Ahogándonos con Steven Wilson

Se publicaba anteayer el nuevo álbum de Steven Wilson, su segunda aventura en solitario y, según sus propias palabras, su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Ciertamente, al escuchar el disco se nota esa búsqueda de sonoridades arriesgadas y experimentalidad.

No en vano, y como ha confesado a Pop Matters, su referente a la hora de encarar “Grace For Drowning”, ha sido “Lizard” de King Crimson.

“‘Lizard’ es básicamente el disco en solitario de Robert Fripp (guitarrista de King Crimson),” afirma Wilson, quien se empapó de la banda recientemente durante la remezcla de los álbumes del legendario grupo en formato surround 5.1. “King Crimson se había roto. Solo era él. ¿Qué hizo? No pilló un montón de músicos de rock, pilló un montón de músicos de jazz. Ese es el enfoque que he tomado para este disco.

La nómina de músicos es amplia destacando el batería Nic France, el guitarrista Mike Outram y el flautista y saxofonista Theo Travis, que precisamente ha trabajado con Fripp en el pasado, así como con el mismo Wilson.

Otra de las cosas interesantes de los discos de Crimson es que ninguna de las pistas de batería fueron grabadas con metrónomo (click track),” cuenta el líder de Porcupine Tree. “El batería acelera y desacelera constantemente. De alguna forma eso no es rítmicamente preciso pero es musicalmente excitante.

Y pese a haber contado con músicos de un talento innato y maestros en lo suyo, Wilson no es seguidor del virtuosismo musical porque si.

Realmente me he centrado en una cosa en este disco y eso ha sido la belleza de los sonidos. El tono del bombo, algo que no se oye en la música metal. Oír la respiración de (los instrumentos) de viento de madera y los chirridos de los mellotrons y los amplis Leslie y un coro real. Una paleta orgánica de sonidos dorados, algo que asocio con ese periodo de experimentación y búsqueda de los primeros 70.

El músico ha querido reincorporar el elemento jazz a la música progresiva, algo que dice, se ha ido perdiendo. “Si analizas lo que pasó al rock progresivo tras la llegada el punk – y desde entonces han habido varios resurgires y revivals del rock progresivo – todos han eliminado el jazz de la ecuación. Jazz es el elemento olvidado de esa música. Ahora cuando las bandas tocan rock progresivo, es más clínico, tiene ese sonido metal – e incluyo alguna de mi propia música en esa categoría.

Wilson se muestra orgulloso del resultado final obtenido en el doble álbum. “Notarás el coro en algunas canciones. Es casi exagerado en ‘Postcard’. Es casi como un momento de Hollywood. Enfermizamente agradable. Eso es nuevo para mi – no tener miedo de llegar a ser incluso un poquito kitsch. Siempre hay un riesgo cuando haces cosas así, que la gente te acuse de ser pretencioso, pomposo, exagerado ya me da igual.

El compositor es consciente del limitado impacto entre el gran público que puede tener el álbum. Pero es algo a lo que lleva acostumbrado desde toda la vida. Por ejemplo, el último trabajo de Porcupine Tree, “The Incident”, logró excelentes resultados comerciales sin contar prácticamente con el apoyo de radios. “Si hubiera sido un artista parecido en casi cualquier género, probablemente me habría ido mucho mejor pero al escoger trabajar en el rock progresivo -o mejor dicho, después de ser elegido (por el rock progresivo)- es una música difícil por, a) su reputación y b) por ser música que, por definición, requiere mayor atención para absorber e involucrarte con ella.

De cualquier modo, Wilson ha llegado a un punto en su vida en el que lo que busca es ser feliz. Y si en ese proceso logra hacer feliz a otra gente, genial pero no le quita el sueño. “El título del álbum viene de leer historias y explicaciones de gente que ha tenido experiencias cercanas a la muerte por ahogamiento. Todos dicen lo mismo: llegaron a un punto donde dejaron de luchar, donde alcanzaron un estado de calma, de gracia. Me gusta ‘Grace For Drowning’ (‘La gracia de ahogarse’) como una metáfora de mi vida. Ya no me importa si tengo éxito o si voy a ser más exitoso de lo que soy. Me gustaría compartir mi música con más gente pero no me estresa. Ahora hago la mejor música que haya hecho nunca porque estoy liberado de tratar de contentar a nadie.