La gente de Gibson ha charlado con Chris Cornell, frontman de Soundgarden, acerca de su último disco en solitario, “Songbook”, que recoge temas de su gira en formato acústico.
El vocalista reconoce que una de sus ilusiones de siempre era hacer un álbum de esas características. “Es algo en lo que he pensado mucho y que los fans parece que querían que hiciera desde hace mucho. Estoy contento con eso porque alguno de mis álbumes favoritos de siempre son cosas básicamente reducidas a uno o dos instrumentos, con voz. A principios de mi carrera pasé algo de tiempo haciendo esa clase de composiciones pero mucho más tiempo componiendo con Soundgarden, que, obviamente, no es así. Mi próximo disco en solitario probablemente comprenderá nuevo material parecido a lo que he hecho en ‘Songbook’.”
De “The Keeper”, la canción que aporta a la banda sonora “Machine Gun Preacher”, cuenta que “la compuse tras hacer los conciertos (de la gira de ‘Songbook’). La verdad es que no tenía nada que ver con la gira ni con ‘Songbook’ en cuanto a para qué es, o como la compuse o como suena. Simplemente trataba de componer lo que me parecía que era lo más apropiado para la película, dado que solo estaba componiendo una canción. Había tantas opciones musicales diferentes que podía haber tomado para esa película… En algún momento me pareció que la dirección correcta era hacer algo lo más básico posible.”
Hablando de Soundgarden, el músico siempre ha hablado de la separación como unas largas vacaciones en lugar de una ruptura. “Creo que si hay una lección a aprender es que no era ni siquiera necesario anunciar una ruptura. Simplemente podíamos haber dicho que nos metíamos en un paréntesis indefinido y ya habría bastado. No tendría que haber habido un fin. La verdad es que no cambió nada desde el punto de vista de los medios o del de los fans de Soungarden. Cada vez que hacía una entrevista me preguntaban, ‘¿Soundgarden vais a volver a juntaros? ¿Volverá la banda a hacer algo?’ Si simplemente hubiéramos dicho que nos metíamos en un paréntesis, la pregunta habría sido, ‘¿Cuando?’ en lugar de ‘¿Habrá una reunión?’ (risas) Y la respuesta habría sido, probablemente, la misma: ‘No lo sé’.”
Ahora que la vida le sonríe y ha dejado atrás las adicciones, expone que debido a ello “soy capaz de hacer más, contemplar más, oír más, entender más y estar más centrado. La gente a veces pasa por periodos donde es muy autodestructiva y quizá salga algo artístico o emocionalmente intenso o musical. Y eso es genial, brillante y maravilloso. Pero eso tiende a ser algo corto y a veces puede ser lo único vital que haga alguien. Nunca sentí que yo fuese ese. El periodo tumultuoso, autodestructivo no parece que fuese la parte de mi carrera más productiva. Creo que compuse mucha música genial en ese época pero también me llevó más tiempo del necesario (componerla). No fue mi época más prolífica.”