Los británicos Gallows editaron en 2006 su debut «Orchestra Of Wolves«, disco que, a la chita callando, fue ganando, poco a poco, adeptos a su causa punk-hardcore. El disco era un excelente ejercicio de punk mezclado con la furia del hardcore y tintes rock/metal para obtener un resultado que sonaba como una mezcla de Minor Threat, Black Flag, The Sex Pistols, los primeros Helmet o sus contemporáneos The Bronx. Así pues, saber que se traen entre manos su segundo álbum es una excelente noticia. Al respecto han charlado con la edición británica de la revista Rocksound.
El vocalista Frank Carter compara el nuevo disco con su debut: «Creo que la gente va a quedar realmente emocionada cuando oigan nuestro nuevo álbum porque es la hostia de heavy, tío – no hay compromisos de ningún tipo. No hay barreras de ninguna clase. Hemos cogido las mejores partes de Gallows y las hemos amplificado haciéndolo todo mucho más salvaje. Es desagradable, realmente muy guarro: me encanta, joder. Estoy realmente orgulloso de ello porque creo que todo el mundo espera que vayamos en la dirección contraria, hagamos una Good Charlotteada y salgamos con algo realmente fácil de digerir, como 'Los chicos malos del punk hacen pop' o algo así.»
Carter, tatuador profesional, habla de sus graves problemas de reflujo gástrico, que han provocado que la composición y grabación del nuevo material no haya sido lo rápida que hubieran preferido. Sin embargo, el cantante no cree que vaya a afectar en los planes de gira. «La gira es diferente porque es totalmente diferente, porque no tengo que hacer ninguna otra mierda, me he acostumbrado a propagar la voz de forma débil. Además, no me estreso mucho por salir de gira, ni siquiera me canso mucho estando de gira, la verdad. Lo hemos hecho tantas veces. En 18 meses tuvimos una agenda tan intensa que ahora somos como una banda erosionada y veterana. Pero antes de esto, todos habíamos estado en bandas que hacían muchas giras, ¿sabes?
Todos nos hemos dejado la piel. Las cosas que más me estresan es el rollo de prensa, sin ofender – esa clase de mierda a la que te tienes que acomodar y que tienes que hacer. Siempre tienes que ser cuidadoso sobre como te perciben y lo que dices, eso es lo que me agobia. Pero esta vez vamos a hacer las cosas de forma completamente distinta y hacer un mogollón de prensa antes de salir y así, cuando estemos en la carretera, estaremos literalmente en la carretera, centrados, y no tendremos que preocuparnos con poner un pie (en los medios) y simplemente tocaremos.»
El guitarrista Laurent Barnard asiente y cuenta que «cuando vas a un sitio nuevo, quieres ver el lugar, quieres sentir que has experimentado algo ahí, y no estar sentado en un camerino hablando por teléfono contestando las mismas preguntas, cada vez.»
Carter interviene: «Todo el mundo se cree que tiene una nueva y emocionante pregunta para ti y es como que, 'No, no es así. Esta es la quinta vez que respondo a eso hoy'. Entonces, al haber contestado las mismas preguntas tantas veces, empiezas a aburrirte de las respuestas. Eso me frustra mucho porque las respuestas siguen siendo claras pero tengo la sensación de que no lo son. Entonces, esperas a que dos meses después salgan las revistas y te quedas en plan, 'Joder, me alegro de haberme contenido' porque el mensaje es el mismo en todos lados.»
El bajista Stu Gili-Ross cuenta como ha sido trabajar con el productor Garth Richardson (Chevelle, Biffy Clyro, Idle Sons). «Todo fue guay, es un productor famoso, ha hecho muchos discos grandes pero se vino a donde practicamos, la casa de un amigo nuestro, que tiene un garaje convertido en estudio, en un rincón del jardín, y trabajó con nosotros ahí durante una semana o así para cimentar las canciones que teníamos en demos.
Fue muy gracioso cuando entró y es un super-productor y eso, y nos dice, 'Perfecto, ¿donde tenemos internet?' Y todos nos quedamos, 'No hay internet aquí, es un cobertizo en un jardín'. Pero si, es un tío enrollado, muy fácil de trabajar con él. Fue muy cercano, vino y estuvo con nosotros en las fiestas que hicimos en el estudio y tal.»
El único pero lo cuenta el guitarra Steph Carter y es que fue difícil trabajar a su velocidad por la forma en que habíamos hecho las cosas antes, nunca habíamos trabajado con un productor, siempre hemos sido de, 'Perdamos el mínimo tiempo posible, gastemos el mínimo dinero y andando'. »
«El tema es que, no crees que importe pero luego empiezas a escucharlo y te quedas, 'Joder, esto es importantísimo, todo lo que hacemos, cada sonido',» añade Frank Carter. «Hemos tratado de hacer un disco que suene jodidamente asqueroso y así ha quedado. Para hacer eso, hemos tenido que ponernos las pilas al tocar nuestros instrumentos – y Garth tuvo incluso que dar más de si mismo porque normalmente los chavales acuden a él por ser quien es y que les haga un disco que suene pulido y limpio, y entonces tienes el disco 'rosquilla' genérico que suena jodidamente perfecto.
Pero nosotros le dijimos, 'Mira, tienes que entender que todo lo que salga en el álbum, todo los sonidos tienen que ser reales, tienen que ser originales'. Hay un coro aquí, un piano allí, todo se toca y es real. Creo que tuvo que trabajar más con nosotros que lo que haya hecho otras veces, y nosotros igual, ¿sabes? Me gustó estresarle un poquito.»
«Grey Britain«, título del álbum ha contado con la colaboración del líder de Biffy Clyro, Simon Neil, en el tema «Graves». Varios músicos de Cancer Bats y Rolo Tomassi aparecen también en un álbum que se espera en las tiendas para mayo.