Entrevista a Dredg + Crónica de su concierto en Barcelona (16-10-09)

La visita de Dredg a Barcelona, la segunda en cuatro años, merecía que portALTERNATIVO entrevistara a la banda para hablar de su excelente último disco, pero también de su inspiración para los anteriores. Ciertamente no cabe sino agradecer el buen trato recibido por parte del manager, Kevin Puig (a quien olvidamos preguntar sobre sus ancestros catalanes), y la deferencia de Gavin Hayes, el vocalista del grupo de Los Gatos quien, pese a haber pasado una mala noche por culpa de unas gambas, estuvo atento y amable con nosotros.

Hayes nos habló del proceso de grabación de «The Pariah The Parrot The Delusion«, de como el arte y los cuadros de Dalí les sirvieron de inspiración en 'El Cielo' o como 'Catch Without Arms' supuso un intento de componer canciones más movidas para los conciertos. Así pues esperamos que paséis un buen rato leyendo las respuestas de Hayes y os sirva para conocerle mejor.

No es vuestra primera visita a Barcelona: en 2005 también estuvisteis aquí y esta vez, al igual que en aquella ocasión, no pasáis por Madrid, Bilbao u otras ciudades que las bandas suelen visitar. ¿Os gusta tanto Barcelona o hay alguna otra razón?

GH: A todos nos encanta España en general y Barcelona es genial. Tratamos de que saliera algo para Madrid pero no ocurrió. La verdad es que no somos nosotros quienes montamos las giras así que está algo fuera de nuestro alcance y tampoco vamos a tocar en un sitio donde no nos dejen por lo que…

¿Como funciona entonces?

GH: Pues tenemos un agente que nos contrata las giras ('booking agent') para Europa y una agencia que lo hace para EEUU. Así es como funciona eso, más o menos.

Hemos visto también que tenéis 3 días libres después del concierto antes del próximo, ¿no?

GH: Creo que es pasado mañana.

Ah, vale, vale. Pero tenéis pensado…

GH: Bueno, nos iremos como a las 3.00 AM pero ya llevamos aquí desde ayer, como a las 8.00 AM.

Bueno, sabiendo que sois todos fans de Dalí, ¿habéis estado en el museo? ¿Habéis aprovechado la visita para ir a verlo?

GH: Lo he hecho pero no esta vez. Vine una vez aquí por placer. Ahora hemos andado mucho por ahí y le hemos echado el ojo a muchas cosas turísticas, los edificios de Gaudí, la Sagrada Familia, las Ramblas…

(risas) Perfecto entonces para tan poco tiempo. Bueno, entremos a hablar un poco de música. ¿Qué tal la colaboración Elsianne Caplette en «Down To The Cellar»?

GH: Distinta; lo hicimos online: ella lo grabó sola y lo mandó. Hizo toda la canción que era más de lo que necesitábamos por si nos hiciera falta y lo mezcláramos a nuestro gusto. La conocimos en persona en Montreal hará un mes o así. Una persona maja, si.

Sé que lo habréis contestado en infinidad de ocasiones pero, ¿qué significado tiene el nombre de la banda?

GH: Hace tanto que nos pusimos ese nombre… En inglés, hay una máquina con ese nombre… Hay unos cuantos significados. También puedes rebozar pollo (dredge the chicken) El 'dredge' es una máquina para dragar el fondo de los ríos y facilitar el paso de los barcos. Eso es lo que significa. No sé, tampoco lo pensamos mucho. Teníamos un puñado de nombres que Drew había pensado para un concurso de talentos del instituto. Él lo eligió. Decidimos quitarle la 'e' del final y dejar que terminara en 'g' debido a la fuente de letra que usábamos. Sinceramente, ni nos gusta el nombre (risas) Si tenéis alguna buena idea, lo cambiaremos.

¿Y qué hay del símbolo?

Deriva de un símbolo chino. Significa cambio y adaptación. De cualquier forma, en cada disco lo hemos cambiado y va evolucionando. Hemos acabado haciéndonos nuestra propia versión.

¿Por qué habéis decidido autoproduciros el último álbum? ¿Fue algo que quisistéis hacer de buen principio? ¿O fue más bien que no os convenció ningún productor?

