Crónica Millencolin, Sala Apolo, Barcelona (22-09-11)

Tres años después de su última visita a nuestro país y sin haber sacado ningún disco desde aquel «Detox» publicado en 2008, Millencolin se presentaron en la sala Apolo con la sana excusa de celebrar el décimo aniversario de su magnífico «Pennybridge Pioneers«. A nadie le importó que sean 11 y no 10 los años que han pasado desde que en Febrero de 2000 saliera a la venta su disco más vendido hasta la fecha.

Del setlist de la primera parte del concierto poco hay que decir ya que sonaron de principio a fin todos y cada uno de los 14 temas que forman este álbum. Empezando con «No Cigar» y acabando con «The Ballad». Especial mención para temas que no suelen estar en el repertorio de un concierto normal de los suecos como «Right About Now» o una versión diferente de «Stop To Think». Demostrando así que «Pennybridge Pioneers» es bastante más que «No Cigar» y «Penguins & Polar Bears», a pesar de que sigan siendo las más aclamadas por el público.

Los ánimos de sala, que presentaba un llenazo, fueron decayendo poco a poco a medida que el disco iba terminando, para acabar todos cantando a grito pelao «The Ballad».

Para el concierto se habían preparado algo más que los 37:22 minutos que dura este disco, así que para los bises hicieron un breve repaso al resto de su discografía, con clásicos de la banda como «The Story Of My Life» y «Killercrush» de su disco «Life On A Plate«, «E20 Norr», que no es ni más ni menos que la versión en sueco del tema «Battery Check» incluido en «Home From Home» o «Mr Clean«, esta vez cantada por Mathias Färm (guitarra y coros), que ya tiene experiencia en estas lides gracias a su proyecto en paralelo Franky Lee.

Tras otro abandono del escenario del cuarteto de Örebro donde el público se dedico a gritar «Bullion, Bullion…», éstos no podían volver de otra manera así que lo hicieron interpretando este tema desatando la locura general, para acabar su concierto con «Black Eye».

Gran concierto conmemorativo en el que demostraron que a pesar de los años siguen dejándolo todo en el escenario, demostrando una genial química entre el público y entre ellos mismos.