Max Cavalera parece decidido a enterrar el hacha de guerra que blandía contra sus ex-compañeros de Sepultura, en una guerra de declaraciones con fuego cruzado de ambas partes.
Cavalera ha llegado a la conclusión que la vida son dos días y que no tiene sentido estar peleado con personas con las que ha compartido tanto.
Aunque parece claro que no todo está en manos de Max: Andreas Kisser y Paulo Pinto Jr. también tienen que ceder. Según ha ido explicando en diversas entrevistas,
«Hablé con Max durante dos minutos. Hablamos de fútbol, niños y chorradas, básicamente para decir, 'Hey, ¿como va todo?' Simplemente estaba tratando de recuperar el contacto. Eso fue después del festival de 2009, cuando Sepultura y la banda de Max, Soulfly, tocaron juntas. Nuestros buses de gira estaban aparcados uno al lado del otro y cuando salí de mi bus vi a Gloria Cavalera, la mujer de Max y nuestra ex-manager. Le di un abrazo y le dije, ‘¿Como estás? No había razón para no hacerlo. Nunca guardé ninguna animosidad y moló abrir la comunicación. No pensaba en nada más que en otra gente que solía trabajar junta y que vuelve a hablar. Sería estúpido si, tras casi 20 años separados, una llamada de dos minutos podría llevar a una gran reunión. Eso es una fantasía.”
“Vemos a promotores tratando de presionar, no dejándonos seguir nuestro camino, es realmente molesto.Todo lo relacionado con nuestro nuevo álbum es lo contrario que quieren Max y Gloria. A Soulfly le va genial y vi a Cavalera Conspiracy y me parece que estaban geniales. No creo que ellos respeten lo que Sepultura ha logrado desde que se fueron.
No ocurrirá una reunión. Supongo que sintieron que el contacto telefónico era mi manera de decir, ‘Si, hagamos una reunión’ y no lo es. Quiero tener una relación con la gente con la que he trabajado. Podríamos hacer cosas diferentes y no llamarlo Sepultura. Pero desearía que pudieran respetarnos y dejarnos vivir nuestra vida. Max es un músico muy creativo, debería estar haciendo cosas geniales. Y ya está.”
Pero como decíamos, Cavalera ha expresado a Bravewords sus sentimientos actuales. “No tengo nada contra esos tíos. Volver a ser amigos sería guay. Tras diez años sin hablar con Igor, y ver lo estúpido que fue, me gustaría que esta guerra en la prensa terminara. Diez años sin hablar y ahora volvemos a hacerlo – podríamos haberlo solucionado hace años pero no lo hicimos. Es estúpido. Me gustaría que no siguiera (el enfado) y pudiéramos ser amigos. Deberíamos estar tocando en diferentes grupos y pasarlo bien pero hacer algunos conciertos juntos de tanto en cuanto. Eso sería genial.”