Las setas de Dillinger

El frontman de , Greg Puciato, tuvo una experiencia demasiado intensa el pasado fin de semana tras experimentar con algunas sustancias alucinógenas.

Me gustaría agradecer a los seis policías, un camión de bomberos completo y algunos enfermeros (gracias Brian Vanina por escribirme después) que se acercaron el fin de semana… Para ser testigos/disfrutar de lo que debió ser, sin duda, una visión histérica/bizarra/confusa.

Sin entrar demasiado en detalle… Dejadme que diga que valió COMPLETAMENTE la pena comer suficiente (demasiado) de algo (no voy a especificar qué pero estoy seguro de que vuestras suposiciones son probablemente correctas) para inducir una experiencia cercana a la muerte, tener alucinaciones absolutamente realistas (incluyendo a gente irreal con la que mantenía conversaciones), no tener la capacidad de saber qué edad / período de mi vida estaba viviendo (12, 17, 22, 29… Parecía todo a la vez) y correr entrando y saliendo de casa desnudo cantando, gritando y preguntándole a la policía si estaba muerto y si Ben Weinman, The Dillinger Escape Plan, Liam y otra gente de mi vida era gente real o parte de un sueño que tuve mientras era parte de una realidad alternativa.

Cuando me veo en la camilla a las 3AM, contándole frenéticamente a la policía que yo ya estaba muerto e insistiendo en que me contaran la verdad, mientras les acusaba también a ellos de no ser reales, y mi novia aterrorizada por haber llegado ‘demasiado lejos’ y que me había quedado loco para siempre… Parece obvio lo que debes decirle a tus hijos sobre las drogas. ‘Simplemente diles… Quizá’. No hay ‘doce’ después de ‘once. Va directo a ‘trece’. Está oscuro ahí. Así que si alguna vez estás en once y quieres ir más allá… Solo estáte sobre aviso y recuerda que del once pasas al trece y la cosa se oscurece DIRECTAMENTE. Pero, en perspectiva, un lugar que vale la pena visitar de tanto en cuanto. Para que conste… Todo lo que me importaba cuando estaba desquiciado y convencido de estar muerto eran cuatro o cinco personas y . Qué locura.«