En noviembre de 2008, el bajista de Slipknot, Paul Gray, recordó a la revista Revolver sus problemas con las drogas y como afectaron en la grabación de «Iowa» (2001) y «Vol 3 The Subliminal Verses» (2004).
«Estaba cabreado con Corey (Taylor, vocalista) y con Jim (Root, guitarrista) por montar Stone Sour. Pensé, 'Joder, deberíamos estar trabajando en Slipknot'. Pero la verdad es que necesitábamos algo de tiempo libre. Durante ese tiempo toqué con Unida y ensayé con amigos pero sobre todo bebí mucho y me metí muchas drogas – algunas muy, muy fuertes…Mucha heroína. Me metía chutes de heroína y cocaína (speedballs) a diario. Y luego pastillas. Me metía de todo, tío. Al principio lo tenía controlado pero después de un tiempo, no. Era un adicto.
Compuse un puñado de material (para 'Vol 3') -como hago en todos los discos- pero me pasaba la mitad del tiempo en el lavabo (drogándome). Trataba de tocar y me caía un par de veces de la silla y me dormía mientras grababa una canción. Tuve mucha depresión. No estaba cabreado con nadie pero todo el mundo lo estaba (conmigo) y sentía, 'Oh, joder, mi familia se está destruyendo'. Esto ha sido lo mejor que me ha pasado nunca. Y una vez llegas a cierto punto con las drogas es jodidamente complicado el síndrome de abstinencia. No es que no quieras dejarlo. Lo que pasa es que no puedes. A mitad del disco, la banda intervino y acabé yendo a rehabilitación.
Ir a rehabilitación en Los Angeles me mantuvo bien durante un tiempo pero cuando volví a salir a la carretera y el problema es que conocía mucha gente y volví a meterme mucho. Tuve experiencias cercanas a la muerte -no voy a entrar en detalles- pero llegué al límite y sigo aquí. Tengo amigos que llegaron al mismo sitio y están muertos. Al final me metí en rehabilitación al final de la gira por estadios con Shadows Fall y Lamb Of God y me perdí los últimos seis conciertos. Tras eso…Cuando no haces nada tiendes a caer en cosas malas. Conocí a mi mujer y se quedó conmigo y me ayudó pero yo seguía dándole fuerte (a las drogas). Al final me dijo, 'No puedo quedarme sentada mientras te matas'. Vivía en Los Angeles en ese momento, lo cual no era de ayuda porque era tan fácil (conseguir drogas). Así que volví a Iowa con ella y fui a mi médico y me enderecé. Y ahora ya son dos años largos los que llevo limpio.»
Como sabéis, el bajista fue hallado muerto ayer por la mañana en un hotel de su Des Moines.