El nuevo disco de Foo Fighters promete. Las declaraciones de Dave Grohl afirmando que iba a ser el más heavy desde hacía mucho no se salían del tópico que infinidad de bandas usan cuando trabajan en un nuevo álbum. Sin embargo, el hecho que Grohl hubiera decidido grabar en unas condiciones similares a aquellos años 90 y sobre todo, que fuese ni más ni menos que Butch Vig el productor, hizo que las palabras de Grohl pudieran trasladarse realmente a la música. No olvidemos que Vig fue el productor de «Nevermind«, el álbum con el que Nirvana saltaron al estrellato.
La MTV ha querido charlar con Vig sobre como Grohl decidió grabar en su propio garaje, en lugar de los estudios que posee. «Pillamos una batería y la metimos ahí y (Grohl) empezó a tocar y yo me quedé, 'Guau, eso suena intenso' porque es un garaje pequeño, son muros sin mortero, ¿sabes? Y entonces me dijo, 'Mola, bueno, aquí está lo otro: quiero grabarlo en cinta, una cinta de 24 pistas. No quiero usar nada de ordenadores'. Y dije, 'Mira, lo entiendo totalmente (pero) va a ser mucho trabajo porque tendréis que tocar realmente bien'. Porque puedes arreglar todo con los ordenadores, el Auto-Tune y todo hasta dejarlo perfecto y me dijo, 'Quiero que el disco suene más crudo y de alguna manera, imperfecto. El disco sonará lo bien que toquemos'. ¿Y sabes qué? Suena genial. Son unos músicos de la hostia. Es un disco honesto. Suena auténtico.»
El productor (y batería de Garbage) habla también de la reunión de Grohl y su ex-compañero de Nirvana, Krist Novoselic, en el tema «I Should Have Known». «Krist Novoselic vino a tocar el bajo y no sé exactamente de qué va la canción pero para mi, tengo la sensación de que hay algunas referencias a Kurt Cobain, y es una de las cosas más primarias, crudas que Foo Fighters han hecho nunca, y creo que es una de las mejores canciones del disco. Es distorsionada, cruda y Dave, la toma de la voz, fue como la primera que hizo al final de la canción. Se deja los pulmones… Ayer le pusimos el disco a alguna gente y todo el disco es genial pero esa canción, Dios, es una montaña rusa de emociones cuando la oyes.
Cuando Krist se vino a casa de Dave, nos sentamos y fue como, 'Hostia puta, tío, no habíamos estado juntos en una habitación -los tres juntos- en casi 20 años'. Así que Krist hizo sus pistas de bajo y le añadió una pequeña parte de acordeón al principio y al final de la canción, y entonces nos sentamos y grabamos la mierda en tres o cuatro horas. Dave y yo estuvimos saboreando algo de vino y Krist empezó a beber algo de whisky de contrabando y fue genial… Una historia llevaba a otra, y fue una experiencia increíble, simplemente estar ahí, abrir todas esas cosas de las que quizá te habías olvidado… Fue una parte realmente especial del álbum.»
En otro orden de cosas, la gente de Antiquiet ha colgado una extensa crónica del concierto (incluso con un vídeo) que Foo Fighters ofrecieron el pasado viernes en el Velvet Jones Club de Santa Barbara, California, en el que tocaron, de principio a fin, el esperado nuevo álbum que, aún no tiene título.