La división británica de Roadrunner Records ha entrevistado a Steven Wilson, frontman de Porcupine Tree, con quien han hablado sobre el proyecto que ha empezado con Mikael Akerfeldt (Opeth) y que han bautizado como Storm Corrosion.
«En marzo empezamos (a trabajar en material para el proyecto). Es esporádico porque nos juntamos cada tres meses. (Mikael) se viene a mi estudio y trabajamos por unos días y nos emborrachamos con vino tinto, vamos a comprar montones de discos y cuando volvemos, y si tenemos suerte, hacer como, diez minutos de trabajo. Pero lo increíble fue que, aunque comparativamente no habíamos trabajado tanto, quedamos muy felices con lo que habíamos hecho. Es bueno saber que lo que siempre sospechamos que era que cuando nos juntáramos iba a ser bastante fácil. También era algo que teníamos ahí en mente, pensando, 'Quizá no funcione'. Quizá (me) había montado (tal película mental antes de empezar a componer las canciones) y luego fue tan fácil. Tan fácil. Y la música fue tan loca e inspiradora para ambos. Así que creo que fue bueno sentir, como, 'Va a funcionar'. Así que tenemos, como, 25 minutos de música (compuesta) hasta ahora. Nos volveremos a juntar en noviembre para hacer otra pieza o dos. A beber algo de vino, comprar algunos discos…Así que, es una clase de trabajo en desarrollo y no sé cuando saldrá. Luego sería genial poder hacer algunos conciertos pero (Mikael) tendrá que volver con Opeth en algún momento del año que viene, así que quizá no se pueda hacer. Pero ciertamente, el disco (debería estar listo para ser grabado y publicado para entonces).»
Preguntado por las influencias que pueden tener sus otros proyectos en este, cuenta que «es divertido que la música que estamos haciendo juntos no tiene nada que ver con nada de lo que hemos hecho antes. Porque creo que ambos teníamos esta idea de que esta clase de música no podríamos tocarla con nuestras bandas pero ambos entendíamos de donde veníamos. Porque tenemos esta clase de pasión por discos muy experimentales y oscuros, casi orquestales. Y queríamos hacer un disco como ese desde hacía tiempo. Está muy alejado del metal y muy alejado de cualquier cosa que, creo, Mikael ha hecho nunca, incluído 'Damnation' (de Opeth). Creo que mucha gente pensó, 'Oh, va a ser como el 'Damnation''. Y no es así; está muy alejado de eso también. Y también está muy alejado de cualquier cosa que hayamos hecho; quizá se acerque un poco a cosas que haya hecho pero es muy distinto de cualquier cosa que haya (editado). Es muy orquestal, muchos instrumentos de cuerda, muchas guitarras y muchas voces. Canciones muy largas que van a diferentes direcciones a las que no esperas que vayan – casi teatrales. Y ambos nos hemos admitido que hay muchos fans que lo odiarán. Pero lo hacemos para nosotros. Lo único que no queríamos era hacer otro supergrupo de metal progresivo, lo cual habría sido fácil de hacer -y lo que sería de esperar. Y sabes, quizá lo hagamos un día. Pero esta vez, pensamos, 'Hagamos esta (clase) de disco'. A alguna gente le encantará y a otra no y eso está bien porque, de algún modo, no creo que quisiéramos dar lo que se esperaba y eso no es lo que estamos haciendo.»
Sigue contando sobre la grabación que «de algún modo nos metemos en mi estudio a medianoche y trabajamos durante la noche…Es genial porque, de muchos modos, Mikael es lo más cercano que conozco a alguien que es…¿Como diría esto? Es mi equivalente en su banda. Es como el capitán del barco y nos entendemos – toda la frustración de estar en esa posición, todo el estrés y presiones de estar en esa situación – porque debido a eso, no hay nada de egos – aún (risas) Pero ambos somos unos frikis controladores, de algún modo, así que es una situación extraña con alguien con el que no sientes ninguno de esos problemas y tienes completa confianza. Así que estamos…Digo, 'Aquí tienes la guitarra. Haz algo maravilloso'. Y lo hace. Y luego digo, 'Oh, tengo una idea para eso' y hago ago al teclado. Y él me dice, '¡Eso es maravilloso! Me encanta'. Así que es realmente…Suena como que nos estamos golpeando uno al otro (risas) Pero es tan divertido. Y eso es lo más importante – creo que es divertido. Porque no hay ego ni presión. Porque la gente no sabe qué esperarse. Y nos hemos concienciado de que vamos a hacer algo que la gente va a odiar. Vale, exagero…Estoy seguro de que a mucha gente le va a gustar pero se sorprenderá. No vamos a darle a la gente lo que espera así que hay poca presión, de verdad – muy poca presión. Se trata de cambiar instrumentos y lo ando grabando en mi propio equipo.«