Hace unos meses saltaba la noticia del cambio de identidad sexual del que fuese vocalista de Life Of Agony, Keith Caputo. Mina Caputo, como ahora se hace llamar, no ha hablado al respecto más allá de su Twitter por lo que la entrevista que publica Advocate son las primeras declaraciones extensas sobre el proceso de cambio que ha llevado a cabo.
“Técnicamente salí hace tres años,”, afirma el vocalista, dejando claro que no ha sido cosa de un día para otro. “Me pareció divertido (la atención que le dedicaron este verano los medios especialmente) los del mundo del metal, que es de donde venía cuando tenía 19 años. Estaba en una banda bastante dura, una especie de banda masculina cabreada de punk rock metal. Éramos muy diferentes en aquellos tiempos. La mayoría de gente me conoce de eso, supongo, pero también llevo haciendo álbumes en solitario desde hace 10 años.”
De hecho, el vídeo para el tema “Got Monsters” (incluído en su álbum en solitario “Fondness for Hometown Scars”) mostraba a Caputo y su alter-ego luchando con su identidad. “No queríamos hacer una típica historia de salir (del armario). No quería salir emperifollada y dar una impresión equivocada o dar un enfoque equivocado a los transexuales… Porque no es sobre un estilo o vestimenta o la cantidad de maquillaje que lleves. Es un estado espiritual y una forma de ser, creo.”
De su vida privada, revela que es una transexual lesbiana y que su novia es una maquilladora que vive en Viena, que no piensa deshacerse de su miembro sexual y que no le molesta que los fans le llamen Keith. “No me importan los títulos. No me gusta encerrar nada.”
Cuenta que antes de llegar a la pubertad ya sabía que era diferente. “Cuando tenía 8 o 9 años, empecé a vestirme de mujer. Solía mirar entre los cajones de mi tía cuando no había nadie en casa y solía robarle su ropa interior. ”
Primero pensó que era gay: “No conocía la palabra transgénero. Simplemente pensaba, ‘Vale, soy un travestido o gay pero me encanta presentarme como mujer’.”
Habiendo muerto sus dos padres por sobredosis Caputo era reticente a usar hormonas. “Lo último que iba a hace era pincharme con algo que ni sabía que era. Así que no seguí ese camino pese a haber pensado, ‘Oh Dios mío, quiero ser así, como lo hago, ¿convertir este hombre en un una verdadera mujer?’”
De su paulatina salida del mundo del metal cuenta que “estaba demasiado encajonado en el rollo metal,” recordando que el primer disco de Life Of Agony salió cuando él aún iba al instituto. “El primer álbum que hice fue editado entonces y explotó en Europa y no me quedó otra opción que dejar el instituto. No quería cantar en una banda. Eso no era lo que quería hacer. Quería ir a Julliard. Quería interpretar los clásicos, lograr buenas notas… Y me veía a mi viviendo una vida mucho más femenina a los 19 que todo este mundo de macho alfa que me envolvió. Estuve viviendo en el infierno durante años.”
Aunque reconoce que la presión no provenía de sus compañeros de banda. “Si, era más bien una sensación de responsabilidad y de no decepcionar a los sellos… El management, la banda, los fans. Es decir, éramos una banda realmente grande. Hacíamos conciertos en Europa a los que asistían 50.000 ó 60.000 personas.”
Pero llegó un punto en el que tuvo que decir basta. “No podía más. De hecho, me fui porque éramos demasiado grandes. Los miembros de la banda estaban cayendo en el cliché del rock and roll, durmiendo con mujeres cada noche, las drogas y todo eso y era como, ‘Argh, no puedo, tengo que irme’. Me fui con Life Of Agony en el tope de su éxito y si, necesitaba un paréntesis, del sello, necesitaba un paréntesis de todo y de todos.”