ruge en 'Arrodíllate, ríndete ante mi'. El ritmo de la canción te va llevando mientras se abre a unas guitarras atmosféricas que te traen a Led Zep a la mente. No es esa clase de monstruo irresistible que han creado anteriormente pero Metallica demuestran que aún pueden sonar malvados y épicos y cuando el tema cae en el ritmo de media canción te puedes imaginar los cánticos del público.
El tema cinco tiene otro comienzo potente, con un ritmo no muy alejado de Rage Against The Machine, apareciendo a través de riffs afilados que se encuentran con una descarga de irregulares percusiones que llevan brevemente a un camino más melódico y que vuelve a llevar a un emocionante tumulto de riffs.
El tema seis es la canción considerablemente más corta que las otras pero llena de riffs clínicamente afilados, con partes más Slayer-escas y ritmos acelerados, a todo trapo con matices orientales por ahí metidos.
La impresión inicial es que este álbum nos va a hacer hervir la sangre pero para saber si será lo que todos esperábamos, necesitaremos más escuchas para responderlo. Como conclusión decir que estamos tremendamente tranquilizados y jodidamente emocionados y nos morimos de oír el resto, joder.«