Vive Chris Cornell alejado de internet en su casa parisina donde le ha entrevistado, telefónicamente y de forma breve, la Rolling Stone. ¿Por qué decimos esto? Porque el vocalista desconoce las opiniones más bien negativas que está cosechando «Scream«, su nuevo disco.
«En este momento, todo es teoría. Es como cuando me junté con los chicos de Rage Against The Machine para hacer Audioslave y se habló largo y tendido sobre si era un sacrilegio para los fans de Rage y los de Soundgarden – incluso las viejecitas me paraban en la calle y me decían, '¡Es una idea horrible!' Quizá sea un optimista o simplemente un idiota pero creo que los fans acabarán entendiendo el concepto. Mañana mismo podría sentarme y hacer un disco totalmente guitarrero. Creo que es importante que los fans sepan eso pero si hago algo que me inspira musicalmente, entonces creo que también inspirará a alguien más.»
El colaborar con el productor de R&B y hip-hop Timbaland fue una idea que le propuso Rick Rubin (System Of A Down, Beastie Boys) pero quiere dejar claro el cantante que todo nace de su propia inciativa de trabajar en nuevos sonidos. «Durante los días de Soundgarden, incluso canciones como 'Black Hole Sun' eran tan diferentes a lo que la gente esperaba porque las canciones de 'Badmotorfinger' eran de un hard rock muy agresivo. Creo que 'Euphoria Morning' fue el cambio más importante. Recuerdo hacer mi primer concierto en Boston; salí y empecé a tocar la primera canción y nadie me tiró nada. Había un fan de Soundgarden borracho delante que tenía una mirada de no estar seguro de si era él el que estaba ahí pero casi al final de la canción saltó y gritó 'Perfecto, ¡joder, si!' Supongo que decidió que le gustaba y se dejó ir. Me gustaría ver nuevamente a ese tipo porque desde entonces nunca me ha preocupado probar algo diferente.«