Asesino cerca de la muerte

Nos hace llegar Juan Miguel la entrevista que la revista Classic Rock ha realizado a Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer, que ha hablado de la picadura de araña que le causó una fascitis necrotizante que ha hecho que tenga que pasar por varias operaciones, injertos de piel y una intensa rehabilitación.

El músico se encontraba relajado en el jacuzzi tomando unas cervezas cuando una araña le picó en el brazo. “Ni lo noté,” confiesa. “Pero una hora después, supe que estaba enfermo.” De camino al hospital, “podía ver la piel corrompiéndose. El brazo estaba muy caliente. Llegué a urgencias y gracias a dios, la enfermera supo en seguida qué era. De casualidad, aún siendo bastante raro, había visto un caso no mucho antes. En ese momento, estaba a una hora de la muerte.

Si bien la picadura en si no era grave, causó una infección bacteriana en las capas más profundas de la piel y los tejidos del brazo. “Increíblemente, el médico era fan de Slayer. Lo primero que me dijo fue, ‘Primero voy a salvarle la vida. Luego te salvaré el brazo. Luego voy a salvarte la carrera’.»

Hanneman fue operado de urgencia para quitarle el tejido muerto. El médico pudo salvarle los músculos y tendones pero tenía una gran herida abierta en el brazo. Los siguientes dos meses los pasó en el hospital, con grandes injertos de piel y muchas dosis de antibióticos para eliminar la infección.

Tuve que aprender a andar de nuevo,” asegura el guitarrista. “No me había puesto de pie en un mes. Los injertos de piel eran muy dolorosos y los músculos y tendones del brazo estaban muy débiles. Pero aún así estaba bien. Tuve mucha suerte de que la enfermera y el médico supieron de inmediato lo que me pasó porque las cosas podrían haber sido mucho peor.

Pese a la complicada situación por la que pasó, Hanneman no pierde el humor. “Es la clase de cosa sobre la que quizá hubiera escrito una canción. Todo lo que podía ir mal este año fue mal pero sabes, al final ha salido bien. Satanás me ha echado un cable.