El concierto que The Brian Jonestown Massacre ofrecieron el pasado 16 de julio en Londres hizo honor a su nombre y terminó prácticamente en una masacre. Si, vale, exageramos pero así queda mejor el texto. El caso es la banda ofreció un concierto de más de dos horas en el que hubo tiempo de todo: el frontman Anton Newcombe tuvo tiempo de meterse con el New Musical Express y de pedir a los asistentes que procuraran evitar meterse en riñas recordando que la capital inglesa lleva varias semanas siendo escenario de diversas muertes de jóvenes por arma blanca.
Sin embargo, el guitarra Frankie Emerson, subió al escenario en un estado de evidente embriaguez, rompiendo un micrófono. Ante la escena, el frontman le dijo en tono serio que le iba a tocar pagarlo.
Más tarde, una vez el grupo había abandonado el escenario para salir más tarde a hacer el primer bis, el guitarra se quedó haciendo probaturas con el micro: «Probando, uno, dos, uno dos.»
Viendo la escena, el percusionista Joel Gion le pidió perdón al público pero el guitarrista siguió imperturbable gritando «No calléis al público, cabronazo.«. El resto del grupo volvió al escenario y tocaron un bis para cerrar la velada.
Fue entonces, y una vez el grupo en su camerino que se produjo un altercado que llegó al extremo de tener que llamarse a la policía que tuvo que poner orden sin que se produjeran arrestos.
El grupo tiene previsto continuar hoy mismo con su gira por el Reino Unido.