Kurt Cobain detestaba a Axl Rose

Que Axl Rose, líder de Guns N Roses, no era santo de la devoción de Kurt Cobain, frontman de Nirvana, es algo por todos sabido. Recordaréis que en 1992, en la entrega de premios de la MTV Rose y Cobain casi llegan a las manos después de que Courtney Love, esposa de Cobain le pidiera a Rose, entre risas, que fuera el padrino de su hija Francis Bean Cobain. Al vocalista de Guns N Roses no le hizo gracia la broma (ni las palabras que Love le soltó) y tuvo que ser parado cuando se disponía a entrar en el camerino de Nirvana para pelearse con Cobain.

La mala relación entre ambos frontmen venía de antes: según parece Axl ofreció hasta en dos ocasiones a Nirvana ser sus teloneros durante la gira del doble «Use Your Illusion», propuesta ambas veces rechazada por Cobain.

Posteriormente, múltiples declaraciones de Cobain mostrando su rechazo a Rose y lo que simbolizaba, acabaron dejando claro que no era amor lo que sentía el líder de Nirvana hacia su colega de Guns N Roses.

Ahora esa mala relación vuelve a la actualidad, tras la publicación de las memorias de Danny Goldberg, presidente de Gold Village Entertainment, compañía de management que tuvo en nómina a Nirvana. En las mismas, tituladas «Bumping Into Geniuses» («Chocando con genios»), Goldberg revela que cuando Rose le pidió poder ver a Cobain en el 'backstage' tras un concierto de Nirvana pero Cobain se negó en redondo.

«Rose tenía esa personalidad de macho rockero que Kurt detestaba,» se puede leer en el libro.

También explica que tampoco Courtney Love se llevaba demasiado bien con la por entonces novia de Rose, la modelo Stephanie Seymour (que aparecía en los vídeos de «Don't Cry» y «November Rain»). Tras un concierto, Seymour le preguntó a Love si era modelo, a lo que la ex-frontwoman de Hole contestó: «¿Eres cirujana cerebral?»

Explica también Goldberg que hubo una millonaria propuesta para hacer una gira de Nirvana, Guns N Roses y Metallica pero la presencia de la banda de Rose en el cartel impidió que saliera adelante. «Hubo mucho dinero sobre la mesa. A Kurt le gustaba Metallica.«