“Un matrimonio hecho en el cielo.” Así es como define Lou Reed su colaboración con Metallica de la que nos enterábamos hace unas horas. “Lo supe desde el primer día que tocamos juntos: ‘Oh tío, esto es la perfección, justo delante de mi’,” reconoce en su primera entrevista tras conocerse la noticia, concedida a Rolling Stone.
“No creo que nunca nos hayamos sentido tan libres,” afirma el batería Lars Ulrich. “No hay nada que esté realmente fuera de nuestras fronteras, nada da la sensación de ‘Oh, ¿qué pasa si vamos ahí?’ Nuestra fuerza -mientras señala a Reed- es que nos sentimos que no podemos caer en mal lugar.”
Prosigue Reed indicando que “traen a Metallica con toda su fuerza. Y como son muy sofisticados, donde sea que vaya, siguen ahí conmigo.”
El primer encuentro entre el neoyorquino y los de San Francisco se produjo el pasado octubre de 2009 cuando James Hetfield y Robert Trujillo actuaron en el vigésimo quinto aniversario del Rock And Roll Hall Of Fame con Reed. “Sabíamos desde entonces,” explica el compositor, “que estábamos hechos los unos para los otros.”
La primera idea que tuvieron fue trabajar en “joyas caídas (de Reed) que nadie recordara”. Sin embargo, eso cambió una semana antes de que se juntaran en el estudio de Metallica. El compositor les propuso grabar canciones que había escrito para una obra teatral basada en historias del autor alemán Frank Wedekind.
“Lars y yo escuchamos el material (las demos),” recuerda Hetfield, “y fue como, ‘Guau, esto es muy diferente’. Al principio daba miedo porque la música era muy abierta. Pero entonces pensé, ‘Esto puede levarse a cualquier lugar’.” A partir de ahí el cuarteto se puso a componer ritmos vocales y patrones electrónicos sobre las demos.
El periodista de la Rolling Stone ha tenido el privilegio de oír algunos de los temas y cuenta que “Pumping Blood” abre con un zumbido que explota en una crujiente marcha y pasa al speed-metal para tener varios momentos de caída libre, todo ello en más de 7 minutos, grabado en una sola toma. Otro tema, “Mistress Dread” encuentra a Reed cantando a través de un incansable riff entrecortado tocado a velocidad endiablada. “No da la sensación de que seamos su banda de acompañamiento,” considera Kirk Hammett. “Parece que somos una banda diferente en una situación en la que nunca antes hemos estado.” Trujillo añade que “nos está haciendo una mejor banda.”
Ulrich indica que el álbum está terminado al “90%” pero sin planes de edición. Y ni Reed ni Metallica tienen ya contrato discográfico por lo que “somos libres para ir donde sea.”
Hetfield concluye solicitando un favor: “Le dijo a Lou que quería estar ahí cuando la gente lo oiga, quiero ver sus caras.”