Bueno, nosotros trabajamos con el productor (Matt Rodasevich), un tipo joven de veintitantos, con un talento tremendo y es de nuestra zona. Es bastante extraño. Nosotros nos hemos producido, bueno, co-producido todos los álbums y siempre nos hemos involucrado mucho en las mezclas y todo eso. No ha sido nada nuevo esta vez; la mayor diferencia es que lo grabamos casi todo en el área de la bahía (de San Francisco) y unos pocos temas en Los Angeles. Hemos estado muy cómodos. Matt también es músico y tuvo mucha intervención, aportando cosas, moviendo pasajes y dando ideas para las melodías. Es un músico talentoso lo cual también es genial y se agradece que sea más músico que ingeniero, cosa que ocurre en muchas ocasiones.

¿Recibís influencias externas de gente que no es parte del grupo? En plan, «Pues yo pondría esto aquí o cantaría esto otro de esta forma…» ¿Llegas a tenerlo en cuenta a la hora de componer?

GH: No siempre pero a veces si. Si me parece una buena idea, la probamos por si mejora la
canción. Con el paso de los años estos comentarios externos se reducen al mínimo y lo dejamos en lo que es pero si algo externo puede mejorar una canción, miramos como queda.

Teniendo eso en cuenta, ¿como ha sido la producción de este álbum diferente a la de los anteriores?

GH: Bastante similar, la verdad. Creo que el nivel de comodidad al que hemos llegado ha hecho que grabemos muchas cosas en el exterior en túneles. Grabamos algunas cosas en el túnel del parque del Golden Gate…

Si, lo vimos en los vídeos de «The Lefleats»

GH: Pues el sonido que grabamos ahí está al principio del disco: tocamos las palmas ahí (en el túnel) pero quitamos el sonido de la palma y dejamos la vibración. Es bastante único el sonido de vibración (conseguido). Me gusta, me gusta estar fuera y darle un efecto natural más que no uno de pedal o así y que sea más único y emocionante. Mucha experimentación a ese nivel.

Lo cierto es que se nota que os gusta experimentar con instrumentos de todo el mundo: no os centráis solo en la guitarra, bajo y batería si no que vais experimentando.

GH: Claro, no sé, si usas cosas como una mandolina, por ejemplo, una cosa así, sirve para crear una nueva canción. El hecho de usar un nuevo instrumento y no siempre estar con los mismos es como romper un poco la monotonía aún siendo divertido lo que hacemos. Y es que la monotonía puede 'infectar' un poco lo que haces…

¿Es cierto que coleccionas instrumentos tradicionales de los países que visitas?

GH: Mmm, no (risas) Quizá lo haría si me lo pudiera permitir (risas)

¿Como escribes las letras? ¿Es algo que va por inspiración o lo haces más como si fuese un trabajo, dedicándole un tiempo al día?

GH: No, no escribo cada día. Escribo como me viene, en un avión o donde sea. Suele ser sobre algo que lea, vea o sobre lo que haya conversado. Tiene diferentes orígenes. Normalmente es una especie de impulso y tal como me viene, lo escribo. Muchas veces tengo una frase en mente y de ahí va saliendo todo.

¿Como ha sido ahora hacer un álbum basado en un ensayo de Salman Rushdie? ¿Como se os ocurrió eso?

GH: De hecho fue Mark (Engels, guitarrista) quien encontró ese ensayo mientas nos hallábamos componiendo el disco y teníamos ya algunas canciones compuestas. A él le pareció que era bastante parecido a algunas de las letras ya escritas y me lo pasó a mi y a la banda y dijimos, 'Si, es genial'. Usamos más bien lo principal de eso más que no el 'artwork' y esas cosas, como si mandáramos nuestra música (en una carta) al ciudadano 6 billones, como si le dijéramos qué podía esperarse y con qué tendría que lidiar. No sé, me parece que el concepto (del ensayo) es brillante. Acabamos de hacer un evento con él en Nueva York que fue fantástico. Quiero hacer más cosas de esas únicas. Fue inspirador.

Si, de ello te íbamos a preguntar en seguida…¿Qué tal Salman Rushdie?

GH: Es genial, si. Tuvimos algo de tiempo para estar con él después del concierto. Creo que se
vendrá a Londres al final de esta gira, estará ahí. Tiene su lugar de trabajo ahí. Vive unos meses en Nueva York pero otros está ahí (en Londres).

¿Como surgió la posibilidad de ese acto con él?

