Sueños y pesadillas en el teatro

El guitarrista y el teclista de Dream Theater, John Petrucci y Jordan Rudess, han charlado con Music Radar sobre la salida del batería Mike Portnoy y la elección de su sustituto, Mike Mangini.

Pese a lo que pudieran llevar arrastrando del pasado, parece que uno de los principales detonantes que provocaron el adiós de Portnoy fue su decisión de salir de gira con Avenged Sevenfold.

Rudess no lo veía mal tal como cuenta: “Mmmm. Hubieron muchos sentimientos dentro de la banda respecto a los planes de Mike. Tuvimos muchas discusiones sobre eso. Varias personas tenían sensaciones diferentes. Lo primero que pensé fue, ‘Guau, parece una gran oportunidad. Saldrá a tocar con Avenged Sevenfold y eso tendrá como resultado que muchas de sus fans se interesarán por Dream Theater. Así que, de primeras, no tuve problemas. (Se dirige a Petrucci) Tu si que le viste el problema…

Si, yo tuve problemas con eso,” se sincera Petrucci. “Recuerdo que me dijo que iba a tocar en su álbum, algo que me pareció bien. Pensé, Oh, eso mola’. Pero entonces me dijo que iba a salir de gira con ellos y recuerdo haberle dicho, ‘No creo que sea tan buena idea, Mike’. Tuvimos algunas intensas conversaciones al respecto. Pero sabes, no puedo controlar lo que hace Mike o lo que quiera hacer cualquiera. Salir de gira con Avenged fue su decisión pero le dejé muy claro lo que sentía. Hacer proyectos está bien. Todos hacemos cosas fuera (de Dream Theater). Pero tocar en la banda de otro y a ese nivel… Eso es diferente. Sin duda pensé que estaba entrando en aguas peligrosas. Le dijimos, ‘No lo hagas, Mike, es un error’. Y le dimos todas las razones que podrías darle a alguien con quien compartes banda. Mira, él quería tomarse un largo paréntesis. Al principio no quería irse, quería tomarse un descanso de cinco años de Dream Theater.

Considera Rudess que “que un miembro de la banda quiera tomarse un descanso es una cosa. La gente se merece un descanso. Pero Mike quería tomarse cinco años alejado de Dream Theater. Eso fue un gran golpe para nosotros. ¡¿Cinco años?! Eso es una gran declaración. Es decir, esto es lo que hacemos. Lo disfrutamos, vivimos de ello… No puedes enfriarlo de esa manera.

Básicamente nos estaba diciendo, ‘lo estoy pasando bien con esta otra banda. Quiero ser parte de ella’. No quería volver en seguida a Dream Theater, componer, grabar, salir de gira… Pensó que debíamos irnos y cuando volviéramos en cinco años todo el mundo nos daría una bienvenida mayor que nunca,” confiesa Petrucci.

Explica Rudess: “Fueron tiempos exigentes para nosotros. Fue meses después y lo que pasó fue… Sabes, para darte una idea de lo profundo que fue perderle, de lo difícil que fue… Tras hablar por teléfono con él, cuando nos dijo lo que iba a pasar, que se iba… Literalmente: me senté en los escalones de mi estudio y lloré. Este tío es amigo mío, al que todos queremos y admiramos. No queríamos ver como se hundía. El conjunto de todo me hizo llorar. Pero todos nos dimos cuenta de que teníamos que encontrar una manera de continuar. Este es nuestro negocio. Lo disfrutamos, lo amamos – ¿como seguimos con esto? Así que nos pusimos en movimiento. Juntando nuestras cabezas decidimos que, vale, tenemos que encontrar otro batería. Y eso resultó que diésemos con siete maravillosos baterías a los que echar un vistazo. Y eso también fue mu emocional: ¿como traer a una persona nueva a una situación en la que has estado con alguien tanto tiempo? Fue una cosa muy heavy.

El guitarrista, por su lado, añade que “fue como cuando alguien muere. Cuando dejas de llorar, llega el momento de planificar: ‘Vale, vamos a hacer esto, tenemos que concertar el funeral y arreglarlo todo’. Aún estando conmocionados y llenos de muchas emociones, sabíamos que teníamos que seguir adelante.

Incluso llegó un momento en el que Portnoy llegó a pedir volver al grupo. “Si, bueno, vale, pusimos todo en orden. Dimos con los baterías, como todo el mundo sabe, y filmamos el proceso de audición y pusimos mucho mimo en ese documental,” cuenta Rudess. “Así que, tras todo el proceso, dimos con alguien que nos pareció genial – Mike Mangini. ‘¡Oh Dios mío, este tío es fantástico! Esto puede funcionar. Podemos hacerlo.’

Indica Petrucci que “la vida de Mangini cambió dramáticamente. Era profesor en Berklee y tenía que avisar que se iba. Tiene mujer y dos hijos – todo el pack. Así que se vino y empezamos a hacer un disco. Toda la gente del sello nos apoyó. Las cosas daban buenas sensaciones. Volvíamos a estar en pie. Y entonces Mike nos pide si puede volver… (mientras sacude la cabeza en negación).

Y es que “era demasiado tarde,” aporta Rudess. “Sabes, Mike Mangini había dimitido de Berklee. No podías decirle que… Nos movíamos con él. Habíamos invertido en Mike Mangini y en nuestro futuro. Todo iba a toda máquina. Así que Mike Portnoy nos vino a decir, ‘Hey tíos, lo he reconsiderado, he cometido un… Un error’. Fue como, ‘Oh Dios mío, no puedes hacernos esto. No puedes quitarnos la alfombra de esta forma’. Fue… (suspira) Fue duro. Pasamos por todo ese drama, finalmente encontramos a este nuevo tipo con el que estamos contentos y… En cierto momento, te echas las manos a la cabeza diciendo, ‘Esto no puede estar pasando’ (risas)