Y la culpa es…Del mensajero

Dave Mustaine, líder de Megadeth, ha reconocido al Chicago Tribune que ni él ni sus compañeros de quinta y escena, los conocids como 'cuatro grandes' del 'thrash', están interesados en seguir alimentando las rencillas. «A ninguno de nosotros le importa. Puedes ver lo que pasó con la reunión de los 'cuatro grandes' (en referencia al Sonisphere búlgaro del pasado junio) y todos tocando juntos. Fue como si hubiera un disfrute por tener desencuentros, esta contienda entre todos. Mucha gente tiene desencuentros. Pero ahi estábamos en el escenario tocando juntos y abrazándonos al final. ¿Como puede ser esto una contienda cuando tienes la prueba ahí mismo, grabada? Será editado en DVD- el disparo se oirá en todo el mundo. Demuestra que esta cosa tan terrible ha sido perpetuada por la prensa.»

Puestos a matar al mensajero, cuenta que «Lars (Ulrich) dice que hay la relación que tenemos y la que la prensa cree que tenemos. Y la prueba es que, cuando andábamos haciendo la 'jam' de 'Am I Evil?', escuchaba lo mucho que gritaba el público y eran tan altos los gritos cuando nos abrazábamos como cuando tocábamos. Me dio escalofríos. Que James (Hetfield) y yo pudiéramos abrazarnos en esa plataforma mundial le demuestra al mundo que la comunidad del metal es muy cercana. No dejamos a los heridos atrás. Kerry (King) me dice, 'Ya no sé ni porqué estaba cabreado contigo'. Lo que importa es que los cuatro pilares de la comunidad metalera tienen una relación genial. Es una vergüenza que nuestros políticos no puedan hacer lo mismo. En América siempre ha existido esta historia de buena suerte y todo el mundo quiere ver a la persona ganar al final. He tenido una pequeña redención al ver como todo esto cerraba el círculo.»

Tras recordarle la escena en «Some Kind Of Monster» en la que Mustaine y Ulrich hablan y el primero da la sensación de aún no haber superado su salida de Metallica, el frontman de Megadeth asegura que «me parece bastante correcto. Me importan esas cosas. Me sigue importando.Bebía y me drogaba pero nunca recibí un aviso de Lars y James cuando me echaron. Me metieron en un bus y me mandaron a casa. La película era algo que estaba haciendo y que yo no sabía de qué iba. Yo he pasado por suficiente terapia así que no me importó ponerme en esa situación. Todo lo que quería era cerrar el capítulo y tener una nueva relación con esos chicos. Dañamos tanto la relación por las drogas y el alcohol. Aún quería ser amigo suyo. Sabía que sentarme y hablar con ese tío iba a arreglar parte de ello. Simplemente quería cerrar el capítulo con esos tíos para poder dejarlo detrás nuestro. Éramos chavales cuando pasó eso. Pero James no estuvo ahí cuando Lars y yo hablamos (en la película). James me dijo en el concierto de los 'cuatro grandes' que le habría gustado estar ahí y que le llegó al alma. Pensé que fue un caballero, estaba muy orgulloso de él. Ahora es todo tan fantástico. Estoy tan emocionado con la nueva relación que tengo con estos tíos.«