GH: Fue una cosa de Spin Magazine, una revista norteamericana, ellos lo montaron. Una chica que monta un club de lectura musical para la revista, Emily Zemler, se hizo amiga nuestra. Drew fue uno de los primeros miembros del club. Se intercambian libros y sirve para ver los libros que van leyendo los músicos o sus amigos. Mola. Y van montando acontecimientos como ese yendo todo lo recaudado para una organización que ayuda a infectados de SIDA y VIH de familias con pocos ingresos económicos. Llegamos a recaudar cinco de los grandes Mola. Creo que van haciendo cosas cada tres meses. Nos consultaron porque sabían de la inspiración del álbum y dijimos que si sin dudarlo, y se lo preguntaron a él y dijo que estaba halagado (risas) Quien sabe pero lo hizo así que…

Déjanos que echemos un poco la vista atrás: ¿consideráis que «Catch Without Arms» fue un intento de hacer un álbum más comercial?

GH: Nunca fue algo comercial o que llegara al gran público. Me gustaría poder decir que así fue pero no. La gente tuvo la sensación de que fue algo consciente pero no…Bueno, fue algo consciente de algún modo pero no por hacer un disco comercial sino hacer algo diferente a 'El Cielo'. Es algo que hacemos con todos nuestros discos. Se puede ver con todos los discos que hemos grabado antes pero supongo que se nota siempre más en lo último que has hecho. Y la verdad es que tampoco lo llamaría un disco comercial si lo comparas con lo que es realmente comercial. Diría que, en contraste con los dos discos anteriores, da una sensación un poco más como si fuese dirigido al gran público. Al salir de gira con Elsianne notamos que mucha de esa música parecía ser muy pasiva en directo y queríamos componer canciones que tuviesen algo más de energía para los directos y ese fue nuestro objetivo principal: componer canciones que se transmitieran bien en directo.

¿Por qué siempre habéis puesto interludios entre canciones?

GH: Siempre lo hemos hecho. Empezamos con un EP de 3 canciones: una canción, un interludio y luego la siguiente canción. No sé, nos parece un gran cambio en lugar de escuchar canción-canción-canción, ¿sabéis? Te da un pequeño descanso para la voz y como todos tocamos instrumentos (no queda nadie sin hacer nada). Quizá algún día compongamos un disco instrumental. Molaría.

Hemos leído en el libreto del último disco que se lo dedicáis a Chi Cheng, el bajista de Deftones. ¿Estás enterado de las últimas novedades sobre su estado?

GH: Sé que no está muy bien y que no ha habido mucho cambio. Es bastante triste.

Bueno, te puedo decir que ayer informábamos que ahora está en casa…

GH: Vaya, no lo sabía. Estaba al tanto de las novedades por un amigo común pero hace unos días -como un mes- que no hablo con él…Bueno, pues son buenas noticias.

Si, al parecer está en casa con un médico las 24 horas. Y aunque no puede hablar, puede comunicarse parpadeando.

GH: Guau, pues son buenas noticias, desde luego. Pues tendré que ir a visitarle.

Volvamos un poco a lo que supone girar por todo el mundo: ¿qué país es el que más te ha sorprendido de todos los que has tenido oportunidad de visitar? ¿En cual te gustaría vivir?

GH: Pues me encanta el estilo de vida europeo. Tengo un montón de amigos en Alemania simplemente de haber ido ahí tantas veces por lo que probablemente me iría a un sitio donde conociera a gente. Me gusta Portugal, de hecho soy portugués, pero bueno, por tanto es una opinión parcial (risas) Me encanta España: Sevilla, Granada…Me gusta mucho el estilo de vida. Viví en San Francisco como unos trece años. Ahora vivo en Seattle. Me gusta vivir en ciudades y poder andar y usar el transporte público, algo en lo que Europa le saca mucha distancia a EEUU. En muchas de esas cosas es así: toda esa devocion por las bicicletas y eso…Algunas ciudades están tratando de conseguir imponerlo pero vamos tan por detrás…Se necesita mucho papeleo para lograr hacer las cosas. Me encanta Vancouver DC…

¿Es una ciudad bastante europea, no?

GH: Si, si. Una ciudad muy densa pero muy bonita en el aspecto de la naturaleza. Básicamente necesito un sitio con agua, no me va lo de estar atrapado en la tierra (risas)

Déjanos que volvamos un momento a «El Cielo» y el hecho de que estuviera inspirado por un cuadro de Dalí, ¿recuerdas el título?

