Pasaba por Barcelona el «New Night Over Europe Tour», la gira de presentación del último trabajo de Katatonia, y ciertamente, el cartel de la gira es cuanto menos interesante. Los suecos han echado mano de un par de bandas de alto calibre: por un lado, los finlandeses Swallow The Sun, con su 'doom/death gótico' siguen de alguna manera la estela de Katatonia mientras que los alemanes Long Distance Calling, se separan algo de la melancolía para hacernos viajar con su 'post rock viajero'.
No mentiremos: el concierto de Long Distance Calling era el más esperado por quien esto redacta. Teníamos curiosidad por ver como se traducía al directo el post-rock-metal del quinteto de Münster y lo cierto es que se defienden de maravilla sobre el escenario. Pese a que la mayoría de veces una banda de matices como puede ser la germana suele perder en directo por optar por la brocha gorda, Long Distance Calling saben utilizar perfectamente las idas y venidas de su música sin perder un ápice de esa esencia «espacial» que barniza su música.
Con un equilibrio perfecto de temas de sus dos trabajos (2 de cada disco), la banda ofreció un directo que se hizo corto y donde hizo gala de una compenetración envidiable. Tengamos en cuenta que en esta gira, el bajista habitual, Jan Hoffman no ha podido viajar por asuntos familiares, por lo que han tenido que echar mano de un sustituto (el encargado del merchandising), algo que ciertamente no se notó. Si bien si parecía estar algo desplazado, el guitarrista Florian Füntmann hacía lo posible por integrarle como uno más en la formación.
Los alemanes demostraron que temas como «Black Paper Planes» o «I Know You Stanley Milgram!» suenan en vivo con mayor contundencia en las partes que lo requieren pero también las sutilezas electrónicas que aporta Reimut van Bonn tienen espacio por lo que, como decíamos, el sonido en directo del grupo encaja perfectamente las partes más metaleras con las reflexivas sin que unos se pisen a los otros y logrando un sonido compacto. Ganas dejaron de poder verlos con más tiempo y con la posibilidad de recrearse con más temas de su breve pero golosa discografía.
Los siguientes en subir al escenario fueron los finlandeses Swallow The Sun, que dieron buena cuenta de su repertorio 'death-doom-melódico', con un vocalista que alterna perfectamente voz de ultratumba con partes más melódicas y que en vivo es capaz de trasladar de forma convincente lo que oímos en sus álbums. No se trata del frontman más carismático del planeta, eso está claro, pero sus poses afectadas dan el pego y le dan ese aire distante que tan bien queda.
Llegaba el turno de Katatonia que volvían a Barcelona poco más de 5 meses después de su anterior visita a Razz 2, donde ofrecieron un concierto correcto sin más, de bin raspado y cubriendo el expediente. Fue la última vez que pudimos ver en España al bajista Mattis Norman y al guitarrista Matis Norman, que dejaron el grupo en diciembre para centrarse en otros menesteres. Ciertamente sus sustitutos (Per Eriksson y Niklas Sandin) no desentonaron y dieron la sensación de estar plenamente integrados en el grupo aunque tampoco deberíamos obviar el moderado afán protagonista de ambos músicos. Lo cual, dicho sea de paso, no es nada malo, ojo. Simplemente es curioso.
La salida de los suecos fue arrolladora con «Forsaker», perteneciente a su último trabajo, y con el que ya demostraron que este concierto iba a ser mucho mejor que el ofrecido en su anterior paso por Barcelona. La voz de Jonas Renkse -aún estando muy cubierta por las capas de metralla sonora que aplican en vivo- sonó excelente. Tras «Liberation» llegó la primera concesión al pasado (llegaron a rememorar temas de «Discouraged Ones«), con la tremenda «My Twin». El hecho de poder tocar como tercer tema un temazo como este demuestra bien a las claras que la banda va ampliando a pasos agigantados su número de hits.
«Longest Year» sonó especialmente inspirada con su intro más calmada y su subida que la voz de Renske fue capaz de cubrir sin demasiados problemas, siendo uno de los puntos álgidos de la noche. «Ghost Of The Sun», con un Daniel Liljekvist cumplidor al doble bombo, fue recibida con jolgorio por el público que coreó con ganas «I Trusted You, You Lied – It's All I Hear, A Fucking Lie».
«Rusted» dio paso a «Day and Then The Shade», pieza de su último trabajo, que sonó -como el resto del concierto- contundente y poderosa: guitarras a pleno rendimiento, Renkse bordando la voz y Liljekvist dándole duro a las baquetas.
Tras el paripé de los bises («me voy pa volver 2 minutos después», algo extensible a todas las bandas que lo hacen), volvieron para tocar «Disposession» y «Leaders», y dar por cerrada una velada en la que demostraron que pese a los cambios de formación, el núcleo del grupo logra mantener la esencia del grupo sin que se noten las bajas.