GH: (sonrisa) Bueno, es un título realmente largo…Estoy en blanco. Ahora en seguida te lo digo. Es como, 'El vuelo de las abejas, bla, bla, bla…'.

¿Como os dio por usarlo como motivo de inspiración?

GH: Siempre he sido un gran fan de Dalí, tiene cuadros maravillosos. No lo sé, se nos ocurrió hacer un disco basado en un cuadro. El caso es que la cosa derivó desde ahí. Usó una paleta de colores pastel al igual que hizo en muchos de sus cuadros. Pero tampoco sabíamos mucho más al respecto y a partir de ahí nos interesamos más.

¿Como decidís hacer algo así? Decís, «Vamos a un álbum basado en esto» o empezáis a escribir letras y cuando tenéis algunas hechas, miráis a ver si algún libro/cuadro encaja?

GH: Fue Drew el que tuvo la idea de poner sobre la mesa un cuadro y usarlo como 'modelo'. Pero vamos, tampoco tenemos una forma estricta de hacer cosas. Siempre es diferente.

El 'artwork' suele ser obra de Drew, ¿no?

GH: Drew y yo hicimos el de 'Catch Without Arms'. Yo pinto pero no tanto como Drew. De hecho, nos conocimos en clase de arte. El del nuevo disco lo hizo un amigo nuestro que también hizo el de 'El Cielo', Rohner Segnitz, que también tiene un grupo. Si, es diferente, si. Cada vez es distinto. Rohner está en un grupo llamado Division Day. Su nuevo disco es fantástico, me encanta. Nos conoce bien y sabe lo que puede hacer y todo lo que propone o proponemos aparece.

Bueno Gavin, eso ha sido todo: darte las gracias por atendernos aún estando medio convaleciente como estás. Esperamos que al menos el regalo que te damos ahora, la camiseta del portal, te suba un poco el ánimo.

GH: Vaya, genial. Mola. Muchas gracias.

Un placer, Gavin. Te vemos luego en el escenario.

Tras la entrevista, pA asistió al concierto del que os dejamos la siguiente crónica.

Crónica: Dredg + Judgement Day + Segunda Apnea

Cuatro años después, Dredg volvían a España para repetir visita en la Razzmatazz 2 de Barcelona, esta vez para iniciar la gira europea presentando su cuarto disco de estudio «The Pariah The Parrot The Delusion«.

Precedidos de unos voluntariosos Segunda Apnea y de unos cortos pero intensos Judgement Day, los cuatro de Los Gatos empezaron el concierto con «Pariah», corte que inicia su último disco, siguiendo con un chaparrón de temas encadenados todos ellos de este álbum. A medida que la banda iba entrando en calor, temas como «Ireland», «Saviour» o «Information» iban sonando mientras que la abarrotada sala se iba animando.

Tras la presentación de su nuevo álbum, fue el momento de recordar sus dos geniales trabajos anteriores. Sobretodo canciones de «Catch Without Arms» como «Ode To The Sun», «Bug Eyes» o «The Tanbark Is Hot Lava» fueron de lo más aclamados por la audiencia allí presente. Aunque también nos deleitaron con perlas de «El Cielo» como «Same Ol’ Road» o «Sanzen».

Además hubo tiempo para que Anton Patzner al violín y Lewis Patzner al cello de Judgement Day volvieran al escenario para compartir varias canciones con Dredg.

A pesar de un leve problema estomacal, a Gavin se le notaba perfecto en la voz y se le veía muy cercano al público, soltando alguna palabra en español o incluso cogiendo la cámara de un fan de la primera fila y sacarle una foto.

Uno de los momentos más mágicos de la noche llegó cuando sonaron los acordes de «Symbol Song» de «Leitmotif«. Dredg hicieron caso a un sector del público que en un determinado momento del show pidieron esta canción. No sabemos si estaría preparada en el setlist, ya que últimamente no suelen tocar canciones de su maravilloso primer álbum.

Tras una intensa hora y veinticinco minutos, en los que los temas fueron tocados casi sin descanso entre uno y otro, llegó la hora de su habitual desmonte de batería mientras Dino Campanella nos deleitaba con otra magistral lección de cómo tocar la batería y el piano a la vez, enganchando esta magistral jam con una vibrante «Cartoon Showroom» que ponía punto y final a su gran concierto en la capital barcelonesa.